Paradójicamente los meses en que inició la pandemia del COVID-19 fueron la oportunidad idónea para que la comunicadora Flor Nodal Montalvo cumpliera con un vejo compromiso contraído hace mucho con ella misma y con Aida Montalvo, su madre ya fallecida.
Disfrutar de la escritura de un libro que le devolviera a los recuerdos el aroma materno y que permitiera a los lectores disfrutar de la compañía de la hermosa mujer, fue su mejor antídoto.
"Es un libro martiano, comentó la autora de ésta, su segunda publicación. José Martí ha sido un paradigma en mi vida, no hay cosa que haga que no esté vinculada, en mi interpretación, con el pensamiento martiano.
En honor a ese gran cubano creé el proyecto Luz de aurora, que parte de uno de sus pensamientos: "...hay hombres que aún después de muertos dan luz y aurora...".
Por eso el libro de mi madre comienza con un pensamiento del Héroe Nacional Cubano dedicado a la madre. Martí es alguien a quien valoro mucho porque con tan corta ex hastencia sido capaz de dictar, a 168 años de su natalicio, la vida del mundo y en particular la de esta tierra.
Su visión, su proyección y sobre todo el amor y el cariño que profesaba por su madre, también lo acercan en este texto", puntualizó.
"...Mi mamá siempre creyó que con su vida se podía hacer un libro, nunca olvidé esas palabras y decidí plasmar mucho de su existencia en unos escritos, que ahora conforman este libro...".
A la interrogante de quién es Aida, la también Especialista de Comunicación en la Casa del Alba Cultural respondió: "Aida es mi madre, ella está ahora en otra dimensión.
Es el recuerdo, sin orden ni concierto, de muchas anéctodas que alrededor de ella han dictado mi vida.
Este es el homenaje póstumo a ella, pero también a las madres del mundo, dígase madre y se dice todo. Quise recrear con mis recuerdos muchas anécdotas comunes para todas las familias, y que cuando cualquier persona pudiera leer lea el libro lo sintiera como propio, ya que todos tenemos una historia linda con nuestras madres.
Aida es el recuerdo sincero de una hija hacia su madre, pero a la vez incluye a mis dos hermanos, este es nuestro más fiel manera de eternizar a nuestra "madraza".
Además de memorias, también hay en Aida muchas enseñanzas, en ese sentido la escritora apuntó: "...quiero compartir con lectores del mundo muchas cosas que mi madre me enseñó, las que considero más importantes y que puedan ayudar a una mejor sociedad...".
Entre las pretenciones de Flor con este libro está el que llegue a todos los hijos del mundo: "...no sé cómo lo voy a lograr, ya estoy pensando en una descarga virtual como alternativa, pero me encantaría que muchos conocieran a mi mamá, escucharan sus consejos y aprendieran de su experiencia, como lo hicimos nosotros.
Este es un libro hijo del amor, algo que para mí es maravilloso, porque aunque nunca he estado lejos de mi querida madre me la acerca aún más, porque vuelvo a revivirla desde el pensamiento y en estas páginas.
Aida es un canto de amor y una señal de alerta para que no perdamos de vista que cada día al lado de nuestra madre es como escribir las páginas del libro de nuestras vidas, algo en lo que por las premuras propias de cada momento no nos detenemos a pensar...".
Hace nueve años que Aida no está, y al motivo para que saliera ahora este libro su hija hizo referencia con estas palabras: "...metabolizar la ausencia de una persona tan especial en la vida de una, resulta complicado.
En mi caso particular, con la llegada de la actual situación sanitaria escribir fue el mecanismo de defensa que encontré para sobrevivir a ella, no solo en las cosas materiales y recurrentes que necesitamos todos sino que necesitaba de la oportunidad de tener un espacio para realizar mis sueños.
La profesión que desarrollo tiene entre sus axiomas fundamentales el servir y priorizar a otros, aunque esto ha sido una de las grandes vitudes que me acompañan y que más disfruto, no me quedaba tiempo para lo que quería expresar personalmente.
Este tiempo me ha permitido permanecer en casa y escribir este libro, que forma parte de una trilogía que dedicaré a las personas más especiales y esenciales de mi vida. El próximo estará dedicado a mi padre, que fue significativamente decisivo para mí, y se titulará Mi papá y yo.
Ese libro ya está terminado y espero provocar acercamientos a la ausencia de un ser querido a temprana edad, porque a mi padre lo perdí a los 26 años, entonces en el volumen reflejo todo lo que con él viví y lo que me dejó al cabo de tantos años separados por esta sola razón que es la muerte.
Y el tercero se lo dedicaré a mi hija Flor Noralba en la primera parte y a mis más entrañables amigos, en otra, para mí ellos son mi familia, por lo que cada capítulo será identificado con los nombres de los que han dejado huellas importantes en mí.
Será un homenaje a ellos, que me han ayudado y acompañado en mi paso por la vida, de una manera muy cercana, será un canto a la amistad y a la fidelidad ...".
Aida vió la luz bajo el abrigo de la editorial Acercándonos Ediciones, sello argentino que acogió la sugerencia de la escritoria Rosana Cesaroni, quien cubrió los costos editoriales, al tiempo que prologó el volumen.
En los momentos que hoy vive el mundo, en el que las prioridades son dicímiles, la vida transcurres a una velocidad cada vez mayor y las realidades son muy dicímiles Aida puede ser un buen antídoto.
"...uno de los capítulos de este libro dice que siempre habrá un camino, es un canto a la esperanzas, haya pandemia o no sí dentro de cada uno no hay una fe que salve de lo feo del mundo, entonces no hay posibilidad de supervivencia, más allá de lo terrenal, de los recursos materiales tiene que haber una razón espiritual que ayude a sobrepasar los problemas de la vida.
Aida es un llamado a despertar los valores humanos, porque ellos están ahí, pero algo dormidos. Cada etapa ha tenido dificultades y Aida al lado mío, antes físicamente y ahora desde otro espacio, sigue diciéndome qué hacer ante las adversidades.
Hoy más que nunca quiero que el espíritu de mi madre ponga sus fuerzas para que esta pandemia se vaya, quiero que ella me ayude a que en cada hogar donde esté una madre, en cualqueira de sus dimensiones, también se pongan a vibrar para volver a la normalidad que nos corresponde al mundo.
Ella será, a mi entender, una base universal porque es lo mejor de cada madre para sus hijos, para que podamos sanarnos en cuerpo y espíritu, desde los hogares, desde la patria. Aida es eso, es no perder la fe...".
Como parte de las acciones para dar a conocer este volumen, el próximo doce de febrero, a las dos de la tarde, por la página de la Casa del ALBA Habana, tendrá lugar la primera presentación oneline en la que comparecerán todos los integrantes del equipo que participó en su concepción: Flor Nodal (autora y editora ejecutiva), Enrique Pérez Díaz (editor y corrector), Raúl Martínez Hernández (ilustrador) y Natalia Acosta (diseñadora).
"...habrá una descarga gratis de Aida, porque quiero que la gente lo lea, que reciban el mensaje, no tengo más pretención que esa. En Cuba, la patria que adoro, sueño que el libro se multiplique, que aparezca una institución interesada y que pueda reproducirlo para todos los hogares ...".
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