Fotos cortesía del entrevistado
Cuando en 2009 conocí al pequeño Asiel Schuman Fariñas, intentando conectar con la percusión cubana desde sus escasos diez años, supe que sería un excelente instrumentista.
Como parte de la Banda Infantil de Conciertos de Centro Habana, que lideraba el maestro Esmérido Ardín, los pequeños "músicos" llegaron a escribir lindas líneas de respeto y sacrificio, y Schuman fue uno de los que más aportó a aquellos momentos.
Ahora, luego de doce años la vida no me desfraudó, él es el primer cubano patrocinado por la más importante compañía de baquetas en Europa y el Reino Unido, consorcio que ha llegado al mercado internacional con aditamentos que llevan el nombre de este cubano de 22 años de edad.
"...estos tiempos de pandemia han sido muy difíciles para todos y para los músicos creo que doblemente, porque nuestra razón de ser es el contacto con el público.
No he sido el único que ha tomado las redes sociales como plataforma para mantener el contacto, y así nace este singular contrato de trabajo con la marca Collisions Drumsticks, que me descubrió en uno de los videos que subí durante este período...", comentó sobre el inicio de estarelación laboral.
Entre las actividades que en la actualidad ocupan el tiempo del más pequeño de la familia Shuman-Fariña está la grabación de un DVD junto al joven dúo Alia2, a lo que se suman otras responsabilidades profesionales como parte del grupo de Yoyo Ibarra.
La historia empieza así
A la interrogante sobre su atracción por la música el carismático muchacho comentó:
"...todo empieza a través de los tambores batá. Un dia cuando era muy niño mi padre me llevó a un parque y allí estaban los integrantes del proyecto Optica Orvis tocando y bailando al compás de ritmos de la música afrocubana.
Mis padres siempre me han apoyado en todas mis "locuras", y los convencí para que hablaran con los integrantes del grupo para que me aceptaran, y así comencé a caminar por la música.
Después llegó la Banda de Conciertos de Centro Habana, donde aprendí a leer música, a tocar varios instrumentos de percusión, a trabajar en colectivo y de la disciplina, entrega y sacrificio.
Guardo muy gratos recuerdos de entonces y excelentes amigos, y agradezco especialmente al maestro Manuel Duchesne, quien nos guiaba".
La carencia de formación académica no ha sido limitante para el desarrollo profesional de Asiel Schuman Fariñas.
Su dedicación a los estudios lo han llevado hasta donde está.
"...todo lo que he aprendido ha sido por interés y motivaciones propias, escuchando mucha música y estudiándome todos los videos musicales que caen en mis manos, esa ha sido mi mejor escuela", afirmó al respecto.
Su pasión por el drums responde a su temperamento hiperactivo, con este instrumento logra dar riendas sueltas a sus energias.
"...cuando pequeño me gustaban todos los instrumentos de percusión, algo que pocos entendían.
Y la batería como instrumento no oriundo de Cuba me atrapó, lo vi como el aliado perfecto para canalizar mis energias.
Siempre diafrutaba mucho sus ejecuciones por cubanos y extranjeros y en especial cuando disfrutaba de Los Van Van y la manera en que Samuel Formell sacaba de él los sonidos más inimaginables...".
Las renuncias ante posibilidades de esparcimiento han sido muchas desde que comenzó su acercamiento a la música y hasta la actualidad.
En ese sentido sus palabras fueron las siguientes: "...cuando mis amigos jugaban futbal, si ivan al cine o a una fiesta, literalmente hablando, Asiel estaba con las baquetas (palos).
Si la familia se unía a disfrutar, Asiel estaba estudiándose un vídeo. Cuando los compañeros de la escula disfrutaban de períodos de receso, Asiel tenía que prepararse para la Fiesta del Tambor.
Siempre he tenido que renunciar y lo seguiré haciendo por la música, porque esa es la razón de mi vida...".
En su opinión en el entorno musical del mundo existe un estilo cubano que distingue a los bateristas de este Archipiélago: "...eso me pone muy contento, es de las cosas que en el mundo nos hacen únicos .
Se nota cuando está un cubano tocando la batería, vasta con escucharlo en sus maneras y la "bomba" que le ponemos, eso no tiene dudas y es fácil de identificar, por eso me siento feliz de ser deun baterista cubano..."
Aquí tengo otra cubana camagüeyana de 10 años siguiendo tus pasos, mi niña María Camila, ese es su sueño, la percusión, la está estudiando y poniendo mucho empeño.
ResponderEliminarÉxito,salud y suerte para esa niña.Saludos
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