sábado, 19 de diciembre de 2015

Dialogando con cierto Alain


“Me declaro un hombre con suerte al nacer en un solar, al tener muchas carencias durante mi infancia y de haber nacido en este  país, porque aprendí a caerme y a levantarme”
Alaín Daniel, La Habana diciembre 2015

Pocas veces una tropieza con personas reconocidas en el mundo por su talento y que mantenga la sencillez de quienes no lo son y ese es el caso del músico y actor Alain Daniel, quien este año celebra 21 de carrera profesional y diez con el grupo que lo acompaña.

Luego de una conferencia de prensa para anunciar su más próximo concierto, el 19 de diciembre en el Teatro Lázaro Peña (Desagüe, entre San Carlos y Márquez González, Centro Habana) el habanero nacido en un solar en 1977 accedió gustoso a ser entrevistado para esta publicación.

¿Tiene Alain Daniel estudios musicales?

Yo estudiaba dirección coral cuando comencé como extra en dramatizados que se filmaban en los estudios de Mazón y San Miguel, una carrera que casi quince años después regresó y me ha dado la posibilidad de participar en espacios televisivos.

Estudié en Amadeo Roldán, con una generación de músicos impresionantes, aunque mi carrera musical ha estado transitando por diversos momentos, proyectos y discos, en ellos se han puesto de manifiesto los conocimientos que adquirí en la academia. 

Nunca ejercí lo que estudié, pero eso siempre aportó de muchas formas, confieso que jamás me sentí director de coro, tengo claro que no lo iba a ser pero conocí a personas muy valiosas que tuvieron visión para detectar que ese no era mi camino.

 ¿Cuáles han sido los momentos más importantes de tu carrera musical?

El momento en que entré a Bamboleo fue muy importante, le imprimió un cambio a mi carrera, demandó de mí estudios ya que escribía como un boricua y al llegar a esa agrupación tuve que cambiar mi manera de concebir la música enfocándome más en mi público.

Además el grupo me catapultó a la dimensión nacional e internacional de los medios de difusión, siendo este un paso “bendito” a lo que después sería mi carrera como se conoce hasta nuestros días.

Otro momento importante en mi quehacer fue cuando grabé con Pablo Milanés (2011) ese fue un regalo especial para m carrera, cuando canté con Gilberto Santa Rosa por primera vez (Ciudad de Panamá, 2005), además no es secreto que él es mi ídolo, la inspiración de mi carrera.

Especial fue también el estreno de mi banda (siete de agosto de 2005), ahí se marca el rumbo definitivo de mi quehacer y más recientemente el reencuentro que tuve con Tito Nieve, José Alberto “El Canario”, el cubano Alexis Valdés, con mis hermanos de Gente de Zona, Raúl Paz, Descemer Bueno y muchos otros exponentes de la música cubana de hoy.

Desde el punto de vista actoral la llegada a las Tele novelas, al policiaco Tras la Huella y encarnar personajes negativos, hacer tele place.

También los momentos malos han aportado a mi vida profesional, soy un ser humano y de los golpes, las caídas y los malos pasos he sacado experiencias que han hecho que me crezca, porque no soy la excepción, soy un hombre normal como cualquier otro.

Me declaro un hombre con suerte al nacer en un solar, al haber tenido muchas carencias durante mi infancia y de haber nacido en este  país, porque aprendí a caerme y a levantarme, por lo que en mi vocabulario no aparecen las palabras basta, suficiente, demasiado, a mi nada me detiene y eso es sinónimo de perseverancia, constancia y fuerza para levantarse. 

Eres de los que primero se dio a conocer en el exterior y después en Cuba. ¿Por qué crees que eso sucede con frecuencia?

Nuestro país ha atravesado por diferentes etapas y la del inicio de mi carrera fue muy diferente a la actual, había muchas limitantes, estábamos en “pleno período especial”, nos quedamos musicalmente sin mercado porque estábamos muy cerrados desde todos los puntos de vista.

Tal vez por ello no tuve oportunidad, en el momento en que sale mi carrera a la palestra, de que fuera con el diseño soñado, me tocó salir de Cuba en 1994 y empezar hacer carrera en el exterior. Comienzo en el norte de México, en la frontera con Estados Unidos.

Quizá por las relaciones hechas allá y por la manera en que me identificaban como “niño salsero”, llegaron mis canciones primero a productores, empresas e intérpretes foráneos, pero como dicen nunca es tarde si la dicha es buena y años después muchos de mis hermanos de carrera comenzaron a interesarse por mi obra.

¿Te consideras polémico, irreverente o singular?

Irreverente nunca, irrespetuoso jamás, polémico me gusta porque no disfruto mostrarme ante el público con un guión ensayado, siempre me pongo en la piel del televidente o el radio escucha  y cuándo veo una entrevista digo “qué predecibles son, ya se la respuestas” y como eso no me gusta disfruto ir contra la corriente para provocar al entrevistador y crear un ambiente de complicidad.

A veces, como no miento en mis respuestas, digo verdades que a veces otros no se atreven, aunque no está prohibido decirlas, con ello veo la entrevista más real, más natural y de paso polémica.

¿El hecho de tener un público en Estados Unidos y de haberte codeado con grandes exponentes de la música internacional, e incluso mantener amistad con ellos, te ha envanecido?

Eso es mucho más de lo que alguna vez pude soñar a partir de la humildad de mi hogar, pero nunca me lo planteé desde el punto de vista de la vanidad. El ser humano no escapa a diferentes dosis de ego y yo no soy la excepción, ojalá mi vanidad siga siendo mínima.

He visto el desastre y las terribles consecuencias del ego en muchos otros artistas y de quien pierde el piso, espero que  eso nunca me suceda, pero no puedo negar el disfrute que siento con su amistad y las relaciones de trabajo porque son personas que siempre admiré y que significan mucho para mí, ese es un lujo.

Por ello no me siento distante a quienes no han tenido esa oportunidad, hoy las cosas han cambiado y son cada vez más los que tienen acceso a escenarios del mundo y al intercambio con ellos, yo fui de los primeros pero eso no me hace mejor porque hay quien no ha tenido esa dicha y puede poseer más talento.

Prefiero seguir viendo esa dicha con la óptica de que desde cualquier perspectiva es una posibilidad de aprender de ellos, pero eso no puede envanecerme porque tiene muchas maneras de aportar pero también de destruir.

¿Qué queda en ti del solar donde naciste, de tus abuelos que te criaron y de todas las carencias que viviste?

Quedan los mismos sueños, los mismos deseos, tengo claro de dónde vengo y ando por el mundo sin máscaras, tengo una esencia y una necesidad de ese solar que no pude disfrutar, por eso he escrito canciones que en alguna medida lo reflejan. 

De mis abuelos queda todo, les debo lo que soy. ¡Benditos mis abuelos! de los que aún tengo sus enseñanzas ellos no tuvieron muchos estudios pero si una gran educación y una mirada hacia el futuro que les permitió guiar a su familia hacia el lugar donde ellos quisieron.

¿Cuáles son los géneros musicales en los que aún no has incursionado y que te gustaría explorar?

Me gustaría mucho hacer un disco con un formato sinfónico o con una camerata, hacer un disco solemne por la sobriedad que tienen esos formatos y por otra parte, entre las tantas cosas que me quedan por hacer, quiero saldar una deuda con mis orígenes y hacer un disco de boleros, con un el trío Los Embajadores.

¿De los temas que has compuesto cuáles son los que más te han marcado?

Las canciones a veces tienen un alcance impredecible cuando se escriben, algunas sobrepasaron mis expectativas, por ejemplo Avísale a mi gente fue un tema que escribí cuando no era conocido para que abriera mi primer humilde disco, pero llegó a Puerto Rico y la grabó la gran Lucecita Benítez y la convirtió en un éxito.

Otro tema fue Esto sí sabe a Cuba, lo compuse en una guagua en Italia y Hayla la convirtió en un súper éxito en su Disco Diferente, canciones que escribí para Bamboleo, para Tania Pantoja y para otros músicos han tenido muy buena suerte.

Un ejemplo es El zorreo, que nació como una broma y se convirtió en un hit, y ahora estoy muy ilusionado con el tema que grabé con “El Canario” y una que acabo de grabar con el popular grupo Buena Fé, por el que vamos a apostar en el próximo año, esta es una canción de Israel Roja pero estoy enamorado de ella.

¿Con quién te gustaría cantar y aún no lo has hecho?

He cantado con Gilberto Santa Rosa, pero no he grabado con él y esa es una de mis próximas metas, con él estaré el 13 de febrero y ya tengo el dúo escrito desde hace siete u ocho años y es una promesa que esa es una canción que no voy a grabar con nadie más porque la concebí solamente para el gran amigo y cantante Gilberto Santa Rosa.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Museo Quisicuaba, un nuevo espacio para la tradición y la historia



Para satisfacer una expectativa der los vecinos del Consejo Popular Los Sitios en el habanero municipio Centro Habana, el doctor Enrique Alemán, presidente del Cabildo Quisicuaba puso a disposición del público una parte importante de su patrimonio familiar.

La colección, amplia e interesante se agrupa en el Museo Quisicuaba ubicado en la propia residencia del también líder religioso, sito en la calle Maloja e/. Águila y Ángeles, lugar estructurado en seis salas  y que desde el doce de octubre de 1939 mantiene una reconocida labor comunitaria.

El espacio más significativo de la “nueva” institución es la sala dedicada a los altares pertenecientes al sincretismo religioso de matriz africana, aunque de manera especial la historia tiene lugar en la sala contigua donde se expondrán piezas relacionadas con el Partido del pueblo cubano (Ortodoxo).

El Museo tiene como base un guión que muestra la intensión de una familia de clase media de mitad del siglo XX entregada al trabajo social y en sus salas se expondrán colecciones permanentes y transitorias relacionadas con el patrimonio de la localidad, manteniendo su propósito social de acción comunitaria.

Centro Habana, en su calidad de territorio con mayor diversidad cultural en la capital cubana a partir del asentamiento en sus áreas de diferentes culturas del mundo, a lo largo de la conformación de la nacionalidad,  tiene como principal riqueza la amplia gama de expresiones españolas, africanas, asiáticas, árabes y europeas, lo que también tendrá espacio en una de las salas del Museo Quisicuaba.

En conferencia de prensa, el presidente de la institución religiosa y director del Museo, comentó: “Quisicuaba es una institución religiosa viva que ha nucleado y proyectado hacia la comunidad un programa de reinserción social, que como proyecto social incluye todas las manifestaciones del arte, tiene además trabajo de género y grupos de población penal, reclusos y otros actores sociales, sustentadas desde las relaciones humanas y sociales desde la institución religiosa Asociación Quisicuaba.

Desde el punto de vista religioso la institución cuenta con un grupo importante de espiritistas (médiums) y catorce filiales en el extranjero, además la sede para la mutualidad y el intercambio para la Federación de Espiritistas de La Habana, que se retomó luego de haber desaparecido en 1936 gracias al diálogo intercultural y al reconocimiento de la diversidad cultural…”

Entre las proyecciones de futuro para el lugar destaca la posibilidad que ofrece a investigadores e instituciones, los servicios de asesoramiento a estudiantes, la realización de charlas y acciones teóricas destinadas a los miembros de la comunidad.

A diferencia de otras instituciones de su tipo el Museo Quisicuaba prevé lugar para piezas provenientes de la comunidad, rotando las colecciones aproximadamente cada tres meses.







lunes, 14 de diciembre de 2015

Para los que trabajan por amor al arte



Foto: Jorge Luís Sánchez Rivera

Laborar por y para el arte implica compromiso, entrega, sacrificio y dedicación, lleva intrínseco sobreponerse al dolor para hacer reír, tener agudeza en la visión y el olfato para identificar la belleza quizá en lo más imperceptible, renunciar al goce personal para entregarse al de muchos, por eso cada catorce de diciembre se celebra en Cuba el Día del Trabajador de la Cultura.

La fecha se corresponde con el aniversario del natalicio de Raúl Gómez García

Especiales son los dotados con el talento necesario para arrancar una lágrima desde  la pantalla del cine o el televisor, desde detrás de un piano o con la pluma.

“La cultura es escudo y espada de la nación”, sentenció Fidel Castro en justo reconocimiento  a quienes defienden lo más genuino de las tradiciones sin claudicar ante lo foráneo por contagioso que sea, cual escudo defensor de la identidad nacional.

Pero de igual manera, en mi opinión, esta sentencia abriga a los nuevos, quienes sin olvidar sus raíces se lanzan por derroteros escabrosos para apegarse a las nuevas sonoridades, a lo más contemporáneo de la danza y a las maneras más novedosas del espectáculo, cual espadas que abren nuevos horizontes.

En las Casas de Cultura, sorteando obstáculos inimaginables, afrontando carencias e incomprensiones; en las academias de arte donde no están todas las condiciones materiales pero si el deseo, la entrega y la responsabilidad ante el futuro.

En la escena internacional granjeándose lauros que nadie puede negar a pesar de los pesares, los trabajadores de la cultura cubana son dignos herederos de del poeta de la generación del centenario.