sábado, 26 de noviembre de 2016

De Fidel siempre en presente I




Representantes de la intelectualidad cubana reflexionan sobre  Fidel
Entrevista a Luís Morlote Rivas, Vicepresidente Primero de la UNEAC


El fallecimiento del Comandante en Jefe de la Revolución cubana es un suceso que ha conmovido a los artistas y escritores cubanos a partir del significado que para la intelectualidad ha tenido la figura histórica de Fidel Castro Ruz.

De este hombre de talla inconmensurable  habrá que hablar en presente por mucho tiempo, su obra es parte indisoluble de la conformación de la identidad nacional, hecho que reconocen los miembros de la intelectualidad nacional

Para conocer el criterio de los miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) dialogamos con Luis Morlote Rivas, vicepresidente de la institución que agrupa a artistas y escritores cubanos.

“Esta es una pérdida para la que no estábamos preparados, eso se percibe no solo en el gremio de artistas y escritores, también se hace visible en el profundo silencio que hay hoy en las calles de La Habana.

Fidel es para nosotros, como para el pueblo cubano, ese líder indiscutible, ese hombre que desde que nacimos ha encabezado cada proceso de la Revolución cubana, es además el intelectual que se sentaba de igual con escritores, artistas de la plástica y músicos en cualquier espacio para reflexionar y razonar”.

¿Cómo recuerda a Fidel la intelectualidad cubana”

El no imponía sus criterios, por el contrario, te llevaba a profundizar y recapacitar sobre la importancia de una u otra decisión.

Recuerdo de manera especial los profundos debates que tuvieron lugar durante el Congreso de la Asociación Hermanos Saiz (AHS) del año 2001, al que llegamos con mucho ímpetu a hablar de temas que considerábamos lejanos para él como la difusión del rock  y el rap en Cuba, el tratamiento a los trovadores que retomaban fuerza. 

A mi mente vuelve la paciencia, el cariño y el respeto con que nos escuchó y nos dio sus opiniones, con que nos ayudó a razonar y buscó el modo para que los jóvenes de entonces pudiéramos realizarnos en el sistema institucional de la cultura.

Esas son enseñanzas que nunca olvidaremos, en los principales espacios de debate y reflexión entre intelectuales surgieron los más importantes programas de la Revolución, y siempre con Fidel a la cabeza, con él discutimos de manera diáfana sobre la discriminación racial, la igualdad, el papel de la mujer en la sociedad cubana y otros importantes temas.

Me es imposible olvidar su empeño en hacernos profundizar en la necesidad de hacer un país más culto y del que nació la constitución de la Brigada de Instructores de Arte “José Martí”, y la vocación de servicio y social que tenía que ser parte de la personalidad del artista cubano, comprometido con su pueblo.

¿Considera que desde su posición fue alguien que impuso su criterio en cuanto a la política cultural cubana?

Fidel no fue alguien que dictó una política cultural, sino que nos ayudó a hacerla de conjunto, a pensar todos y participar en su conformación de manera abierta y donde la diferencia tuviera espacio.

Eso explica, de alguna manera el shock que tenemos todos ante la noticia de su fallecimientos, porque aunque en ocasiones no lo viéramos estaba ahí, siempre presente, ocupado y preocupado por todo lo que sucedí en el país y en especial en el arte cubano.

¿Cuál es el principal desafío para los artistas cubanos de hoy?

Hoy tenemos que seguir defendiendo sus enseñanzas y su pensamiento, y el mejor homenaje que podemos hacerle en este profundo dolor es materializar su obra, llevar a las generaciones que vivirán décadas solo con lo que uno les cuente de Fidel, sus enseñanzas.

Él nos dijo en el Congreso de la Juventud, en un  mensaje a los jóvenes que nuestro deber es vencer, y yo creo que eso es lo que tiene que hacer cada miembro de la sociedad, seguir pensando en un país cada vez mejor desde su pensamiento y sus ideas, con el deber de construirlo diariamente.

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