Amaury Vázquez Villalón |
Casa Madiba es un espacio donde se reverencian las ideas sociales de
igualdad, inclusión y equidad promulgada, entre otros líderes por Nelson Mandela (Madiba) y Fidel Castro.
Amaury Vázquez Villalón es el gestor y líder de ese proyecto,
radicado en la céntrica calle República, de la ciudad de Camagüey,
provincia en la cual el arte y lo genuinamente cubano tienen
preponderancia.
¿Cómo defines la Casa Madiba?
Madiba es un homenaje a Nelson Mandela, ni siquiera pretendo erigirme
como la sede, en Camagüey, del pensamiento de ese gran hombre, pero nos
proponemos conversar sobre temas de la actualidad cubana, pues
considero que el trabajo no estatal también debe contribuir, en alguna
medida, al debate ideológico.
Este es un espacio que dedico, igualmente, a mi abuelo materno, él es
un pilar en mi formación, pero decidí no personalizar el espacio y
ponerle el nombre que ahora tiene para demostrar a todos que desde esta,
aunque sea mi casa, es un espacio para que se sientan dueños de un
proyecto que todavía está en sus inicios.
¿Cuáles son los principales propósitos de este espacio?
La casa aunque tiene un carácter lucrativo, como todo empeño
económico individual, pretende que personas de toda Cuba y del resto del
mundo la identifiquen como espacio donde puedan realizar sus propósitos
desde el punto de vista cultural, pero nuestra meta va más allá. Aquí
contribuimos con los vecinos de menos recursos y los ayudamos en sus
necesidades más perentorias, en correspondencia con nuestro objetivo
social, que es solidarizar. La música y el arte, en sentido general, son
nuestras anfitrionas.
¿Qué influencia ha tenido en Amaury la figura y el pensamiento de Nelson Mandela?
Mi desarrollo profesional tuvo lugar en Europa, y en aquellos largos
años de lejanía me acompañaron su pensamiento y el de Fidel, leyendo sus
ideales mantuve un camino y un rumbo.
Recuerdo las largas lecturas para saber qué pasaba con ellos, cómo
afrontaban sus realidades y qué ideas daban para guiar a sus pueblos.
Mandela, de alguna manera, colaboró mucho en el hombre que soy y en
el que pretendo ser: su pensamiento, su rebeldía y el amor a su patria,
en los términos de olvidar los odios y la venganza.
¿Qué motivó a que en esta Casa haya espacio para todos?
Cuba no escapa de los temas discriminatorios, sobre todo ahora que
empiezan las iniciativas privadas con las que algunos pretenden
convertirse en burgueses en pequeñas ciudades, empiezan a aflorar temas
poco tratados y es entonces cuando la Casa Madiba se proclama como
espacio contra esos flagelos.
Desde aquí pretendemos contribuir a hacer más sólida la base moral de
la Revolución, porque en esta Casa abrimos las puertas a todos. La Casa
no escoge, la Casa acoge.
¿Al tener a Madiba como identificativo puede confundirse con una Casa de África, es ese el propósito?
No, es Mandela en el pensamiento, en la proyección social y, sobre
todo, en que todos y todas pertenecen a este mismo techo que es el
planeta y no vale la pena discriminar, más allá de nuestras diferencias,
que es lo que nos enriquece.
¿Por qué cada habitación de esta Casa tiene el nombre de una personalidad mundial?
Porque es nuestro homenaje a sus ideas. El propósito de estos nombres
es darles a los visitantes una información de los principios que rigen
esta Casa, no tienen nada que ver con la decoración interior de cada
habitación, pero sí con las ideas que aquí se respiran de humanidad,
modestia y amor. Es un paseo que invita a la reflexión.
La primera habitación se llama Alejandro, un nombre importantísimo
para los cubanos, era el nombre de guerra de la persona que me acompañó a
través de sus sueños y sus ideas.
Él también me alzaba la voz para guiarme en los momentos en que trabajaba lejos de mi país y en soledad.
Tengo el placer de no haber puesto el nombre después de su
fallecimiento, porque temía que alguien pensara que era un oportunista
que llegaba puntual y con fines comerciales, dos años antes ya esa
habitación llevaba su nombre.
La segunda habitación es José Julián (Martí) y otros nombres de los
espacios de esta casa son King (en honor a Martin Luther King), X (para
honrar a Malcom X), Alí (por Mohamed Alí), Ángela (por Ángela David);y
ella es la única de estas personalidades que aún queda con vida. Al
proyectar el lugar eran tres, pero desafortunadamente Fidel y Alí ya no
están físicamente.
¿Están presentes en esta Casa expresiones de la cultura cubana en la más amplia de sus acepciones?
Sí, todos los servicios que se ofrecen en esta Casa son puramente
cubanos, desde la coctelería, la repostería, la culinaria y la música
que se escucha.
El visitante que aquí llegue no encontrará mucho, pero sí elementos
de la cubanidad, aquí no inventamos platos, pero recreamos los que ya
nos identifican como nación, en la Casa elaboramos dulces y otros
manjares que sólo tienen el secreto de estar elaborados y servidos con
amor: el cerdo en diferentes formas, los frijoles dormidos, tragos como
el mojito, la piña colada, son solo ejemplos.
¿Cuál es el elemento que centra la razón de ser de la Casa Madiba?
La música y el arte en general, en esa materia hemos acercado a
creadores de la plástica con reconocido prestigio en la provincia,
quienes han manifestado su interés en exponer en nuestras paredes, y
aquí tienen un espacio. De igual manera, la Compañía Ballet Folclórico
de Camagüey, que ameniza con su música y sus teatralizaciones las tardes
de los sábados; además hay sitios para el jazz cubano y otros géneros
de nuestra música, las artes escénicas y todas las manifestaciones.
Otro de los artistas vinculados con nosotros Casanova, un alfarero
muy reconocido, quien con sus cerámicas y sus tinajones pretende
participar en la decoración de la Casa, así abrimos lugar para cualquier
artista del país quieran estar aquí con sus obras.
¿Cuánto hay de Amaury en esta Casa?
Muy poco, lo más personal que tengo en este lugar es el Jardín de Lucas (el patio que dediqué a mi pequeño hijo que vive en Roma), con este espacio me siento más cerca de él.
En lo particular, soy solo un hijo auténtico de Camagüey y de esta
sociedad, tengo muy cerca las enseñanzas de mi abuelo materno. Él fue
presidente de la Sociedad de Negros “Victoria”, antes del triunfo de la
Revolución, él es la columna vertebral de mi formación por muchos
motivos, sobre todo, por lo apegado que estaba al proceso
revolucionario.
Él participó en la lucha clandestina, era dirigente sindical y un
hombre muy querido por su personalidad y esos son ejemplos que he
seguido desde muy joven. Sencillamente soy el resultado de sus
enseñanzas, todo lo que está y sucede en este lugar, la presencia de
Alejandro y de otros grandes de la humanidad, la buena música y todo lo
demás, tiene su impronta.
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