Significativamente multitudinario fue el concierto en el
que el popular Cimafunk abrió las jornadas con una presentación que convocó a miles de seguidores de todas las edades y diferentes
latitudes, quienes llegaron para disfrutar del “antídoto” contra el mal gusto que por estos días se apodera del
ambiente sonoro.
El talentoso Erick Iglesias se ha erigido, en muy poco
tiempo, en referente para la juventud, con su peculiar manera de hacer la
música, desde una honda que revive sonoridades muy cercanas al funk y en las
que no faltan letras del vocabulario popular, mezcladas con células rítmicas
cubanas para lograr un resultado músico-estético de singularidad.
Pegajosos textos, una imagen trabajada con toda intensión
y una banda integrada por talentosos instrumenistas que garantizan una sonoridad limpia, son las
principales cartas de presentación del proyecto que lidera el pinareño autor de
temas como Ponte pa lo tuyo, Para el
tiempo, Alabao y el popular Me voy,
por solo citar algunos de los contenidos en su disco Terapia.
Lo cotidiano de los textos, la proyección escénica y el
carisma del vocalista, compositor y productor musical son los principales
aderezos para una propuesta rompe con lo que hasta el momento impera en el
entorno sonoro, constituyendo una alternativa que esperamos perdure.
Sin dudas el popular estribillo ...Me voy pa mi casa, es
tarareado por no pocos y es la manera en que este descendiente de cimarrón que
hace funk despidió su concierto añoche en el Pabellón Cuba.
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