Recientemente
la Comisión Nacional de Monumentos declaró a la
Bahía de La Habana, como Zona de Protección en Cuba, con
el propósito de preservar y proteger los
elementos de valor patrimonial que han proliferado a su alrededor.
Según
dispone la Resolución oficial que avala la declaración, tanto este punto como
sus zonas de amortiguamiento, no pueden ser intervenidos con obras en tierra o
mar, sin previa autorización del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural o la
Comisión Nacional de Patrimonio.
Esta
determinación pretende proteger el contorno de ese espacio geográfico, y
conservar además, los elementos industriales y de otra naturaleza que
evolucionaron alrededor de este punto, entre los que destacan los Astilleros
de La Habana, la Real Factoría de Tabaco, los Almacenes del Quinto en Regla, los
Muelles de San José, por solo citar algunos.
El
documento oficial explica, que los cambios acontecidos en la rada habanera a lo
largo de los años han reducido en muchos casos su área marítima y dejado bajo
tierra numerosos elementos de valor patrimonial.
La
Resolución trece, que legitimiza el nombramiento, puntualiza que valiosos objetos
se han ido acumulando en el fondo de La Bahía de La Habana los que hoy
representan elementos de altísimo valor para el patrimonio de la nación y que
son susceptibles de ser destruidos, dañados, e incluso desechados en las
acciones de dragado, por lo que su protección es extremadamente necesario
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