El color, la belleza en las ejecuciones
coreográficas y la sonrisa permanente en los rostros son de los atributos que
han distinguido por ocho décadas a los integrantes de la comparsa La Jardinera, una de las composiciones
que identifican a los festejos populares más antiguos de los de su tipo en el
país.
El bautizo de las farolas de las comparsas
tradicionales que participan en el Carnaval habanero es una de las acciones con
que inician estos festejos, constituyendo elementos ancestrales con los que se
bendicen los estandartes que sobresalen en el área del paseo.
El próximo seis de agosto tendrá lugar el
primero de esos bautizos y será justamente La
Jardinera, su protagonista, con la peculiaridad de que el padre de la
Iglesia de Jesús María (Habana Vieja), bendice cada uno de estos elementos,
mostrando una simbiosis peculiar entre culturas.
En diálogo con Digna Sánchez, directora de la
legendaria comparsa conocimos que para este año se prevé un espectáculo que
aunque apegado a la tradición, recreará la existencia de La Jardinera desde una visión contemporánea, en la que se
mantendrán los elementos que la han eternizado.
Resulta curiosa la tradición familiar en esta
comparsa, allí bailó su directora hace más de seis décadas, allí conoció a su
primer esposo y padre de sus hijos, muchos de ellos integrantes de La Jardinera, junto a nietos y bisnietos.
Para garantizar la perdurabilidad está La Jardinerita, formato infantil de la
comparsa, quienes han heredado de sus padres el amor por la cultura popular y
en especial por este baluarte de un barrio de La Habana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario