sábado, 17 de octubre de 2015

El espectáculo en Cuba, una tradición en peligro


Declaraciones de Jorge Alfaro Samádirector del Teatro de Variedades América
 Foto: Jorge Luís Sánchez Rivera
 
“El espectáculo musical en Cuba actualmente  pasa por una notable depresión, está en terreno de nadie, las entidades que deben tenerlo en cuenta no lo hacen de manera adecuada”, fueron palabras de Jorge Alfaro Samá, director del Teatro de Variedades América profesional con una sólida carrera que excede medio siglo en el mundo del arte, de ellos 17 años en esa entidad.

Cuba se ha caracterizado por un significativo trabajo en espacios diseñados para este tipo de arte, a su vez que nada despreciable resulta la cantidad de agrupaciones danzarías y musicales que hicieron brillar el espectáculo en el país, esa es una realidad que hoy ha quedado en el pasado poniendo en peligro una parte de la tradición artística.

Comparando la situación de los años setenta y  ochenta con los de la actualidad se evidencia una disminución en un 85 por ciento de la cantidad de espacios para el espectáculo musical siendo esta la actividad que, después de los bailables, mayor nivel de convocatoria ha demostrado.

Más adelante el director comentó: “Como este Teatro de Variedades, tiene un quehacer muy similar al de los cabarets los que aquí laboramos sufrimos esa indiferencia, algo muy triste que no se queda a nivel institucional sino que golpea seriamente a la población si tenemos en cuenta que las instalaciones destinados a este fin, fundamentalmente en la capital, están seriamente afectadas.

La mayoría de los espectáculos que hoy quedan no están al nivel del acceso económico de la población, por lo que hay muchas razones para que exista un evento como Alabanza, la manera que hemos encontrado para que el público habanero tenga noción de lo que sucede con el espectáculo musical en el país”, continuó exponiendo.

Desafortunadamente solo dos instalaciones para el espectáculo musical están vigentes en la capital del país (los cabarets Tropicana y Parisién), por lo que Alabanza convoca a las principales compañías danzarías del país a un  intercambio con lo que se enriquecen sus labores.

Aprovecho para comentar, prosiguió,  que hace poco participé en un evento generado por la Dirección de las Artes Escénicas en la provincia Matanzas para escuchar criterios sobre el espectáculo musical para el turismo y confieso que al escuchar los criterios y opiniones de los compañeros la tristeza que siento con lo que sucede en “mi Habana” se duplica.

No es posible que nuestra cultura popular esté tan subvalorada y por otra parte hay una ignorancia total de la memoria histórica que por tanto da al traste con la intención de retomar los elementos culturales que distingue a este Archipiélago como nación.

Los autorizados para decidir no sienten el interés por acercarse a las raíces ver lo que se hacía, para revitalizarlo y en mi criterio es imposible que haya un hoy sin conocer qué hubo ayer.”

Alabaza, una reminiscencia al espectáculo musical

Próximamente en el coliseo de la calle Galiano esquina a Concordia tendrá lugar la edición XIV de Alabanza, una iniciativa concebida para acercar al público a lo que sucede en el mundo del espectáculo musical del país.

 Alabanza surge como una necesidad de actualizar ante la población habanera la situación del espectáculo musical, puede constituir un mecanismo para que se conozca lo que sucede con las agrupaciones dazarias que trabajan  el género ya que la mayoría de ellos son concebidos para el turismo internacional.

Por eso Alabanza  abre espacios para todas las expresiones de la danza, este año habrá danza del vientre, ballet clásico, danzas populares y un momento especial para el baile de casino”.

A la interrogante de por qué un espacio especial para el baile de casino, el ex integrante de Los Guaracheros de Regla  respondió:”…  porque en el 2003  aquí en el Teatro creamos un espacio que se llamó La gran fiesta del Casino, luego en varias oportunidades fui convocado como jurado en eventos de bailes de salón, además fui un bailador y con tristeza veo cómo los jóvenes de mi país no dominan los bailes populares de salón que diferencian a Cuba.

Eso tiene una denominación: pérdida de identidad, lo digo con  toda razón y conocimiento de causa, he visitado escuelas de baile en países de Europa y América y he podido constatar que muchos extranjeros  baila mejor el casino que los nuestros, por eso estamos dispuestos a hacer hasta lo imposible para salvaguardar la identidad cultural cubana, desde nuestra humilde posición.

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