Este cuatro de abril la agrupación musical Papucho y Manana Club celebrará sus primeros doce años, período en el que han ido dando pasos hacia la excelencia musical, aprovechando cada oportunidad para crecer y solidificar sus enfoques dentro del entramado de la cultura cubana.
Para celebrar el aniversario dan los toques finales a Timba 3.0 su cuarto disco, material que tiene como peculiaridad la presencia, en calidad de invitados, de catorce jóvenes exponentes de la música bailable cubana, (algunos conocidos): Norisley Valladares (El Noro), Emilio Frías (El Niño), Yasser Ramos, Dagoberto Vázquez (Orquesta Revé), Mixael Cabrera, Solangel Fernández y muchos otros que desde Cuba u otras latitudes defienden la sonoridad de la nación.
Cumpliendo con las medidas necesarias para evitar el contagio con el mortal Coronavirus el fonograma fue concebido a través de las redes sociales, elemento que lo distingue y afianza la intención de plasmar el crecimiento profesional de los involucrados.
Con el propósito también de celebrar el cumpleaños, la agrupación que dirige Pedro Ordoñez (Papucho) ultima detalles para llegar este 25 de abril a las plataformas digitales de Manana... con un concierto especial en el que se podrá disfrutar de los temas contenidos en el CD que al decir del líder de la agrupación denota la madurez alcanzada por el grupo.
"...después de doce años este fonograma demostrará la evolución del grupo en materia de composiciones y arreglos.
Como jóvenes que somos tenemos muchas inquietudes musicales que expresar, pero en este disco se notará una agrupación más centrada en las ideas a exponer y en la búsqueda de mayor estabilidad para el disfrute del bailador, sin dejar atrás la musicalidad..", comentó.
Timba 3.0 es el resultado de un trabajo de creación colectiva en el que sobre la base de las creaciones propias del director de la agrupación, varios de sus integrantes y otros amigos aportaron su lírica, resultando temas de Mixael Cabrera, Alain Flores, Alejandro Casanova y Pedro Ordoñez, quien además asumió la producción del fonograma.
El trabajo en conjunto con tantos invitados es una expresión de continuidad del legado de la Timba como género musical que ha logrado posiciones importantes en el pentagrama internacional, a ese particular el también bajista hizo referencia:
"..con este disco pretendemos demostrar la unión que existe entre los que hemos apostado por la música que nos identifica en el mundo, sin diferencias entre generaciones o estilos. Quise incluir a los más nuevos exponentes para demostrar además, que los jóvenes estamos unidos en función de nuestra identidad sonora, y trabajando para darle más fuerza.
El tema que da título al disco hace referencia a la necesidad de asumir la evolución mental y musical que los tiempos imponen, para que la música siga creciendo. Aparecerán en el volumen otros títulos como No vasta con amar y El camino.
Comentando sus apreciaciones sobre la evolución del grupo a la altura de doce años, su director expresó: "...hemos tenido una evolución positiva, expresada en el respeto que recibimos del público.
Pienso que encontramos el enfoque ideal para seguir desarollando nuestra carrera, ahora con mayores experiencias y con el interés de consolidarnos en el tejido musical de la nación, enfocándonos más en lo que queremos expresar, algo que creo se aprecia en este nuevo disco.
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