Entrevista a Roberto Fonseca, pianista y miembro del comité organizador
La edición 35 del Festival Internacional al Jazz Plaza es el centro de atención por estos dias, a partir de la atractiva propuesta
que presenta en varios escenarios de La Habana y Santiago de Cuba.
Con Roberto Fonseca, uno de los artífices
de esta nueva etapa de la cita jazzística
dialogamos.
¿Qué novedades trae esta edición
de Jazz Plaza?
Los deseos de los músicos por hacer cosas interesantes para el
Festival. Hubo una época en que los intereses disminuyeron; y ese fue
motivo también para que el público
perdiera el interés.
Afortunadamente la realidad
es otra y eso se puede apreciar en las ediciones más cercanas.
Ahora nos llegan
proyectos nuevos y muy interesantes, al tiempo que los jazzistas se unen para protagonizar
conciertos especiales, lo que es muy importante para la cultura cubana.
¿Cuáles
son las principales aspiraciones de Roberto Fonseca, con el Jazz Plaza?
El sueño mío
es que el Festival de Jazz de Cuba se convierta en el lugar a donde todo el mundo
quisiera venir, no sólo por ver a importantes jazzistas del mundo, sino
fundamentalmente para apreciar el nivel y el talento que aquí tenemos.
Me encantaría que los grandes del mundo se motivaron por
hacer colaboraciones con nuestros músicos,
algo que ya ha comenzado a suceder.
Por ejemplo en esta
edición estará David Liverman, una de las leyendas del saxofón colaborará
con músicos de esta Isla.
¿Cuáles
son los más
importantes músicos
extranjeros que están
en esta edición?
Estarán con nosotros importantes jazzistas del mundo,
quienes llegarán desde España, Chile, Rusia, Holanda, Martinica, Austria,
Alemania, Suecia, Noruega, Puerto Rico, México, Venezuela, Haití, Argentina, Eslovaquia,
Canadá, Japón, Brasil y Colombia.
Entre los más representativos
del género están Eddy Gómez, los maestros Stanley Jordan, el saxofonista estadounidense David Liebman,
la trompetista, saxofonista y cantante española Andrea Motis y el DJ Joe
Claussell.
¿En su opinión
cuáles han sido los principales aportes de los
festivales de Jazz a las nuevas generaciones
de músicos?
El aporte es infinito,
los festivales son un punto de reunión
en torno a la música cómo lenguaje universal, y quien lo escucha se da cuenta
de la gran diversidad de sonidos, de maneras de expresión y colores que contribuyen a su formación.
Yo soy un producto
de los festivales de Jazz. Cuando era pequeño
mis padres me llevaban y eso me deslumbró
de tal manera que siempre quise que mi música
sonara así.
¿Qué
recomiendas a los lectores de esta publicación?
Que no pierdan la
oportunidad de disfrutar de las propuestas de este Jazz Plaza, porque tiene mucha fuerza y los músicos
participantes traen muy buenas sugerencias.
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