sábado, 16 de abril de 2016

Hacer Revolución desde la cultura comunitaria



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Proyecto Muraleando

En las comunidades cubanas se ponen en práctica un grupo de acciones que  con el propósito de satisfacer necesidades y expectativas de los diferentes grupos de edades en los barrios son lideradas por creadores de todas las manifestaciones del arte.

Diversificar y enriquecer la vida en los barrios es el principal cometido de proyectos y acciones comunitarias diseñados no solo para el entretenimiento, sino también para corregir conductas y actuares, educar desde el arte y contribuir a la formación de un mejor ser humano, desde sus propios espacios de convivencia.

Especial resulta la labor que varios artistas e intelectuales desarrollan en centros penitenciarios, espacios donde es doblemente imprescindible potenciar la cultura como herramienta que prepara a la población penal para su reinserción en la sociedad una vez cumplidas sus condenas.

Tan necesaria e importante estrategia es viabilizada por prestigiosos artistas que se reconocen como entes que reflejan la cultura que nace del pueblo quien es su verdadero protagonista y le imprimen el sentido de identidad y de tradición, además de identificar, disfrutar, reconocer y estimular el verdadero talento.

Sobrados ejemplos capitalinos de proyectos socioculturales comunitarios validan la tesis de que lo primero que hay que salvar es la cultura, por los que me atrevo a parafrasear al maestro Agustín Villafaña, exponente del vínculo de los profesionales de la plástica con el quehacer comunitario, quien aseveró en entrevista que los proyectos no son más que consultorios para el arte, para curar el alma y el espíritu.

La sonrisa y el agradecimiento de padres y niños involucrados en “Hijos de España en Luyanó”, liderado por el octogenario Manuel Valella, pintor naif español radicado en Cuba desde 1920 y entregado a salvar a familias disfuncionales desde la pintura, el asombro ante la destreza de los niños de la liseña “Vocal Clave de Sol”, las innumerables acciones que en Lawton realiza “Muraleando”, luego de recuperar un tanque de agua abandonado y convertirlo en una verdadera fábrica de arte.

Luego de ser parte de un bello proyecto de “La Colmenita" el cambio en las miradas y conductas de jóvenes estudiantes la Escuela de Formación Integral “José Martí” marcados por serias dificultades sociales y familias con complejas realidades,”, son solo ejemplos de que los proyectos y acciones culturales comunitarias son armas para preservar la nación y a sus hombres.

Cultura comunitaria, salvaguarda de la identidad



Los proyectos y acciones culturales comunitarias son iniciativas puestas en práctica desde instituciones o creadores con el propósito de contribuir al crecimiento espiritual de los miembros de las comunidades.
 
Varios son los ejemplos en la capital, de ellos sobresalen los habaneros Pensando en nos-otros y Quisicuaba, el primero liderado por Raciel Feria Isidora, artista de la plástica  y coordinador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en el territorio.

Con sede en el Taller de Cerámica de la habanera calle San Lázaro, Pensando en nos-otros cuenta con la participación de reconocidas figuras del arte cubano, entre los que destaca el creador Agustín Villafaña, quien comentó para esta publicación: 

“…tengo la experiencia de trabajar en este proyecto desde hace más de quince años y me doy cuenta de que más emocionante que los nuevos descubrimientos de los niños, es la experiencia que transmiten los adultos, que llegan a la tercera edad con un caudal de vivencias que comparten en estos espacios, devenidos en expresión creativa del arte.

El papel de masificación de la cultura se materializa en estos espacios de socialización, donde el arte da respuesta a necesidades importantes que subsisten en la familia, en el barrio, siendo esta una vía para darles soluciones…”

Por otra parte en el Consejo Popular Los Sitios está enclavada la sede del proyecto Quisicuaba (del que me atrevo a decir es uno de los primeros en el país), fundado el doce de octubre de 1939 y actualmente liderado por el Doctor en medicina Enrique Alemán.

“Es importante recalcar que Quisicuaba es una institución religiosa viva, legal en Cuba que desde este lugar ha proyectado hacia la comunidad acciones no lucrativas de re inserción social que implican a todas las manifestaciones del arte, y que incluyen además trabajos de género, contra la  violencia, con la población penal, menesterosos y diambulantes de la ciudad.

Todo sustentado en el trabajo artístico, que es tal vez lo más conocido…”, apuntó el médico.

Pero no menos importantes en el entramado sociocultural capitalino son las acciones comunitarias, también pensadas para contribuir con el desarrollo de talentos en niños, jóvenes y adultos.

Ejemplo de ello es Kubasoy, protagonizada por jóvenes que desde la danza han imprimido a los pobladores del Municipio Diez de Octubre el ímpetu y la visión de su generación en temas relacionados con las expresiones de la cultura popular tradicional.

Su más reciente iniciativa, el espacio Teradance, la comentó Herson Fernández Machado, Ingeniero Informático y líder de Kubasoy:”…cada cuarto domingo de mes  estamos en la Casa de Cultura de Diez de Octubre (Calzada del Diez de Octubre esquina a Carmen), con una propuesta que trata de retomar elementos algo olvidados de la cultura popular cubana, principalmente desde la danza.

Allí hemos previsto acercarnos a los bailes que ya no están de moda (chachachá, mambo, pilón, etc), además de acercarnos a la salsa entre otros bailes no solo cubanos.

La Compañía nuestra protagonizará el espacio, pero también daremos espacios a otras iniciativas municipales para que tengan un espacio para presentar su trabajo, por lo que es una opción integradora”

Con el derecho que le da su experiencia como artista con una indiscutible incidencia comunitaria, el maestro Villafaña expuso su sentir en relación con la presencia de artistas y creadores en la labor comunitaria y expresó:

“Hoy me siento feliz al ver la cantidad de artistas y creadores vinculados a proyectos comunitarios, es muy gratificante ver la sonrisa de quienes lo reciben, de los familiares y vecinos y eso es lo mejor que se puede recibir.

Este es un aporte importante que da el sector en expresión de que estamos cumpliendo con el papel que le toca a la cultura de estos tiempos”