Con pasos certeros
han transitado Gleyner Delgado y Daniela Rojas por el Show televisivo Bailando
en Cuba, iniciativa de RTV Comercial que ya se acerca a los finales.
Ellos defienden el
número nueve y han sido los de puntuación más alta en la competencia,
demostrando seguridad, dominio y conocimientos de los ritmos cubanos.
Llegaron al certamen
para dejar por sentado la calidad interpretativa, que va creciendo en cada
presentación con una danza en la que entremezclaron proyección escénica,
maestría interpretativa, destreza y la sensualidad de los nacidos en esta Isla.
Ella procede de una
familia de artistas, comenzó su paso por la danza en la Escuela elemental de
Ballet de su Habana natal, para luego graduarse en la especialidad de
variedades en la
Escuela Nacional de Arte, conocimientos que llevó al Ballet
de la Televisión
Cubana.
El trae a la
competencia el conocimiento adquirido durante su paso por el Ballet Folclórico
de Camagüey, pero dejemos que ellos mismos cuenten sus experiencias.
“…el Ballet
Folclórico de Camagüey fue una escuela para mí, me enseñó el respeto y la
seriedad ante el trabajo y la
Compañía, y me ha ayudado a complementar todo lo que he
demostrado aquí.
El Ballet
Contemporáneo Endedance me ha refinado el conocimiento y la mezcla de estas dos
escuelas es lo que he puesto en el escenario durante estas presentaciones”,
comentó el agramontino.
Haciendo referencia a
la convivencia con el resto de los competidores los jóvenes apuntaron: “…más
que rivalidad aprendemos unos de los otros, convirtiéndonos en una familia.
Cada artista que está aquí tiene una propuesta y un estilo diferente de lo que
bebemos todos.
A diferencia de la
temporada anterior, este grupo ha logrado identificarse, aunque haya cierta
rivalidad por ser una competencia, pero no se nota, todos contribuimos con
criterios y sugerencias a que mejoremos en las presentaciones.
Eso mismo sucede
entre los coreógrafos, todos se ayudan en pos de un mejor espectáculo…”
Otro de los elementos
a que se refirieron los bailarines fue el relacionado con las exigencias para
el trabajo: “…poder interpretar con calidad cada una de las piezas que montan
los coreógrafos exige muchísimo de nosotros, comentó Daniela, hemos empezado
con contemporáneo, algo que necesita concentración y fuerza individual”.
Esta joven pareja de
bailarines ha sido la de mayor acumulado durante la competencia, eso significa
un compromiso para ambos, “…eso significa una exigencia muy grande,
primeramente con el público, que es para quien trabajamos y lo que resulta muy
difícil, mantener esa puntuación nos ha costado mucho”, dijo Gleyner, secundado
por su pareja quien puntualizó: “…en cada programa hemos tratado de ir en
crecimiento, lo que no ha sido imposible, aunque si difícil…”.
A la interrogante de cuál ha
sido el momento más difícil para esta pareja, ambos coincidieron en que la
primera presentación, en la que danzaron al ritmo del tema Sábanas Blancas,
constituyendo un desafío grande para ella, en particular.
“Para mí fue la más difícil,
mientras más la ensayaba menos pasos lograba, ya que no la sentía en su
totalidad, entonces tuve que enfrascarme en vencer el miedo que me causaba,
pero por suerte todo salió bien y obtuvimos 26 puntos, como reconocimiento al
sacrificio de ambos…”
El poco tiempo para el
descanso es lo que menos gusta a esta pareja, y lo que más han disfrutado ha
sido la relación con los colegas, las amistades que han surgido y el
aprendizaje diario.
“…a diferencia de la primera
temporada tenemos posibilidad de trabajar con todos los coreógrafos, y eso es
algo muy positivo ya que aprendemos un poco de ellos, haciendo coincidir sus
enseñanzas en nuestras acciones presentes y de seguro en las del futuro”,
coincidieron ambos.
Con nuestros mejores
deseos para los jóvenes Gleyner Delgado y Daniela Rojas, integrantes de la
pareja número nueve del show televisivo Bailando en Cuba, agradecemos sus
declaraciones a esta publicación.
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