Fotos cortesía del entrevistado |
Cuando se hable de
Guillermo González Camejo de seguro muy pocos sabrán de quien se trata porque
con esa identidad no existe ninguna persona reconocida en el panorama musical
cubano, pero si se menciona a Guillermo Rubalcaba entonces no habrá
lugar para las dudas, se trata de uno de los más grandes músicos que ha dado
esta tierra: Cuba
El venidero 13 de
septiembre el maestro Rubalcaba presentará su más reciente trabajo discográfico
“Como en el ayer”, grabado con el sello Colibrí y nominado al Premio Cubadisco 2015 en la categoría de Tradicional
Variado.
La presentación del
fonograma sirvió de pretexto para que llegáramos a su vivienda en el capitalino
barrio “El Fanguito” del Vedado en una calurosa tarde de agosto.
Afable en el trato,
excelente comunicador y exquisito anfitrión ofreció detalles de su historia sus
inicios en la música, la familia y otras curiosidades poco conocidas.
Con ocho años inició el viaje.
Natural de Pinar del
Río y descendiente del maestro Jacobo González
Rubalcaba,
el pequeño Guillermo comenzó con apenas ocho años de edad a mostrar interés por
las sonoridades, el primer instrumento al que se acercó fue el saxofón de su
hermano, con el que trataba de imitar sonoridades antes escuchadas
“Tuve la bendición de
nacer en una familia muy vinculada a la música: mi hermana era pianista, mi
hermano tocaba saxofón y mi padre era director de Banda, por lo que no fue nada
difícil que me gustara.
Cada vez que mi
hermano no estaba en la casa yo me “robaba” el saxo y empezaba a soplar, aunque
no sabía nada de nada y por supuesto no salía ni una sola nota.
Pero me gustaba tanto
que me paraba por la ventana de una escuela de música que tenía Javier Reinoso
y allí me extasiaba viendo lo que hacía con los muchachos, hasta que un día me
descubrió y me invitó a pasar, ahí mismo le tomé la palabra y me convertí en
uno de sus discípulos a escondidas de mi padre…”
El piano también lo
atrapó, desde muy joven no pudo contener
los instintos de sentarse al piano y “empezar a dar manotazos sin saber nada”,
según sus propias palabras, por lo que su hermana fue su primera maestra del
instrumento.
La historia comenzó
un poco más en serio cuando su padre se enteró de sus escapadas para tocar como
saxofonista con agrupaciones de su tierra natal, actitud que le valió
reprimendas y exigencias que le ayudaron a consagrarse y respetar más la labor
de los músicos.
¿Cuándo comienza su
trayectoria como músico aficionado?
Cuando tenía 19 años
la agrupación en que tocaba ganó el concurso “Sin azúcar no hay país” y el
premio fue un viaje a Venezuela al cual pude ir después de obtener la
autorización de mi padre, por la edad.
A mi regreso integré
el Edén Pinareño, después toqué el piano en la emisora CMAB de Pinar del Río, donde
acompañé a importantes músicos cubanos, además me atreví a dirigir las Bandas
Rítmicas de la Escuela Superior y del Instituto de Pinar del Río, a ellos los
enseñé a tocar cuando tenía 20.
Un pinareño en La Habana
Desde 1959 Rubalcaba
llega a la capital cubana a probar su suerte como músico, (ya dominaba el
piano, el violín y el saxofón) y comenzó a hacer suplencias en la Orquesta de
Arsenio Rodríguez donde conoció a Rafael Lay, Richard Egüez, Lázaro Dagoberto y
Rodrigo Prats entre otros grandes de la música cubana.
Especial resultó el
recuerdo de los inicios de Juan Formell, visiblemente
emocionado el octogenario músico rememoró el momento en que dirigió un combo en
el club Barbarán hasta donde llegó el joven
en busca de un espacio en la agrupación.
“Los sábados Formell
me pedía autorización para tocar su guitarra en otros espacios y yo siempre lo
autoricé porque supe que ese joven llegaría a ser alguien muy grande…”, acotó.
La orquesta de
Enrique Jorrín, Afro Cuba All Star y la Charanga Típica de Concierto fueron
formatos por los que pasó como pianista, esta última convertida en Charanga
Rubalcaba desde el año 1973, agrupación que ha trascendido hasta nuestros días
liderada actualmente por el pianista activo más longevo del país (88 años).
Alemania, México,
Estados Unidos, España, África y muchos otros lares han reconocido la labor de
este cubano sencillo y alegre.
De tal palo tal astilla
Reverenciando el
refrán “lo que se hereda no se hurta”, del tronco de Rubalcaba nacieron tres
músicos, y sobre eso el maestro comentó a esta publicación:
“…tuve tres hijos,
dos de ellos fallecidos Williams y Jesús el primero bajista y el segundo pianista.
El más chiquito es Gonzalito, él siempre fue muy
intranquilo, creó varios grupos y su manera de ser le ayudó a conocer más de un
instrumento, el primero fue la percusión y aunque en contra de su voluntad y
teniendo excelentes condiciones se hizo pianista llegando a lo que es hoy.
Recuerdo cuando una
de sus maestras de piano le sugirió dedicarse a este instrumento y él se negó
alegando que ese era un instrumento de hembras….y mírelo ahora es un haz en el
piano y es muy varón…”
Pero la historia no
queda ahí los nietos también siguieron la ruta y el joven Michel González ahora
es un percusionista cubano que está haciendo de las suyas en Chile y su hermana
Elizabeth actualmente integra la Orquesta Rubalcaba.
Soy un hombre sencillo
A la interrogante de quién es Guillermo Rubalcaba lejos de los
pentagramas, las teclas y los compases, obtuvimos por respuesta la siguiente:
“Soy un hombre
sencillo. Este viejito que usted ve aquí toda la vida fue un poco activo, tengo
mis momentos porque cuando las cosas no están bien me enfurezco y peleo pero
siempre tratando de que salgan las cosas lo mejor posible. Me gusta reír y
llevarme bien con las personas.
Adoro comer quimbombó
que resbala, ese es mi plato preferido y mi esposa los hace exquisitos, además
toda la música me gusta, aunque te confieso que disfruto mucho la música
clásica, tal vez porque nací en ese ambiente, además de que adoro mi música
cubana.
Era buen bailador, mi
hermana era mi pareja y con ella bailaba en las fiestas del pueblo”
También tengo creencias
religiosas, hay quien no cree pero yo si tengo fe en Dios por pruebas que he
tenido, pero sin fanatismo. Pienso que en realidad todos tenemos una creencia,
mira muchos creemos en Fidel por todo lo bueno que ha hecho.”
Antes de despedirnos
quise conocer su opinión sobre los caminos que ha tomado la música cubana que
se hace hoy y ante la interrogante no
tuvo que pensar mucho, me dijo: “Te voy a decir una cosa, yo nunca he criticado
a nadie, digo que cada cual es y hace lo que debe hacer.
Pero pienso que
nuestro patrimonio musical se debe respetar, cuando se está ejecutando hay que
tener mucho cuidado con los textos, el modo de difundir y la manera
irrespetuosa que en ocasiones se manifiesta.
Aunque la música sea
de hoy el respeto es de siempre”
Más de una veintena
de discos, el respeto de grandes del mundo y una larga lista de premios y
reconocimientos completan el aval del maestro Guillermo Rubalcaba, una leyenda
de la música cubana
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