Desde el pasado 17 de
octubre la capital cubana es sede del II Congreso de la Asociación Hermanos
Saíz (AHS), evento que culminará el 19 con la sesión plenaria y que los días
previos trabajara en comisiones donde se debate sobre la labor de los noveles
artistas y creadores.
No siempre se tiene la
oportunidad de confrontar con representantes de generaciones diferentes de un
mismo fenómeno y ese es precisamente un privilegio que no quise desaprovechar.
El Doctor en Arte Avelino
Víctor Couceiro Rodríguez vio nacer la asociación en el año 1986 cuando un
grupo de jóvenes artistas y creadores coincidieron en la necesidad de agruparse
para defender la cultura cubana, desde sus incipientes experiencias.
Por otra parte Frank
Martínez, es un trovador de estos tiempos que representa a la nueva generación
de asociados.
Con ellos conversamos para
conocer dos miradas diferentes a un mismo fenómeno.
El Doctor Couceiro provenía
de la Brigada Raúl
Gómez García en la etapa en que surgió la AHS, donde formó parte del grupo de literatos, en
la sección llamada “Literatura para jóvenes”, catalogando aquellos tiempos como
momento de oro.
Entre sus sugerencias para
el futuro de esta institución, el también Máster en Antropología expresó la
necesidad de que los actuales miembros y dirigentes de la AHS se den a la tarea de
escribir su historia, a partir de la experiencia de los fundadores, que están
en la mejor disposición de aportar a la intención de perdurar en el tiempo.
A la pregunta de la
evolución que ha tenido la
Asociación, hasta la actualidad, comentó: “……yo creo que ha
habido momentos muy diversos, no todos han sido buenos, pero me parece que este
es uno de sus mejores épocas, tal vez por el Aniversario 25 y el actual
Congreso, lo que debe ser aprovechado con la intención de perfeccionar su
labor”
Los actuales miembros de
esta Asociación deben saber beber de la fuente que los creó, no excluir, para
crecer, acotó.
Al decir del trovador Frank
Martínez, esta entidad es el escudo en que se pueden apoyar y construir una
obra, sin dejar de lado el talento y el buen gusto.
“Pienso que para los jóvenes
significa mucho acercarse a la joven vanguardia artística,, y tener una obra
sólida y formar parte de esta Asociación”
Para conocer sobre la
jerarquía entre los de la AHS
y los egresados de Escuelas de Arte, preguntamos si se sienten en desventaja
con relación a los graduados de Escuelas de
Arte y la respuesta fue negativa, sobre este tema el talentoso trovador acotó: “puede existir
el individuo con un complejo de inferioridad, pero en general no existe
desventaja entre los que proceden de academias de música y los que no”
La proyección internacional
de la obra artística de los actuales miembros de la AHS también fue motivo para
esta conversación, sobre este tema Frank reconoce que aún es insuficiente lo
que se diseña desde la entidad, a su decir, debe buscarse mayor interacción con
las nuevas formas de crear entre naciones que se identifiquen o no.
La opción de conformar delegaciones
que acompañen a profesionales de otras áreas, fue una de las iniciativas de
quien actualmente integra la membresía de los noveles artistas cubanos.
La última pregunta de la
ocasión fue sobre las expectativas de los jóvenes artistas y creadores con el
II Congreso que sesiona en La Habana, a lo que contestó el entrevistado:
“Que mejoren muchas cosas,
que se profundice en la comunicación interna y en el afán de agrupar a los menos
experimentados en hacer un arte que si bien no es novedoso, se está dejando a
un lado por ser la que menos peculios aporta al creador”
Interesante fue la reflexión
en torno al fenómeno de la música cubana, la cual calificó como en peligro de muerte
porque en Cuba no se escucha música cubana, sino géneros foráneos que se
difunden y en la mayoría de los casos el reguetón carente de mensaje y calidad.
Este salto hacia la
vanalidad y lo más fácil es lo que más arrastra público aunque va en detrimento
de las buenas formas de hacer las sonoridades nacionales, comentó el músico,
quien más adelante puntualizó:
“Es muy triste ver como los niños
ya no cantan canciones infantiles, ahora cantan cualquier barbaridad de la que no
conocen ni el significado y que se le ocurrió a alguien que ni siquiera es
afinado y grabó en una máquina que mejoró su trabajo.
En eso la Asociación y su II
Congreso puede ayudar mucho, en función de dar a conocer lo que se hace por los
jóvenes y talentosos creadores de la Cuba de hoy.
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