A
la cultura Bantú estuvo dedicada la edición 22 del Festival de Raíces Africanas
“Wemilere 2013”,
que desde el poblado habanero de Güanabacoa nuevamente hizo hablar
a lo más enraizado de la cultura africana en este Archipiélago.
De
muy provechosas fueron catalogadas las Clases Magistrales impartidas por el
maestro Johanne García, quien con su sapiencia
condujo a jóvenes Instructores de Danza por los intricados cominos de los
bailes yorubas, congos, bantúes y karabalíes.
Cada
uno de los encuentros dio inicio con intercambios a cerca de conceptos
elementales de la relación alumno-profesor, partiendo del término instrucción,
a lo que se sumaron anécdotas que enriquecieron el debate y el entendimiento de
temas relativos al aporte de los pasos básicos de orichas del panteón Yoruba, a
los bailes populares cubanos.
Otros
de los momentos del Wemilere fueron las presentaciones de resultados de trabajos
científicos, en el coloquio Presencia, un encuentro entre investigadores que tuvo
por sede el Museo Municipal, al tiempo que la Galería “Concha Ferrán”,
fue el espacio donde se presentó el Octavo Salón de Artes Plásticas “Lo
africano en la postmodernidad”.
Al
decir de Eldis Llanes, directora de la institución, el principal objetivo del
Salón era promover y estimular la labor de los creadores que realizaron una
mirada más contemporánea al fenómeno de la africana en Cuba.
Acciones
comunitarias, la Feria El
diablito, muestras culinarias, muestra de audiovisuales y la puesta en escena de
la obra “Virginia y los Orishas”, a cargo del grupo de teatro de La Villa, fueron otras de las
opciones para disfrutar con las tradiciones africanas.
Desde Mozambique llegó
a Wemilere
Miguel
Costa Mkaima es el Embajador de la
República de Mozambique, tierra donde se mantienen algunas de
las tradiciones culturales expuestas en la recién finalizada fiesta
guanabacoense.
“Es
una experiencia muy interesante e importante porque la historia de los
africanos en África y en el mundo es muy larga, por lo que con el tiempo mucho
se pierde, y el Wemilere es un espacio donde se debaten y mantienen vivas las
costumbres de mi continente.
La
exportación de la cultura africana a Cuba es también muy larga, por lo que es
necesario que encuentros de esta naturaleza se realicen con más frecuencias para garantizar la
transmisión de las experiencias y conocimientos entre las generaciones y así certificar
la preservación y la valorización de esos datos históricos”, comentó el
diplomático.
Al
inquirir su opinión sobre el mantenimiento de lo auténtico de las raíces
africanas en Cuba, Costa Mkaima contestó que existen varias formas en que los
cubanos garantizan el sostenimiento de los aspectos culturales del África, en
especial las danzas, las cuales rítmicamente mantienen la autenciticidad de las
cadencias y fuerzas, y la imaginación de la existencia de un mundo espiritual,
siendo este la base de las religiones africanas.
La
manera en que se toca el tambor, también fue reconocida como forma de preservar
lo identitario de las culturas africanas den Cuba.
El
también Licenciado en Historia del Arte se confesó asombrado con el parecido
físico de muchos cubanos con los de su tierra, tenemos características
similares, acotó, eso es también una forma de preservar nuestra cultura.
“El
tratamiento de los cabellos de los hombres, la forma de acicalarse las mujeres
negras cubanas, me hace recordar a los hombres y las mujeres de mi tierra y
esto es también una forma de mantener viva la cultura africana”, puntualizó
sonriente.
Las
principales diferencias entre cubanos y mozambicanos fueron identificadas en
aspectos temperamentales que hacen únicos a los que habitamos esta Isla del
Caribe, quienes nos identificamos por la alegría y la explosividad entre otras particularidades.
Yo
siento, continúo comentando, que los blancos cubanos son muy diferentes a los
de Europa, son iguales por el color pero su manera de ser los hace más que
blancos, los hace simplemente cubanos.
Fotos: Jorge Luís Sánchez Rivera
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