La
sonoridad de la percusión volverá a protagonizar las jornadas habaneras, hasta
el 11 de marzo, gracias a la celebración de uno de los eventos culturales más
importantes del país, si se tiene en cuenta el hecho de que la Fiesta del Tambor “Guillermo Barreto in memoriam” está
pensada para ponderar, en toda su magnitud, las más autóctonas tímbricas de la Isla.
Esta,
la edición 17 incluye en su programa clases magistrales, competencias de baile
de casino y de rumba y el certamen de percusión, a lo que se suman conciertos y
presentaciones especiales, que ahora tendrán por sede el Teatro Mella y sus
jardines y el Complejo Cultural “Plaza
31 y 2”.
Homenajes
a importantes figuras de la música cubana, se han planificado para las noches
en el coliseo de Línea e/. A y B, entre ellos el que tendrá lugar el ocho de
marzo a las 8:30pm dedicado a Merceditas
Valdés (1928-1996), una de las mujeres más importantes dentro del panorama
de la música cubana de todos los tiempos.
Otros
afectos especiales serán tributados a tres grande de la percusión cubana; Chano Pozo (1915-1948), Tata Güines (1930-2008) y Angá (1961-2006), el sábado diez a las
cuatro de la tarde y el que se anuncia para las cuatro de la tarde del once de
marzo, en el que se reconocerá la trayectoria laboral de Los Papines y a la
impronta que dejara en la música cubana y en especial en la defensa de la Rumba como elemento
identitario del país, Guillermo Amores.
Como
novedad para esta edición de la
Fiesta del Tambor, destaca la inserción de la Empresa Nacional
de Software (DESOFT), entidad que incluye, para la ocasión, los servicios En tu móvil, para votar por la pareja ganadora de las
competencias de baila y para la participación en dos concursos, que serán
premiados con atractivos presentes.
Hasta
el viernes nueve de marzo, un tribunal de expertos evaluará a los concursantes que
se atrevan a ejecutar las tumbadoras,
los tambores batá, el drums, el bongó o la paila, algunos detalles de este
certamen los ofreció a esta publicación Oderki Revé, miembro del jurado.
“Los
competidores deben ejecutar los ritmos cubanos a petición de los integrantes
del jurado: son, rumba, pa´ca, mambo, chachachá, mambo, changüí y otros en los
que demostrarán sus destrezas y conocimientos.
En
las pailas tienen que demostrar el abanico de ritmos que en ellas se pueden
tocar, con destreza y de una manera limpia. En el drums (batería) tendrán que
ejecutar, además de jazz, los ritmos cubanos y en el caso de los batá deberán
ejecutar toques religiosos.
En
esos instrumentos habrá un exclusivo, porque para un solo hombre es muy difícil
ejecutar los tres a la vez, pero se pedirá limpieza en la ejecución.
También
habrá participación femenina, algo que antes era mal visto y la participación
de niños, lo que evidencia la garantía para el futuro en esos instrumentos”.
A
la notable diferencia entre quienes se forman en las academias y los que lo
hacen de manera autodidacta, en la ejecución de los ritmos cubanos, también se
refirió el músico Oderki Revé, sobre ese particular apuntó:
“Ahí mismo veo la
principal dificultad, fuimos dejando nuestros ritmos para dar espacio, en las
academias, a la música clásica universal en el estudio obligatorio de los
grandes compositores de Europa, algo que es muy necesario, pero que no se supo
combinar con lo propio.
Eso se ha evidenciado
en estos certámenes de percusión, en los que los competidores de formación
autodidacta los ejecutan mucho mejor que los que proceden de las aulas.
En no pocas
oportunidades hemos pedido un mambo, un danzón o un chachachá y los estudiantes
de las escuelas no han sabido hacerlo, ellos se apropian de esos conocimientos
cuando salen de las aulas y se enfrentan con el trabajo diario en las
agrupaciones de música popular…”
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