sábado, 2 de noviembre de 2013

Antes de que caiga el Telón



Fotos: Jorge Luís Sánchez Rivera

Mañana tres de noviembre, La Habana despedirá el XV Festival Internacional de Teatro, un evento que desde el 25 de octubre ha estado ocupando las principales carteleras de las salas capitalinas.

Obras para grandes y chicos han hecho el deleite de jornadas signadas por el buen hacer, en cualquier latitud ya que de todos los continentes llegaron agrupaciones de disímiles formatos para cautivar la atención de los espectadores de una nación donde se sabe apreciar lo bueno.

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Desde la lejana Rusia llegó Ana Karenina, para descorrer las cortinas de la celebración y consternar al público que de pie junto a sus asientos se mantuvo por espacio de 20 minutos, aplaudiendo la presentación del Teatro Estatal Académico Evguéni Vajtángov. Este espectáculo coreográfico está basado en la novela homónima de León Tolstói.

 Llegar a la luna no es tan fácil como se piensa, por eso Liz y Yaz lo intentan una y otra vez, ponen en práctica las sugerencias de la abuela de Liz, las recomendaciones del padre de Yaz, preguntan al vendedor de baratijas, a la maestra de música, planifican por aquí, construyen por allá. 

En medio de los preparativos para el viaje, los niños se preguntan: ¿llegaremos a la luna?, ¿será tan extraordinaria como la describe la abuela?, ¿valdrá la pena hacer tan largo viaje?, ¿y si fracasamos?,   en eso consiste El Caso de la Luna, obra que desde los Estados Unidos, trajo a La Habana Artefactus Cultural Project.
 
De Finlandia llegó Sixfingers Theatre con Trafika, puesta en escena que en tan solo 45 minutos hizo reflexionar a los que estábamos en el Café Brecht, con la trama que cuenta la relación de una pareja que solo logra comunicarse a través de señales de tráfico.

 Para la Compañía Teatral Apsara, de Suiza, llegar a la capital cubana con No es tiempo de sirenas fue un gusto inmenso, el espectáculo es la angustia perpetua de evitar las trampas de la vida cotidiana las angustias que provoca la emigración femenina, un universo en el que el contrato de «artista de cabaret», puede ser una puerta abierta a la prostitución. Nadie emigra y queda impune.  


Muy particular fue la presentación del espectáculo traído desde la India, con motivo del Festival de Cultura de esa nación asiática, que hasta el cinco de noviembre tiene lugar en la capital de esta Isla del Caribe.

El coliseo del Teatro Mella recibió al  espectáculo Nrityarupa, un mosaico de danzas tradicionales hindúes, quedando de esta forma inauguradas, oficialmente, jornadas de cine, literatura y cultura culinaria de la nación de Rabindranath Tagore.

Muchas otras han sido las presentaciones teatrales del 15 Festival Internacional de Teatro de La Habana, un evento en el que han estado presentes acercamientos, desde la teoría, a esta manifestación artística.



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