sábado, 29 de septiembre de 2012

Bola sigue siendo la canción



A más de 4 décadas de su muerte este 2 de octubre Ignacio Jacinto Villa Fernández (Bola de Nieve) sigue siendo la canción  cubana.

Nacido en Guanabacoa el 11 de septiembre de 1911 ese singular hombre es sin duda de uno de los más geniales músicos que ha dado la isla caribeña y un genuino icono de la idiosincrasia cubana, identificado por su estilo muy personal, con el que lograba comunicar su mensaje de forma ingeniosa a la manera de los viejos cuenteros.

Se cuenta como dato curioso que fue su tía abuela Mamaquina quien hizo que estudiara música, pues así se lo habían indicado sus santos, otro dato aún más asombroso de su vida es el hecho de que también fuera profesor de matemáticas.

Los orígenes de su apodo se dividen en dos opiniones. Para muchos, lo ideó Rita Montaner en una noche de espectáculo en el habanero Hotel Sevilla a inicios de la década del 30 del pasado siglo, cuando la acompañaba al piano en "El manisero" y "Siboney". Para otros, como el periodista Fernando Campoamor, fue idea de un médico del barrio, Carlos Guerrero.

No obstante fue realmente Rita Montaner quien hizo popular el apodo, que se vio por primera vez escrito en público en México cuando la cantante hizo que pusieran en el cartel de presentación: "Rita Montaner y Bola de Nieve".

Ignasio Villa  padecía de diabetes  y  asma, por lo que su salud estaba quebrantada, a lo que se le sumó en  enero de 1969 una cardiopatía arteroesclerótica.

Su última actuación fue el 20 de agosto de 1971 en el teatro Amadeo Roldán, durante un homenaje a Rita Montaner y  apareció en la televisión por última vez en el programa musical "Álbum de Cuba", un día después de haber cumplido 60 años. Fallece en  Ciudad de México el 2 de Octubre de 1971.



Recordando a uno de los grandes


El 30 de Septiembre Jesús Orta Ruíz arribaría a las nueve décadas de existencia y para recordar la fecha en la Caa de Cultura del Mcpio Diez de Octubre, tuvo lugar la VI Edición del Encuentro de la Décima que lleva el nombre del poeta cubano.


El encuentro fue propicio, además para recordar a las figuras de Adolfo Alfonso y el Jilguero de Cienfuegos, quienes en la presencia de familiares cercanos recibieron el homenaje de la institución.

El escritor, caricaturista y periodista de Trabajadores Pedro Peglez Glez, expuso sus consideraciones acerca de la obra del Indio Naborí, haciendo un acercamiento de la misma a la actualidad y resaltando la vigencia de su métrica y su manera de decir.

El espacio dedicado a la improvisación estuvo cargado de versos, décimas y pies forzados que en voz de repentistas de las peñas campesinas de la ciudad cantaron a la lluvia, al sol, al amor  y al autor de “Guajira Peninsular”, quienes en franca y cordial competencia adornaron la tarde.

Para resumir lo que significó el encuentro, Michel Hernández Gil, uno de los competidores escribió: 

Este evento viene a ser, 
homenaje permanente,
 a quien hizo cual valiente, a la décima crecer.

Este es el mejor taller, 
que del repentismo vi, 
porque el verso que hay aquí, 
haciendo un rimado viaje, 
es el mejor homenaje, 
para el Indio Naborí.

martes, 25 de septiembre de 2012

A los 76 aún con deseos de defender la cultura cubana



Pelladito y uno de sus discípulos (Yandy Alejandro Chang Pérez)
Gerardo Pelladito Hernández. es un músico cubano que excede las siete décadas de existencia, y para quien la edad no es impedimento para hacer algo útil y agradable, aunque por ello no perciba remuneración alguna.

Primer Bailarín y fundador del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, este hombre tiene, en la Casa de Cultura Eloisa Álvarez Guedes, de la Habana del Este, un taller donde enseña a niños a ejecutar los diferentes instrumentos de percusión, con el propósito de  contribuir a que no desaparezcan los ritmos identitarios de esta isla.

El venidero primero de octubre se celebrará el Día Mundial del Adulto Mayor y el profe Pelladito, como lo llaman padres y alumnos, es un ejemplo de tenacidad y amor al arte.

Miembro de una reconocida familia de músicos matanceros, cultores (fundamentalmente de los ritmos afrocubanos) y de la rumba con todos los componentes que integran su ciclo, dígase columbia, güagüancó y yambú, es reconocido como personalidad de la cultura cubana, en honor al quehacer artístico y a la huella que ha dejado en el mundo con sus enseñanzas, tanto danzarias como musicales.

Para él es motivo de preocupación el fenómeno que actualmente se produce con los ritmos y géneros cubanos, que ya no se escuchan y que como el Danzón, han cambiado de nacionalidad por ser este último ahora mexicano.

Su avanzada edad es privilegio para sus discípulos, quienes con él han aprendido ritmos como el Mozambique, el Chachachá, el Mambo, el Dengue y muchos otros de los que ya ni siquiera se habla.

Al preguntarle porqué se mantiene trabajando en la institución comunitaria sin percibir salario, contestó que ama a los niños y “ellos no tienen culpa de eso, por lo que no los puede dejar”

Y es cierto que los ama, porque llegar al aula de música un sábado en la mañana es encontrarse con una algarabía tremenda, pequeños de dos años comparten el espacio con otros mayores y hasta con adolescentes que hacen hasta lo imposible por sacar sonido de tumbadoras en mal estado, tambores improvisados y batás con parches de mala calidad, pero Gerardo Pelladito no cesa en su empeño porque es un músico que demuestra que la edad avanzada no es impedimento para defender las raíces culturales cubanas.