viernes, 4 de diciembre de 2020

El Songo de Van Van, mientras más añejo mejor


Para culminar las acciones por el medio siglo de  Los Van Van, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales  (EGREM) presentó a la prensa la más reciente producción discográfica de  la emblemática agrupación.

Doce temas antológicos del Tren de la música cubana son compendiados en el fonograma Mi Songo, ocho de ellos firmados por el eterno Jua  Formell, creador de la Orquesta.

Rompiendo con una de las peculiaridades de Los Van Van, en este volumen se puede disfrutar de timbres ajenos a su nómina, aportándole matices diferentes a las conocidas creaciones, desde  lo instrumental y lo vocal.

El trompetista y cantante Alexander Abreu,  el salsero puertorriqueño Gilberto Sanra Rosa, la rapera Telmary, y El Micha  (cantante urbano), marcan la diferencia en este fonograma.

Temas como Anda, ven y muévete, El Buey cansao, Recaditos no, Si a una mamita, Sandunguera, Resolución y Azúcar, han acompañado el desarrollo de más de  una generación  de cubanos, y regresan ahora en un volumen que tiene además la sonoridad del saxofón de César López, el trombón de Jimmy Bosh, el cello de Pedro Cárdenas, el contrabajo de Yandy Martínez y los violines de Melody Potter y Yilian Concepción, aderezados por las voces de Ángel Bonne (ex Van Van) y Danae Blanco, en los coros.

Respetando los arreglos originales, desde los aspectos armónicos y rítmicos, al escuchar el disco se identifica la presencia del teclado,  instrumentos que no estaban en la estructura inicial, a lo que se adiciona la calidad que ofrecen las nuevas tecnologías aplicadas en la grabación y unos coros nuevos que en conjunto aportan matices diferentes a los temas.

Aunque Mi Songo es un disco bailable, fue muy acertada la inclusión del tema A través de mis canciones, sentida composición del maestro Formell, recogida aquí a dúo con el talentoso trovador Silvio Rodríguez, siendo este  un momento especial dentro de la placa, concebido  pararedescubrir al excelente cronista que fue el inolvidable bajista.

Porque Van Van es Cuba, es su gente y su historia, este disco llega el mismo día en que arriba a sus 51 años, como regalo a sus fieles y en homenaje a su eterno líder.

En un mensaje de fin de año a los bañadores que han escrito la historia de Los Van Van, Samuel Fotmell,  su director expresó lo siguiente:

"...deseo que nuestro pueblo tenga la salud que merece, y que este disco sea parte de la felicidad y de la alegría que necesitamos luego de tanto tiempo de pandemia y confinamiento.

Queremos que puedan disfrutar de un regalo tan grande como éste fonograma que recorre las cinco décadas de nuestra orquesta, y que ha sido concebido para hacer recordar y dar felicidad a personas de todas las edades...".

Como complemento y abrigo de la obra sonora un excelente arte gráfico que con el sello de importantes artistas de la plástica cubana se sumaron a completar un trabajo de lujo en un mural que se distingue como guía de un periplo visual por los cincuenta años de una de las formaciones musical más aclamadas dentro  del entramado de la música popular cubana de todos los tiempos.

jueves, 3 de diciembre de 2020

Regresa Festival Eyeife, ahora en plataformas digitales


Del 9 al 12 de diciembre regresará el Festival Eyeife, esta vez en su cuarta edición con un programa internacional que afianzará los vínculos entre la música cubana, la electrónica y otras maneras de entender la creación sonora contemporánea de esta Isla.

A partir de las restricciones impuestas por la situación sanitaria que vive el mundo en estos tiempos, ha sido escogido el espacio digital como plataforma para su divulgación, con lo que se extenderá el alcance del mismo.

Presentaciones musicales, danza, home sessions y talleres con importantes artistas y productores, éstos últimos hasta el 19 de diciembre, conforman el programa de la fiesta de la música electrónica en Cuba, evento al que se sumarán dos importantes Djs internacionales, quienes a través de los sitios digitales intercambiarán con los participantes cubanos, son ellos Luciano (Chile) y Albert Neve (España).

El cartel de esta edición de Eyeife incluye a músicos como Suilén Milanés, Iván Lejardi, Athanai, Mary Paz, Osdalgia, Real Project y el grupo Más con Menos, por solo citar algunos, a los que se suma el Dj Leo Milano, ganador de la primera edición del concurso Eyeife, convocado este año y al que acudieron más de 200 participantes de todo el país.

La situación provocada por la COVID 19, parece ser uno de los motivos fundamentales para la escasa presencia femenina en esta edición de Eyeife, aspecto al  que hizo referencia Mauricio Abad, director artístico  del evento:

"...estamos realmente insatisfechos, porque esperábamos más de las mujeres Djs y productoras ya que hemos visto su crecimiento a lo largo de estos años, pero sabemos que la cultura machista las  ha confinado a las casas en estos tiempos de pandemia, con las consecuentes limitaciones que esto implica, en materia de sobre carga de labores domésticas..."

Cine Latinoamericano, una prescripción médica


Con el slogan
Lo que recetó el doctor, comenzó la edición 42 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, cita habanera que en esta ocasión ha sido estructurada de manera diferente, cumpliendo con los requerimientos que impuso la COVID-19.

A diferencia de años anteriores, la televisión cubana en su Canal Educativo, abrió espacios para la proyección de cintas que llegarán a la sala oscura, con el propósito de aumentar el alcance de la edición, y en correspondencia con las medidas de distanciamiento físico imprescindibles para esta oportunidad, a través de esta señal se podrá disfrutar, hasta el doce de diciembre siempre a las nueve de la noche, de cintas que evidencian la tradición cinematográfica en la región.

La película escogida para la inauguración fue la cubana La última cena (Tomás Gutíerrez Alea, 1976), en una versión restaurada por el Archivo de la Academia de Arte y ciencias Cinematográficas de Hollywood, la misma institución que devolvió la vitalidad a otras dos importantes películas cubanas también del icónico realizador: Una pelea cubana contra los demonios (1971) y La muerte de un burócrata (1967).

92 cintas que provocan acercamientos a la realidad latinoamericana de hoy, están de paso por salas habaneras como parte del programa de la cita cinematográfica, que en condiciones especiales se desarrolla hasta el trece de diciembre, en una primera dosis que hace de estas jornadas momentos especiales para despedir un año que ha estado marcado por una mortal pandemia.

Los amantes del séptimo arte del área pueden adquirir entradas para disfrutar de las propuestas de la 42 edición del Festival de Cine de La Habana, en las taquillas de los cines Yara, 23 y 13, Acapulco, Riviera y La Rampa.

Entre los títulos que han llegado a la capital cubana, en esta primera etapa de la fiesta del celuloide destacan Hotel Coppelia, del dominicano José María Cabral (Carpintero), Inmortal cinta del argentino Fernando Spiner ganadora del Premio Coral de post producción de la edición 41 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, y Matar a Pinochet, coproducción chileno, argentina, española.

Una de las novedades de esta oportunidad es la inclusión de Cuba entre las naciones participantes en la sección  A media noche, en la que se proyectan filmes que se acercan a la temática del terror y en la que la nación anfitriona participa con la película Rumor, de Maykel Pardini Padilla.

Entre los países con mayor presencia en esta atípica cita destacan Argentina con 19 filmes, Brasil con 13 y México y Cuba con 6 cada uno.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Conjunto Folklórico Nacional de Cuba. Energía y pasión


Luego de un largo período lejo de los escenarios, a p de la situación epidemiológica impuesta por el COVID-19, regresó a la Sala Avellaneda del Teatro Nacional el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba con un programa concierto defendido con decoro.

La  compañía que dirige el maestro Manolo Micler (Premio Nacional de Danza 2017) hizo gala de las experiencia acumuladas en sus más de medio siglo cómo defensora de lo más autóctono de las expresiones de la cultura popular y tradicional cubanas, en toques, cantos y danzas que lograron mantener lleno el recinto durante los dos días de presentación.

El programa, aunque no con un sentido cronológico, fue concebido para mostrar obras conocidas del público, en las que se recrearon manifestaciones de las culturas yoruba, haitiana, arará, carabalí y popular cubana.

¿Perfecto? No, cómo toda obra humana el programa pudo ser mejor, pero lo innegable son las expresiones de satisfacción del público conocedor y amante de la legendaria compañía, entre quienes se encontraban expertos en el tema.

Los asistentes a las funciones del sábado 28 y el domingo 29 de noviembre apreciaron las danzas y los ritmos más apegados a lo autóctono, sin acrobacia ni piruetas.


El disfrute de la gestualidad que caracteriza a Oshún, Elegguá, Shangó y Yemayá, estuvo garantizado al tiempo que se reencontraron con danzas del lejano dahomei, siempre acompañados de los ritmos originarios muy bien defendidos y con total apego a lo que se ha conocido del sistema mágico-religioso.

Quizá lo más débil en el espectáculo fueron los coros, algo que aún es deficiente en la mayoría de las agrupaciones que trabajan las expresiones más raigales de la cultura popular cubana.

De igual manera la necesidad de nuevos vestuarios se hizo evidente, durante las presentaciones suscitando expresiones del público que durante décadas a seguido el desempeño del Folklórico Nacional, y que reclama de nuevos colores en la escena.

Un desempeño escénico adecuado, demostró el crecimiento profesional de los jóvenes bailarines, borrando sinsabores anteriores, a lo que se sumó la habitual ejecución musical de los instrumentistas, quienes en composición multigeneracional dejaron por sentado la garantía sonora de la compañia. 

Aplausos para la bailarina Brenda Martínez, quien levantó de las butacas al público con su interpretación como solista en Yemayá, esa fue su primera experiencia cómo solista, y logró hacerla muy convincente.

La joven alcanzó caracterizar a la deidad africana con expresiones corporales, pasos y gestos faciales, acercándose a lo que de ella conocemos los defensores de esa fuerte tradición.

Juventud y experiencias se entrelazaron en la concepción del lindo espectáculo con que  la compañía despidió el difícil 2020 que ha vivido la humanidad.

Para nuevo año se proyectan interesantes acciones para caminar con pasos certeros hacia las seisdécadas a celebrarse en mayo de 2022.