La
vocación para el arte es algo que se desarrolla desde las primeras edades.
Resulta emocionante ver a los pequeños cantar, bailar, dibujar o tocar un
instrumento musical, pero observarlos en una interpretación de roles en puestas
de teatro, resulta especialmente gratificante.
Juan
David Suárez Núñez, tiene seis años de edad y forma parte de un grupo de Teatro
de la Casa de
Cultura en el Municipio Diez de Octubre, a él le gusta mucho esta
manifestación, con la cual aprende a comportarse en la escuela, expresó a esta
reportera.
“Una gallina en bicicleta” es el título de la
obra que prepara la Instructora Consuelo
Ramón, en la Casa
de Cultura Raúl Gómez García, en el municipio Diez de Octubre, para esta puesta
los protagonistas, que no exceden los 10 años de edad, trabajan con esmero.
“……
para mi el Teatro es una manera de aprendizaje, con él uno puede aprender a
expresarse, a caber los movimientos, a actuar…….” Respondió Carla Matas Pérez,
quien desde sus siete años de edad pretende ser actriz de teatro y bailarina.
Con
siete años de edad el niño Jonatan Expósito Rodríguez asegura que no le gusta
el reguetón, y que prefiere este arte, calificándolo de muy divertido e
instructivo.
Con
varios años de experiencia como aficionada al arte de las tablas, Massiel Moya
Martínez, con sólo ocho años ha actuado en varias agrupaciones escénicas,
obteniendo reconocimientos y recibiendo el agasajo especial por su desempeño
escénico.
Estos
pequeños acuden a la institución cultural luego de cumplir con sus deberes
escolares, los lunes y los viernes, con el propósito de divertirse y aprender
algo nuevo que los hará mejores seres humanos y les permitirá ver la vida desde
otra perspectiva.
La
profesora de estos niños está recién llegada de Venezuela, lugar donde como en
su patria, enseñó los secretos del teatro a chicos y grandes, para ella
trabajar con este grupo de niños es muy expontáneo, por lo que el trabajo se disfruta mucho.
Con
apenas cuatro meses, esta agrupación presentará el próximo 26 de enero el
estreno de la obra, en la Casa
de Cultura del Municipio Diez de Octubre, lo que tiene entusiasmado al
colectivo y a los padres.
A la
interrogante de cómo ve la instructora, la vitalidad del Teatro cubano en los
momentos actuales, la respuesta fue: “existe mucha competencia
con otros medios y tecnologías, que han ocupado espacios, pero los instructores
de la manifestación estamos luchando por no dejarla morir.
Soy de las que opina que el Teatro de hoy es
un reflejo de lo que se vive a diario, hay muchos jóvenes que tienen internes,
especialmente los niños lo disfrutan mucho, por lo que aconsejo a los padres
que los lleven a ver puestas en escenas porque esta es una manera de contribuir
con su formación escolar, por lo que aporta al conocimiento de la literatura y
la lengua materna”
El 22 de enero de 1869 tropas de voluntarios
coloniales arremetieron contra la población en el coliseo Villanueva, dando
lugar así al Día del Teatro Cubano, una manifestación que se enseña desde los
primeros años, lo que hoy se ejemplifica en los pequeños María Carla Hidalgo,
Juan David Suárez, Karla Matas, Jonatan Expósito, Maciel Moya, Talía Pérez,
Leyanis y Dayanis Peraza, Diamelys de la Caridad, y Consuelo Daysi, chiquitines que con
menos de 10 años preparan la presentación de la obra “Una gallina en
bicicleta”, bajo la batuta de la instructora Consuelo Ramón.
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