Adalberto Álvarez defenderá la música desde otra dimensión

En la mañana de hoy el Instituto Cubano de la Música hizo pública la comunicación del deceso del maestro Adalberto Álvarez, una de las más importantes figuras de la música cubana en el siglo XX, reconocido por su defensa incansable del Son Cubano.

Identificado como el Caballero del Son, Adalberto se distinguió por la calidad de sus creaciones y la fuerza interpretativa de las agrupaciones que lideró, en las que dejó su personalidad y la impronta de su obra, legando a la música cubana un estilo respetuoso y una calidad indudable conocidas en temas que han popularizado sus agrupaciones y otras cubanas e internacionales, resultando el sonero cubano más versionado en el ámbito latino en las últimas tres décadas.

Pianista, compositor, arreglista y director de orquesta, fue reconocido en 2008 con el Premio Nacional de Música, por sus aportes e innovaciones al género Patrimonio de la Nación, y al que logró dedicar un día, por primera vez el pasado 8 de mayo.

Entre sus principales aportes está la manera en que trajo a estos tiempos el Son cubano, ubicándolo en importantes lugares dentro del gusto y la preferencia del público bailador e insertándolo en los principales espacios musicales del ámbito internacional.

Sus creaciones han sido defendidas por importantes artistas cubanos e internacionales: Isaac Delgado, Omara Portuondo, Juan Luís Guerra y la 440, Oscar de León, Andy Montañez, y Papo Lucas y la Sonora Ponceña son sólo algunos.

Más de una veintena de exitosos volúmenes conforman la discografía que quedará para la historia y que debe servir como guía para quienes se forman en las academias o quienes se dedican a el arte musical, en cualquiera de sus expresiones, por ser referentes de respeto, calidad y limpieza en su ejecución.

Innumerables premios recibió a lo largo de sus 72 años este hijo de Nené Álvarez y Rosa Zayas: la Orden Féliz Varela, varios Premios Cubadisco, y la distinción Gitana Tropical, son solo algunos de los que distinguieron la valía del trabajo de quien en 1978 fundara el grupo Son 14, y en enero de 1984 la agrupación Adalberto Álvarez y su Son, con la que logró nuevas posibilidades sonoras para el género que defendieran Benny Moré, Pío Leyva, Miguelito Cuní y Miguel Matamoros, por solo citar algunos de los grandes de la música cubana.

La noticia de esta mañana consternó al mundo, pero a su vez abrió las puertas para el compromiso mayor de quienes desde la música defienden la identidad nacional, ellos adquieren ahora la responsabilidad de mantener lo que el maestro logró.