martes, 24 de octubre de 2017

Músicos habaneros visitan a niños sin amparo familiar en Güantánamo


   
Los once niños que residen en el Hogar para niños sin amparo familiar del Reparto Obrero de la capital güantamanera recibieron la visita de reconocidos músicos, equipos de programas televisivos y radiales, invitados al Festival Chocolate con Café que lidera el cantautor Waldo Mendoza.

En una casa con excelentes condiciones de vida residen los pequeños que por diferentes motivos carecen de la atención de sus padres u otros familiares, fundamentalmente la reclusión en centros disciplinarios y/o el fallecimiento de las madres han sido motivos para que estos pequeños se formen como seres sociales con valores, en este hogar.

El pianista Frank Fernández, el cantautor Waldo Mendoza y la joven músico Chila Lynn presidieron la comitiva que en muestra de cariño y respeto por la labor que desempeñan los trabajadores del lugar, llegaron para expresar su compromiso con esta institución.

A la visita se sumaron las representantes de la Empresa de Alimentos y Bebidas “La Estancia”, quienes llevaron una donación contentiva de muestras de sus productos, para cada uno de los pequeños y el colectivo.

“A esta casa llegan los niños a partir de los siete años de edad y aquí residen hasta que arriban a los 18 años, cuando sus padres pierden la patria potestad o no cuentan con otro familiar para su cuidado. Quienes no están en esta situación regresan a sus hogares cuando sus padres cumplen la sanción impuesta por los tribunales

En este lugar cada habitación cuenta con dos camas, un baño, ventiladores y otras comodidades, para que nuestros niños crezcan con las condiciones necesarias para su desarrollo social”, explicó Lesvia Garrido Nápoles, directora de la institución, quien agregó.

Luego de los 18 años de edad el Estado cubano les otorga una vivienda y les garantiza un grupo de condiciones y posibilidades para que continúen el desarrollo a partir del sistema de valores que rigen la sociedad.

“Los fines de semanas las instituciones culturales vienen con iniciativas que motivan a nuestros niños, quienes se relacionan con el restro de la comunidad a través de los centros educacionales a los que asisten, las actividades comunitarias y otras acciones en las que se vinculan.

Nuestro principal propósito es formar a un adolescente con valores, que cuando retorne a su hogar sea capas de valorar la labor que realiza el estado para su protección, atención y cuidado…”

Como los padres, quienes cuidan de estos infantes se ocupan de sus estudios, de la salud, el calzado, la alimentación y todas sus necesidades, elementos que fueron apreciados por los visitantes y constatados en el intercambio con tres niñas de Secundaria Básica que han crecido en este ambiente, luego de perder a su progenitora.

Un cuarto de estudio ataviado con tecnología moderna facilita el aprendizaje y la interiorización de los conocimientos adquiridos en clases, a través de un horario concebido para el acceso de cada uno.

A lo antes expuesto se suma la asignación de un estipendio para la compra de artículos de primer orden de prioridad y para la satisfacción de sus necesidades espirituales, lo que las personas encargadas del cuidado controlan y administran y exigen el cumplimiento de lo legislado para el gasto del citado presupuesto.

Como logro de la Revolución cubana, los pequeños que residen en este Hogar, como en los de sus tipos en el país, reciben atención médica y educacional, las “tías”, como identifican a las mujeres que velan por ellos, tienen a su cargo las consultas médicas, la administración de los medicamentos y la realización de otras acciones que ayude a la solución de las patologías que sean detectadas por los facultativos.

El trabajo escuela-familia-comunidad es un elemento cuidado con esmero entre los actores sociales ya que esta institución tiene la responsabilidad de facilitar un adecuado desarrollo biológico, psicológico y social

“En nombre del Festival, a estos niños que les ha tocado esta dura prueba de la vida y a ustedes que cumplen con la hermosa tarea de protegerlos les hacemos llegar un reconocimiento por lo que hacen, una labor que nos emociona y compromete cada día más. Lo más grande que puede haber en la tierra es el amor y ustedes son ejemplo de ello”, expresó Waldo Mendoza antes de abandonar el lugar