martes, 3 de enero de 2017

Un año con protagonismo de la cultura comunitaria en la capital cubana




Proyecto Comunitaria Casa de Cultura Diez de Octubre

Fotos: Jorge Luís Sánchez Rivera
Las expresiones de la cultura comunitaria durante 2016 han sido fundamentales en la preservación de los elementos básicos de la cultura popular y tradicional, aspecto en el que el sistema de Casas de Cultura habanero  ha tenido un papel fundamental.

Encuentros de Coro, de Danza, de Teatro y de Artes Plásticas mostraron al público los conocimientos adquiridos en los talles que imparten los instructores en esas instituciones culturales.

La Feria de Arte Popular, los concursos De donde Crece la Palma y Martín Colorín y el encuentro Escaramujo, protagonizado por los instructores de la Brigada José Martí son de los principales momentos del trabajo de creación artística y literaria en las comunidades capitalinas, escenarios donde se desarrollan  las habilidades y actitudes de sus integrantes, con la ayuda de los instructores de arte. 

En ese mismo sentido destaca el Carnaval habanero como expresión en la que se materializan y concentran la música, la danza, las artes plásticas y el teatro, en un evento que cada año llega al Malecón habanero en cumplimiento  con   una tradición que aunque ha perdido elementos que la identifican, satisface la expectativa de una gran parte del público.

Villa de San Cristóbal
En relación con ese evento Rafael Pérez Gil, director artístico y líder del espectáculo alegórico Villa de San Cristóbal comentó: “al Carnaval le han pasado muchas cosas, en primer lugar el cambio de fecha y de locación, la poca atención que brindan las entidades municipales a las comparsas tradicionales y la falta de motivación de las nuevas  generaciones son elementos que atentan en contra.

Pero si hay algo que resaltar de esta festividad es su carácter popular y el hecho de mantenerse como elemento indispensable en el quehacer cultural comunitario…”

El mayor dividendo de las acciones artísticas y literarias que tienen por sede las comunidades habaneras está en la manera en que contribuyen con el desarrollo psicológico social de sus miembros y por consiguiente en la conformación de mejores seres humanos.

Pero no solo los más jóvenes reciben los efectos de las acciones y proyectos comunitario, también miembros de otros grupos etarios  son objeto de ello. Un ejemplo está en Atrapa Sueños, acción que en el municipio Diez de Octubre abre espacios para personas de la tercera edad, quienes reciben preparación en manualidades, dibujo y  literatura, además de tener un espacio  donde disfrutar de la buena música cubana tradicional interpretada por coetáneos aficionados y una vez al mes por los legendarios músicos del Septeto Habanero, agrupación sonera con 96 años de existencia.

Con la asesoría de instituciones culturales que rigen el trabajo artístico en las comunidades (Casas de Cultura), los promotores culturales de cada barrio tienen en sus manos un inmenso caudal de posibilidades para contribuir al desarrollo armónico de la comunidad.

La materialización de las acciones y proyectos culturales comunitarios se hacen visibles en eventos en los que se producen interesantes intercambios de experiencias y en los que todos resultan ganadores, por el simple hecho de adquirir nuevas motivaciones para hacer arte desde y para la comunidad.

En la capital cubana no resulta extraño encontrar un sábado en la mañana a niños dibujando, montando una obra de teatro o poniendo a disposición del público lo aprendido en materia de danza, música, artes plásticas o literatura, habilidades adquiridas en los Proyectos Comunitarios de cada barrio.

En materia de trabajo cultural comunitario aún queda mucho por hacer, la preservación de las instituciones y los instrumentos destinados a ese fin y la  permanencia de los profesionales en estas labores deben ser elementos de análisis para lograr mayor efectividad en esta importante esfera de la vida social y cultural del país.


2016, año de lujo en la escena y las letras habaneras


Cia Acosta Danza Foto Jorge Luís Sánchez Rivera
A los escenarios habaneros llegaron, durante 2016 importantes agrupaciones teatrales y danzarinas de Cuba y el mundo.
 
El año recién concluido fue fructífero en materia de artes escénicas, para artistas y público, a partir de la calidad y cantidad de las presentaciones.

Especiales fueron, sin lugar a dudas el estreno de la Cía Acosta Danza, liderada por el maestro Carlos Acosta, que llegó al público con una singular propuesta escénica en la que se funden la danza clásica y la contemporánea, en una promesa distinguida por la calidad interpretativa de los jóvenes bailarines  que la integran.

Rasgos que fueron apreciados en dos excelentes temporadas en el Gran Teatro de la Habana  Alicia Alonso, institución majestuosa que también abrió sus puertas durante el año en el inmueble que otrora ocupara el Teatro García Lorca en la céntrica calle Prado.

Un cuarto de siglo festejó una de las agrupaciones más famosas y populares del país, Lizth Alfonzo Dance Cuba, formato danzario que llegó a los escenarios más importantes de Cuba y del mundo y que por primera vez ubicó a una agrupación cubana de su tipo en la ceremonia de entrega de los Grammy Latinos, a lo que se suman exitosas temporadas en los teatro Karl Marx y Mella. 

La  reparación capital de la Carpa Trompoloco, con un espacio de mayor confort para artistas y público amante del arte circense estuvo entre los logros fundamentales del sector en la urbe, climatización, mejoras en el escenario y en las gradas, completan un espacio que ha servido, además, para la presentación de humoristas y agrupaciones de música popular bailable.

El Festival de Danza en Paisajes Urbanos trajo, de la mano de Isabel Busto y Danza Retazos a grandes e importantes compañías danzarinas del mundo, para colmar las calles habaneras de lo mejor de  ese arte en el  universo. 

Los formatos escénicos de los centros de teatro y de danza de La Habana protagonizaron especiales momentos escénicos en la capital cubana, destacando el encuentro Habana Danza y los estrenos de agrupaciones como El Publico, Teatro de Dos y Arcos Teatro.

Muy bien recibida fue por el público capitalino fue la visita del Ballet Folklórico de Camagüey, grupo músico-danzario liderado por Reinaldo Echemendía que se presentó en el Teatro Mella como parte de las actividades por su primer cuarto de siglo.


Del libro, también 
Durante el año del Aniversario 90 del Comandante en Jefe de la Revolución cubana, varios fueron los títulos presentados sobre su vida y obra, de ellos destacan los títulos Tiempo de Cocuyos y Fidel el rebelde, (ambas historietas presentadas por la Editorial Pablo de la Torriente) y  La palabra empeñada: El exilio revolucionario cubano 1953-1956, una producción de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado de Cuba.

Extramuros, la casa editorial del Centro del Libro en la Habana tuvo que sortear obstáculos para  cumplir con la política editorial y publicar los títulos pactados para los principales momentos programados.

La Feria del libro de la Habana, uno de los momentos más importantes dentro del entramado de acciones culturales en el país, quedo por debajo de sus expectativas, aunque puso a disposición de los lectores un significativo número de títulos.

La cultura china y su presencia en la conformación de la identidad nacional fueron objeto de publicaciones literarias, por ejemplo concebido a cuatro manos llego La Danza del León Chino en Cuba volumen en el que sus autores, Julio Gerardo Hung y Carlos Alay, ambos descendientes de esa cultura, pusieron a disposición del publicó una importante parte de las historia de esa ancestral tradición.

Y más reciente fue la presentación de Los chinos en la Habana, título en el que la investigadora Mercedes Crespo proporciona interesantes referentes de la presencia china en Cuba, su religiosidad, cultura, y otras características.