¿Por qué ese título?
Es el título de uno de los temas contenidos en el fonograma y el término habla mucho de mí y de muchas otras personas.
Habla de lo que para muchos es tabú, y de las partes oscuras que tratamos de ocultar, pero que hay que tener mucha valentía para confesarlas.
En sentido general este disco dice mucho de mi vida y de mis experiencias.
De los diez temas del fonograma nueve son tuyos y uno es coautoría. ¿Cómo logras que no suene igual y que cada uno trenga sus particularidades?
Soy muy preocupado. Creo que esos son dones que vienen de "arriba".
No me gusta forzar los temas que escribo, aunque pueda hacerlo no me quedan igual, pero cuando encuentro un camino lo sigo hasta el final.
Sólo necesito una melodía recurrente que me quite el sueño y una temática para hablar, eso me es suficiente para crear el primer tema.
Pero si para el segundo el camino es parecido, lo desecho hasta que aparezca otro.
Soy muy exigente conmigo mismo, llegando a lacerarme en ocasiones, pero creo que es el derrotero que me lleva a la verdad y me acerca a la perfección hacia donde dirijo mis pasos.
Este disco, cómo el primero (Sin escala) tienen muy presentes las sonoridades de la música cubana en diálogo con las más contemporáneas. ¿Es ese un propósito en tu camino?
Claro que sí. Me encanta el Son, el de toda la vida, el más auténtico. Me fascina el género puro, pero lamentablemente así no vamos a poder conectar con las nuevas generaciones.
Por lo que incorporar nuevos timbres e incluso la jerga que utilizo, es algo intencionado para poder estar más cerca del público, y a la vez traerlos para que escuchen el mensaje que quiero darles.
¿Consideras que es necesario el lenguaje agresivo o chabacano para atraer?
No. Aunque utilizó los códigos de los más jóvenes, no hago uso de nada que pueda ofender o agredir.
La música cubana siempre ha estado llena de elementos de la picardía de los de esta tierra y un uso muy adecuado del doble sentido, y eso es lo que he tratado de mantener en mis composiciones.
¿Qué esperas del público cuando tenga este disco?
Los temas que hemos ido promoviendo, hasta el momento han tenido muy buena aceptación, sobre todo internacionalmente.
El público es el que da la última palabra, y verlo bailar con mi música es el premio mayor.
Soy del criterio de que si me quedo en su corazón, eso es todo.
¿Te consideras un cronistas?
En alguna manera sí, creo que ese es un calificativo que te adjudica el público, pero me gusta escribir sobre la vida, sobre la gente y sobre lo que veo.
Muchos de mis temas no hablan de mí, sino de lo que veo, porque soy joven y no tengo tiempo para haber vivido tanto, pero me baso experiencias de personas cercanas, que me motivan a escribir.
¿Cuáles son tus referentes en la música cubana?
Tengo muchísimos, por ejemplo agrupaciones emblemáticas como Van Van, Adalberto Álvarez y su Son, la Revé, la Aragón y el gran Benny Moré, son de los que no pueden faltar.
Soy un amante de toda la música, no distingo entre géneros o estilos, para mí la música es buena o mala.
La larga lista de excelentes músicos que ha dado esta Isla forma parte de mi imaginario y de mi arcoiris.
Tu procedencia de agrupaciones como Pupy y los que Son Son, Manolito Simonet y su Trabuco, y Maikel Blanco y su Salsa Mayor han aportado mucho a tu proyecto.
¿Cuánto ha aportado tu formación como diseñador o los conocimientos que adquiriste en tu corto paso por la danza?
Claro que sí, todo eso también está presente en mi proyección escénica actual y en mi actitud ante la vida.
Mi imagen me la he diseñado teniendo en cuenta los patrones internacionales, pero siempre teniendo como brújula el gusto por lo estético que he desarrollado a partir de mis estudios.
El haber tenido la oportunidad de estudiar diseño y saber de las leyes que lo rigen me ha favorecido a la hora de crearme una imagen.
Desde el punto de vista danzario, no podemos hablar de una larga carrera, fue muy corto el tiempo, pero siempre he bailado bien y eso me ha distinguido, ayudándome a ganar admiradores, desde antes de ser músico.
El Espejo contiene once temas y en él participan como invitados excelentes músicos cubanos de entre los que destacan Rolando Luna (piano), Rodney Barreto y Eduardo Ramos (drums), Adonis Panter (congas), Edgar Martínez (bongó) y Michel Herrera (saxofón), entre otros.
El disco muestra el desarrollo ascendente de la agrupación que desde su surgimiento se ha ganado el respeto y la preferencia del público, en correspondencia con las peculiaridades que los identifican dentro del amplio panorama musical cubano.
