Cuando resta a penas un año para celebrar el centenario del Museo Nacional de Bellas Artes, los talleres de creación infantil que allí se imparten, apuestan nuevamente por la interacción de niños y adolescentes con el patrimonio cultural que atesora la instalación.
Ukiyo-E es una historia cuyo argumento se consolidó en el Japón del siglo 18, historia que alcanza matices diferentes con la acción plástica de los noveles integrantes de los talleres infantiles de este Museo, institución que para celebrar su centenario prepara una muestra singular como resultado del diálogo que chicos cubanos establecen entre el paisaje de la isla caribeña y el del país nipón, descubriendo similitudes y diferencias a través de cuentos japoneses que toman como fuente de inspiración.
El Taller Infantil de la institución insignia de la museología cubana, está conformado por más de un centenar de miembros de entre diez y quince años de edad, y su funcionamiento se divide por edades para alcanzar los objetivos trazados y trabajar mejor las individualidades.
El teatro Kabuki figura como el tema principal de los grupos, forma de las artes escénicas que encontró un nuevo soporte a partir de la interpretación plástica de los incipientes artistas, quienes a través de la construcciçon de matrices a través de la técnica de hilo sobre cartón y la confecciónde máscaras y otros aditamentos traspolan sucesos de sus vidas a la escena japonesa.
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