Conversar con alguien que haya tenido el privilegio
de compartir momentos especiales con los artífices de la Revolución cubana es
siempre un gusto, por la facilidad con que nos llevan hacia ellos, y ese es el
placer que quiero compartir hoy con nuestros oyentes.
El maestro Jorge Luís Pacheco, alguien muy respetado
en el mundo de la música por los grandes e imprescindibles aportes que ha hecho
al canto lírico y a la música de concierto en el país, tuvo varias vivencias
con el Guerrillero Heroico, que compartió gustoso con nosotros.
La primera vez que lo vi de cerca, tenía 18 años y
estaba como Segundo Jefe de la Batería número siete de Obuses 122mm que dirigía
el Comandante Pedro Miret Prieto.
Como es conocido el Che tenía allí sus oficinas y un
día llegó por la Posta 1, y lo que más me llamó la atención fue que lo primero
que visitó fueron los baños, los dormitorios, los comedores y el polígono donde
hacíamos los entrenamientos, lugares por donde casi nunca comienzan las visitas…
Como concepto general pienso que el Che estaba
dotados de la condición de “misioneros”, el tránsito en bicicleta, el cruzar un
río con el riesgo de ahogarse, para ir a ver a los leprosos, desafiando el
asma, el estar siempre preocupado por su condición de médico, son ejemplos de
su humanidad…
En este sentido es que asumo la imagen del Che”,
comentó el destacado intelectual
La segunda ocasión en que estuvo cerca del Che la
recordó así: “…nos mandaron a contribuir con un plan de conformación de
terrazas para los actuales bosques de
Eucalipto, en un poblado de Pinar del Rio, y allí se apareció un día él.
Sostuvo una larga conversación con nosotros, de la
que recuerdo dos de sus reflexiones, que se me quedaron muy grabadas: “…ninguna
verdadera sociedad desarrollada se construye con tecnócratas, y la otra idea
fue un consejo que nos dio y en el que nos decía: nunca pierdan el más mínimo
tiempo que tengan “libres” para enriquecerse culturalmente…”, continuó hurgando
en sus recuerdos
Luego de cumplir con las misiones encomendadas fue
premiado por el Comandante en Jefe con una beca en la antigua URSS donde
comenzaría los estudios de Ingeniería Sidero Metalúrgica, carrera que
interrumpió al ser aceptado por el Conservatoria Chaikovski de Moscú, una vez
conocido su talento para el canto lírico.
En el diálogo con el maestro Jorge Luís Pacheco,
artífice de mucho de lo hoy se aprecia en el canto lírico y en la música de
concierto en Cuba, conocimos de su resistencia a abandonar el compromiso
contraído con Fidel, para formarse como Ingeniero Sidero Mecánico, en la URSS,
lugar donde finalmente aprendió del buen arte, gracias a una orden del Che.
“…un tiempo después de mi negativa a cambiar de
carrera, llegó un telegrama a la Embajada en el que firmado por el Comandante
Ernesto Che Guevara, Ministro de Industria, se ordenaba mi traslado inmediato a la
Facultad de Canto del Conservatorio, orden la que no pude resistirme…
En agradecimiento a tal indicación, el maestro de
generaciones dejó plasmado el siguiente comentario en su tesis de Maestría en
Ciencias Pedagógicas en Canto Lírico a
nivel superior: “….al inolvidable Che Guevara, quien accedió a la solicitud de
la entonces Ministra de Cultura de la ex Unión Soviética, y en consecuencia
ordenó mi traslado hacia la facultad de canto, perdón, perdón una y otra vez si
en aquel momento no entendí cuánto puede hacer la cultura por mi país…”
Medio siglo dedicado a la pedagogía, varias
experiencias en guerras dentro y fuera del país, en calidad de combatiente y un
ferviente amor por su país, son los elementos que adornan la personalidad del
profesor Pacheco, como se le conoce en el mundo del arte.
Antes de culminar la entrevista quisimos conocer su
visión sobre el Che, justamente cuando cumpliría nueve décadas, a lo que
respondió: “…él siempre va a estar, es como que pasado tantos años fuéramos tan
osados y tan tontos de decir que ya pasó mucho tiempo de la época de Martí.
Pienso que con el Che pasa lo mismo que con otros
héroes de este pueblo, por las razones que sean se les un poco más por su
bravura de guerreros que por su capacidad intelectual, por su rica cultura, por
su visión holística de la vida, es el caso de Rafael María de Mendive, José Antonio Saco y muchos otros…
Tal vez por no haber tocado esas otras aristas,
explicado y llevado a nuestros jóvenes esa importante información, los hemos
convertido en tabú y no en seres normales, con sus grandes virtudes y con sus
defectos como seres humanos…”
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