Mucho más que una soprano

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

Entrevista a la soprano María Eugenia Barrios

Recientemente la Banda Nacional de Conciertos confirió su más alta distinción, a la soprano María Eugenia Barrios, en justo reconocimiento a los más de cincuenta años dedicados al arte lírico.

Conversar con ella es siempre interesante por la manera sencilla con que se muestra y por lo mucho que se aprende de sus vivencias.

Periodista (P): ¿Qué ha significado recibir una réplica de la batuta del maestro Guillermo Tomás Bouffartigue?

María Eugenia Barrios (MEB): Yo no conocía que esa institución otorgara tan alto reconocimiento. El maestro Guillermo Tomás fue el fundador de la Banda Nacional de Concierto, además de esposo de la cantante lírica Ana Aguado Andreu (La Calandria de Cienfuegos), quien fuera distinguida por José Martí, uno de los más fervientes admiradores de sus cualidades vocales.

Esa cubana, además de excelente cantante fue una patriota que aportó mucho, con su labor, a la causa cubana de la época, ya que en sus conciertos en escenarios de Norteamérica, recaudaba para la causa independentista.

Cuando termino de cantar y me anuncian que de manera excepcional me otorgarían tan alto reconocimiento no lo creí posible ya que solo directores de Bandas y Músicos la poseen, soy la primera intérprete a quien se le confiere, eso es algo extraordinario.

El hecho de que llegue a mi cercano a los 75 años de edad es más que importante, es una nueva motivación para seguir cantando y en mis labores como docente en la Universidad de las Artes.

Estoy segura que desde el Olimpo de la música cubana el maestro me está sonriendo, yo estuve cerca de él cuándo debuté con apenas 18 años de edad, junto a la Banda Nacional de Conciertos, agrupación que me acompañó en La Salida de Cecilia Valdés, durante el acto de graduación de la Escuela Normal para Maestros.

P: Próximamente protagonizará un homenaje dedicado a la figura de Ernesto Che Guevara, en recordación de los 55 años de su designación como Ministro Presidente del Banco Nacional de Cuba revolucionaria. ¿Qué significa para usted?

MEB: Indiscutiblemente creo que no hay cubano que se respete que no tenga al Che como paradigma, ejemplo y acicate, él ha sido el ejemplo que me impele a afrontar las dificultades más grandes por las que he atravesado.

Que me llamen de la presidencia del Banco Nacional de Cuba para que humildemente con mi garganta le rinda homenaje a ese grande de la historia latinoamericana es un honor, aunque mi homenaje es diario, no con un cuadro en mi pared, sino con mi proceder ante la vida, con mi comportamiento y tratando de ser cada día mejor persona.

P: ¿En qué condiciones está el canto lírico cubano de hoy?

MEB: En perfecto estado de salud. Creo que más que por su magnífica dirección, por los montones de gargantas capaces de dar dos octavas o más, mientras haya una en esta tierra con estas cualidades el canto lírico no va a desaparecer nunca, siempre habrá corazones y cerebros que se ocuparán de hacerlo perdurar contra vientos y mareas.

Más que obstáculos hay en Cuba un ambiente y unas condiciones maravillosas para que se desarrolle este arte al que llegan cada día jóvenes con interés y cualidades idóneas para la interpretación.

P: ¿Constituyen peligro para el género las nuevas tendencias musicales?

MEB: Son peligros desde el punto de vista promocional, si logré cantar a los 18 años La Salida de Cecilia Valdés fue porque la escuchaba a diario por la radio, no había un solo programa donde no se promovieran figuras líricas de importancia.

Eso es lo que tenemos que lograr, no importa que haya otros géneros en los medios masivos de comunicación, considero que es buena la variedad de opciones para que el público pueda comparar y escoger lo mejor.

En la Radio y la Televisión debe haber espacios donde se promueva a Beatriz Márquez o Adrián Berazaín, por solo citar dos ejemplos, pero también tienen que existir espacios para promover a Bárbara Llanes, Maite Milián, Omar Coello y muchos otros excelentes cantantes líricos.

Solo así se logrará un público culto y con criterios para discernir entre lo que sirve para cada momento y lugar.