Con la meticulosidad de la alta costura fue hilvanada la más reciente edición de Jazz Plaza online, propuesta audiovisual que en esta oportunidad centró su atención en el proyecto cultural A Buena Hora.
El multifacético Alejandro Mayor, un percusionista devenido en artista del audiovisual, es el encargado en cada entrega de conducir un diálogo que a su vez sirve de antesala a las exquisitas propuestas musicales que ponen al televidente o al internauta en conocimiento de lo ocurrido durante la edición 35 del Festival Internacional Jazz Plaza, evento que a partir de la compleja situación epidemiológica tuvo sus escenarios en plataformas digitales.
En la emisión del pasado seis de agosto el disfrute comenzó con la conversación entre el anfitrión y una invitada de conocidos recursos para la comunicación: Ana María Domínguez (Conductora del espacio radial A Buena Hora).
Con el arte que le ha dado el periodismo como profesión, la carismática colega puso al corriente de lo que sucedió durante la primera edición de A Buena Hora en concierto, una de las secciones que distinguen a la entrega radial que desde 1994 lídera Manolo Luís, su fundador.
El estrecho vínculo de trabajo entre los jazzistas cubanos y este programa de Radio Taino ha logrado complicidad y compromiso entre el colectivo del espacio y quienes se entregan a las libertades que ofrece ese género musical, y eso no faltó en esta propuesta de Jazz Plaza online.
El pianista José Portillo y el violinista Williams Roblejo se encargaron de descorrer las cortinas de un programa que si algo le puedo señalar como negativo es el corto tiempo en pantalla.
Ver al maestro César López lejos de su inseparable saxofón para disfrutar de la manera en que al piano se acompañó en la interpretación de un tema de su autoría, bien merece repetir este programa que tuvo como colofón una combinación de músicos que desde el Jazz u otras expresiones pusieron el punto final a una de las mejores sugerenciaa del Canal Clave en esta programación de verano.
Esperemos que cada semana nos deje como saldo la necesidad de reencontrarnos en línea con el Jazz Plaza.
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