Entrevista al
cantautor Erick Iglesias (Cimafunk)
La singular manera en que el talentoso Erick Iglesias y
la banda que lo acompaña, fusiona los ritmos cubanos con elementos sonoros del
mundo les ha abierto puertas de una manera vertiginosa.
El popular Cimafunk fue el primer creador que no
clasifica dentro de la música popular bailable, invitado al encuentro Sonido Camagueyano, que organiza el
tecladista, director y productor musical Manolito Simonet y que a
inicios de febrero tuvo lugar en la ciudad de los tinajones.
Luego de una de sus presentaciones en la central
provincia dialogamos con el seguido cantautor.
¿Cómo
valoras la posibilidad de estar en este encuentro?
Ha sido una sorpresa, que Manolito me convocara a este
festival en el que se presentan las más importantes agrupaciones de música
popular bailable fue algo que no esperábamos, pero consideramos que ha sido un
regalo la posibilidad de interactuar con grandes como el propio Trabuco o
Habana de Primera.
Por lo que nos hemos apropiado de sus energías y sus
consejos, ya que con esto se nos abren nuevas puertas, al tiempo que constituye
un reconocimiento a lo que humildemente hacemos.
Nos estamos presentando ante un público conocedor de los
ritmos más populares, y ver cómo acepta nuestra propuesta, la disfrutan y
aplauden, es algo que tendremos en la más alta estima.
Tu
propuesta musical y estética es, para muchos, la contraparte a la música urbana
y está al mismo nivel de aceptación y explosividad en el público en todo el
país.
En
ese sentido cuál es la perspectiva que tienes para mantener todo lo alcanzado.
No pienso en lo de conservar el público, la idea es
seguir divirtiéndonos con lo que hacemos, eso nos ha dado grandes posibilidades
como la de estar en Sonido Camagueyano con
músicos que siempre he admirado.
El público cubano percibe cuándo se le imprime energía
positiva a lo que hacemos los artistas, cuanto te identifican como alguien feliz,
se acercan, porque todos queremos felicidad.
Al final la obsesión por ganar al público, de ligarte a
una farándula o un grupo que está segmentado (urbano, Miki, repa u otro
calificativo) para mí no tiene mucho
sentido, la música que hago tiene mucho de urbano, lo que va más allá de los
ritmos, sino con los textos y la proyección.
De igual forma el trabajo que hacemos tiene muchísimo del
funk, de la música tradicional cubana y todo es una mezcla que hace que la
gente no se lo cuestione, ni trate de discernir en el género que está
escuchando, sólo lo identifican como algo que les gusta y van en busca de eso.
¿Cuáles
son los temores que tiene Cimafunk, con las miras en el futuro?
Lo único a lo que le temo es a que se me vaya de las
manos el momento de aceptación, la euforia del público y de los músicos, y
comience a envanecerme y a creerme dueño del mundo.
El estar o no “pegado” no es algo definitorio de tu
estado, pero si estaremos muy atentos a no creernos portadores de una tendencia
y comenzar a cometer errores, teniendo en cuenta la propia reacción del público
que a veces, y sin proponérselo comienzan a hacernos creer que lo tenemos todo
logrado.
¿Qué
fórmulas aplicas para que tus temas no rocen con lo grosero o lo ofensivo, y
logren impactar de la forma que lo hacen en el público?
Fórmula para eso no hay, es simplemente no lastimar con
el léxico, es solo asunto de lógica y de sentido común, quienes pretenden
triunfar con ofensas y vejaciones están perdidas.
Al igual que no está bien robar, tampoco lo está ofender,
no lo veo como una necesidad, ni
siquiera como una posibilidad dentro de mis creaciones, sé que todo es posible
y que cada cual hace lo que quiera, pero en mi caso no es posible.
¿Cuántas
alegrías te ha dado el CD Terapia?
Muchas, sobre todo cuando lo estaba haciendo, fue un
momento que disfrutamos muchos, igualmente ahora en su vida activa, porque lo
vamos enriqueciendo a la medida que lo presentamos al público, ya que como va
tomando una dinámica diferente los temas se van rehaciendo constantemente.
¿A
partir de la aceptación de este disco, sientes que debes superarlo en la
próxima producción?
Terapia
representa una etapa diferente a la que vivimos en la actualidad, estamos
haciendo otras canciones, pero se nos hace muy difícil comparar si éstas son
mejores.
El disco no lleva nada de vida, por lo que aún no podemos
hablar de resultados concretos y todas las canciones están ricas y las estamos
gozando.
No tengo la preocupación de que ahora tengo que hacer
algo superior, los temas están ahí y cada uno tiene su mensaje y su sabor, la
cosa es cómo proyectarlos, pero al final a
mí me gustan todos.
Recientemente
firmaste un contrato con la
EGREM, la casa discográfica más antigua e importante del
país. ¿Qué significa que te abra las puertas de la disquera que ha acogido a
grandes de Cuba y el mundo?
Es algo muy especial, por ahí han pasado muchos maestros
de la música en el mundo y que me acojan está muy bien y agradezco esa posibilidad,
así que aprovecharé la oportunidad de utilizar sus micrófonos, grabar en sus
estudios y apropiarme del aura que hay en cada uno de sus rincones.
Considero que en la EGREM siempre se mantiene más cerca uno de lo que
es el concepto cubano.
¿Ya
has pensado en el próximo fonograma?
Eso demora, sigo haciendo canciones pero no he pensado en
hacer un nuevo disco, Terapia aún
tiene mucho camino por recorrer y quiero tocarlo mucho más y lograr un sonido
mucho más Cimafunk, más personal y a
la vez que nos identifique más como agrupación.
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