El 2019 ha sido un año de marcada
significación para los artistas y creadores habaneros.
Para comenzar, creo que vale
la pena destacar la actitud solidaria de los músicos de todas las generaciones con los afectados por el tornado que arrasó parte
de la capital a inicio del año. Ellos llevaron su arte a las comunidades más
dañadas, acompañados de esperanza y fe en la Revolución.
La celebración de la Feria Cubadisco fue momento importante
para resaltar la discografía cubana, que aunque no exhibe sus mejores momentos
ha mantenido una marcha digna.
La casa discográfica EGREM
celebró sus 55 años con varias acciones entre las que destacan la segunda
edición del Festival Josone Jazz, Rumba y
Son, evento hasta el que llegaron agrupaciones de prestigio internacional para
compartir escena con importantes formatos cubanos, propiciando una alta calidad
a la propuesta.
La reapertura de dos de sus centros:
El Café Cantante Mi Habana y la Casa de
la Música de Galiano y el nacimiento del Centro Cultural La llave, ubicado en el municipio Cerro, unido a presentaciones de
varios fonogramas que llevan su sello y la reinauguración del histórico Estudio
102 de grabaciones han sido las maneras escogidas por el colectivo para
celebrar su cumpleaños.
Especialmente significativo fue
el concierto que ofrecieran en el Malecón de La Habana el grupo Gente de Zona,
quienes despojados de la fama que han ganado con su trabajo y talento, regalaron
a la ciudad una presentación de lujo en la que interpretaron lo más conocido de
su repertorio.
La emblemática Festival Internacional Fiesta del Tambor "Guillermo Barreto in Memoriam" liderada por el maestro Giraldo Piloto y erigida en espacio ideal para
tomarle el pulso a la percusión cubana e internacional, celebró una edición que
trajo a escenarios habaneros a un elenco de lujo, hecho que ha caracterizado a esa cita sonora por
más de quince años.
La música urbana, la campesina,
la tradicional, los cantos corales, la música de cámara, el canto lírico, el
son, la rumba y la timba tuvieron momentos especiales este 2019.
Entre los sucesos de obligada
referencia, desde el punto de vista musical está el medio siglo de Los Van Van, aniversario que se celebró con
la prestancia que merece la agrupación reconocida como “Ell tren de la Música cubana”.
Otros cumpleaños de lujo se
han celebrado este 2019: el centenario de Benny Moré, las seis décadas de la
Orquesta Sinfónica Nacional y las siete del pianista Frank Fernández son sólo
algunos.
Un espectáculo de lujo dedicado
a quien por muchos motivos está en lo más alto de la música cubana: Ernesto Lecuona,
fue liderado por el maestro Ulises Aquino, quien logró reunir a un elenco selecto
en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
Un festival de Jazz de lujo
y un certamen de jóvenes jazzistas Jojazz
de reconocida calidad se inscriben entre los eventos mejores logrados en el
ambiente sonoro en La Habana.
2019 ha sido especial
también para el maestro Joaquín Betancourt, quien con su joven Jazz Band y al
frente de otros proyectos musicales demostró una vez más su valía como músico, sólo superada por sus
excelentes cualidades humanas. Todo esto contribuyó a la decisión de un jurado que reconoció al
talentoso maestro con el Premio Nacional de Música.
Muchísimo más sucedió durante
estos doce meses, la celebración de certámenes donde los jóvenes fueron protagonistas
también merece una mención, en especial la reaparición del Concurso de Interpretación y Composición Adolfo Guzmán, evento que
aunque se alejó de sus propuestas originales, ponderó la canción como género y demostró
que también los nuevos intérpretes ven en éste una opción para defender la
música cubana.
No quiero cerrar este primer
acercamiento a lo que ha sucedido en este 2019 sin hacer referencia a lo que a
mi entender ha sido uno de los sucesos más significativos desde la música: la
joven agrupación Más con Menos.
Este formato músical, liderado
por el percusionista Eduardo Ramos vivió un año especialmente favorable, logrando
llenar todos los espacios en que se han presentado y conformando un grupo de seguidores
que aman y respetan el excelente trabajo que realizan fusionando de manera inteligente
sonoridades cubanas y foráneas en una propuesta ante la que hay que quitarse el
sombrero.
Su primera producción discográfica
vio la luz este año Contratiempo fue
su carta de presentación, una credencial que sin dudas los única entre los fenómenos
musicales que harán historia en la rica leyenda musical que es Cuba.
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