Dragones
y Caimanes el título de la exposición que ocupa el túnel del
Pabellón Cuba, como acción colateral a la 27 Feria Internacional del Libro en
el espacio destinado a los jóvenes.
Con el creador de esta
muestra, quien además es miembro de la Asociación Hermanos Saíz
dialogamos, su nombre es Alexander Hernández Chang.
¿Cómo
surge esta idea?
Dragones
y Caimanes es el resultado de una beca “El reino de este
mundo”, que otorga la Asociación Hermanos
Saíz, en marzo de 2017 que posibilitó materializar este proceso de creación con
el que logré una postura identitaria como artista.
¿Por
qué Dragones y Caimanes?
Es un vínculo entre las
culturas china y cubana, a partir de dos íconos que las identifican: el Caimán
por lo que se puede apreciar de nuestra Isla desde una vista aerea y qué ha
sido motivación para artistas de todas las manifestaciones para representarlos
en la música, la literatura y la plástica. Y el Dragón por todo lo que
representa para la cultura china.
A partir de ese discurso
quise conceptualizar el paralelo entre las naciones y culturas.
Dragones
y Caimanes constituye
una tentativa por mostrar simbólicamente la vitalidad de los pueblos cubano y
chino entrecruzados por ese fluido universal que denotan ambas culturas
alimentadas por el sincretismo.
Ocho obras de gran formato lienzo, concebidas en acrílico sobre
y 25 carboncillos sobre cartulina integran el proyecto, del que su autor espera
que el público habanero la acepte y logre decodificar, para compartir su arte,
En sus orígenes, el dragón
chino personificaba un gran cocodrilo o caimán controlador del tiempo y de la
lluvia hasta llegar a imbricarse con la morfología de nueve animales representativos
de diversas culturas asiáticas.
El artista hace coincidir en
esta exposición, ambos principios con el
sincretismo religioso ancestrales, intentado captar lo esencial de ambos
sistemas provenientes del imaginario popular.
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