Buenas nuevas para 2020 anuncia Conjunto Folklórico Nacional de Cuba

"Bara" Foto Jorge Luís Sánchez Rivera

Para el colectivo de artistas del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba 2019 ha sido un año de pocas pero significativas salidas a escena, en las que su colectivo músico-danzario ha sabido dejar constancia del  empeño y compromiso con lo más autóctono de las raíces nacionales.

Santiago de Cuba, Europa, Matanzas y La Habana fueron algunos de los lugares por donde dejó su huella la compañía que lidera el Premio Nacional de Danza ManoloMicler, a lo que se sumaron las dos ediciones del Taller Internacional de Folclor Folkcuba 2019.

A lo antes expuesto se suman ensayos especiales y la presencia en los momentos más importantes con motivo de los cinco siglos de la capital cubana (Carnaval Habana 500, la Gala Especial a los Reyes de España celebrada en el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso” y Gala por los 500 años de La Habana, que tuvo por escenario la explanada del Capitolio Nacional.

Leiván García Valle

Nuevas propuestas escénicas con aires contemporáneos caracterizarán el 2020 para la cincuentenaria institución, entre ellas destacan dos creaciones en las que está enfrascado el primer bailarín, profesor y coreógrafo Leiván García Valle, quien dialoga con los lectores de esta publicación.

"Para 2020 estoy trabajando en dos proyectos que son el resultado de investigaciones propias  sobre la danza folclórica, ambas propuestas representan mi visión  personal del folclor cubano, con una mirada generacional, pero sin violar patrones esenciales", comentó el talentoso artista.

Foto Jorge Luís Sánchez Rivera

Bara y Sevillana son los títulos de las obras en las que está enfrascado el también miembro de la Asociación Hermanos Saíz, quien ofreció detalles de ambas:

"...la primera está dedicada al orisha Eleggua, visto desde la cotidianidad más que desde el punto de vista religioso, en las cuales intento expresar mis apreciaciones sobre cómo se puede identificar desde escenas habituales en la vida social, desde la ley; la mendicidad, la inocencia o la sabiduría.

Con esta obra pretendo mostrar que las deidades del Panteón Yoruba son divinidades que pueden estar representadas en personajes de la vida cotidiana.

Con la segunda obra, Sevillana, quiero enfatizar en la autenticidad de la Rumba cubana, marcando los elementos que la distinguen de  estilos similares propios de otras regiones del mundo.

Las diferencias de instrumentos, entonaciones y modos de bailar, entre la Rumba Flamenca y la nuestra, aspiro  a que sean identificadas en esta obra.

Aproximaciones a las raíces del género, su procedencia y maneras de manifestarse en los inicios, estarán enunciados a través de diseños espaciales y dramatúrgicos que tienen como base sonora un tema musical muy conocido: Flor de mayo, Sevillana, un Guaguancó...".

Una mirada fresca será el eje conductor de ambas creaciones coreográficas que serán interpretadas por los integrantes de la agrupación más importante en la preservación y salvaguarda de los ritmos, géneros y estilos de la cultura popular y tradicional cubanas.