sábado, 8 de diciembre de 2018

Brigada José Martí de Instructores de Arte, con la mira en sus quince.



Entrevista a Eilen Viñales Tamayo, presidenta de la Brigada en La Habana
El venidero año llegará a los quince un proyecto fundado por el Comandante en Jefe de la Revolución cubana, con la función de contribuir al desarrollo de una cultura general e integral en la población desde las escuelas y las casas de cultura, me refiero a la Brigada José Martí de Instructores de Arte.

Por tal motivo en fecha reciente la presidencia de esta organización presentó la campaña por el aniversario, y para saber qué sucede en La Habana dialogamos con Eilen Viñales Tamayo, presidenta en la capital.

¿Cuáles son los desafíos que impone la realidad actual a los jóvenes instructores de arte?

Las competencias profesionales para afrontar los encargos sociales que vienen aparejados con los tiempos, son  los principales desafíos, para lo que se hace imprescindible una constante superación, no solo en las especialidades del arte, sino en aspectos de cultura general.

De igual manera debemos brindar talleres atrayentes, que logren satisfacer las necesidades de nuestros públicos, teniendo en cuenta que por estar enclavados en la capital tenemos a nuestro alrededor instituciones culturales de excelencia, que pueden constituir competencia para nuestro trabajo.

Durante estos años de trabajo ha sido significativo el éxodo de instructores. ¿Cómo pretenden mantener vivo el proyecto y comprometidos a sus protagonistas?

Seguir haciendo historia con los que quedan y tocar las puertas de los que ya no están, para que sigan acompañándonos desde donde estén.

¿Cómo funcionan las relaciones con la vanguardia artística en los territorios?

La relación de trabajo con los artistas y creadores es excelente, y así se mantendrán siempre que los instructores lo tengamos previstos en el perfil y en las metas de trabajo.

Un buen trabajo cultural comunitario necesita de la armonía entre todos, complementando los quehaceres, para que fluya una correcta comunicación en todos los ámbitos de acción, más allá de las escuelas o las casas de cultura.

La Habana está celebrando sus 500 años, cómo celebrarán los instructores de arte de la capital los quince del movimiento y el cumpleaños de la ciudad.

Hemos diseñado un programa que se ha implementado en función de ambos aniversarios, de estas acciones destaca el proyecto “Pintando mi ciudad”, en el que se involucran los especialistas en Artes Plásticas con una actividad semanal en los diferentes municipios, pintando murales, haciendo talleres e intercambiando con los miembros de la comunidad.

El programa incluye también recorridos por los principales parques, visitas a círculos infantiles y casas de niños sin amparo familiar, esta última titulada “Por tu sonrisa”, y otras actividades que iremos sumando en materia de preservar el patrimonio de cada localidad.

¿Consideras que los propósitos fundacionales de este movimiento se han cumplido?

Si, pienso que se han cumplido y con creces, ayudándonos a madurar en la labor profesional y como seres humanos. De los inicios a la fecha hemos consolidado nuestros talentos y habilidades y hemos aprendido a establecer alianzas estratégicas en bien de la comunidad que es nuestro principal destinatario.

Hemos crecido y eso se demuestra en la calidad de la labor artística que desarrollamos y en la manera que proyectamos  los conocimientos adquirido.



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