sábado, 29 de agosto de 2015

Una leyenda cuenta su historia



Fotos cortesía del entrevistado

Cuando se hable de Guillermo González Camejo de seguro muy pocos sabrán de quien se trata porque con esa identidad no existe ninguna persona reconocida en el panorama musical cubano, pero si se menciona a Guillermo Rubalcaba entonces no habrá lugar para las dudas, se trata de uno de los más grandes músicos que ha dado esta tierra: Cuba

El venidero 13 de septiembre el maestro Rubalcaba presentará su más reciente trabajo discográfico “Como en el ayer”, grabado con el sello Colibrí y nominado al Premio Cubadisco 2015 en la categoría de Tradicional Variado.

La presentación del fonograma sirvió de pretexto para que llegáramos a su vivienda en el capitalino barrio “El Fanguito” del Vedado en una calurosa tarde de agosto.

Afable en el trato, excelente comunicador y exquisito anfitrión ofreció detalles de su historia sus inicios en la música, la familia y otras curiosidades poco conocidas.

Con ocho años inició el viaje.

Natural de Pinar del Río y descendiente del maestro Jacobo González Rubalcaba, el pequeño Guillermo comenzó con apenas ocho años de edad a mostrar interés por las sonoridades, el primer instrumento al que se acercó fue el saxofón de su hermano, con el que trataba de imitar sonoridades antes escuchadas

“Tuve la bendición de nacer en una familia muy vinculada a la música: mi hermana era pianista, mi hermano tocaba saxofón y mi padre era director de Banda, por lo que no fue nada difícil que me gustara. 

Cada vez que mi hermano no estaba en la casa yo me “robaba” el saxo y empezaba a soplar, aunque no sabía nada de nada y por supuesto no salía ni una sola nota. 

Pero me gustaba tanto que me paraba por la ventana de una escuela de música que tenía Javier Reinoso y allí me extasiaba viendo lo que hacía con los muchachos, hasta que un día me descubrió y me invitó a pasar, ahí mismo le tomé la palabra y me convertí en uno de sus discípulos a escondidas de mi padre…”

El piano también lo atrapó,  desde muy joven no pudo contener los instintos de sentarse al piano y “empezar a dar manotazos sin saber nada”, según sus propias palabras, por lo que su hermana fue su primera maestra del instrumento.

La historia comenzó un poco más en serio cuando su padre se enteró de sus escapadas para tocar como saxofonista con agrupaciones de su tierra natal, actitud que le valió reprimendas y exigencias que le ayudaron a consagrarse y respetar más la labor de los músicos.

¿Cuándo comienza su trayectoria como músico aficionado?

Cuando tenía 19 años la agrupación en que tocaba ganó el concurso “Sin azúcar no hay país” y el premio fue un viaje a Venezuela al cual pude ir después de obtener la autorización de mi padre, por la edad.

A mi regreso integré el Edén Pinareño, después toqué el piano en la emisora CMAB de Pinar del Río, donde acompañé a importantes músicos cubanos, además me atreví a dirigir las Bandas Rítmicas de la Escuela Superior y del Instituto de Pinar del Río, a ellos los enseñé a tocar cuando tenía 20.

Un pinareño en La Habana

Desde 1959 Rubalcaba llega a la capital cubana a probar su suerte como músico, (ya dominaba el piano, el violín y el saxofón) y comenzó a hacer suplencias en la Orquesta de Arsenio Rodríguez donde conoció a Rafael Lay, Richard Egüez, Lázaro Dagoberto y Rodrigo Prats entre otros grandes de la música cubana.

Especial resultó el recuerdo de los inicios de Juan Formell, visiblemente emocionado el octogenario músico rememoró el momento en que dirigió un combo en el club Barbarán hasta donde llegó el joven  en busca de un espacio en la agrupación.

“Los sábados Formell me pedía autorización para tocar su guitarra en otros espacios y yo siempre lo autoricé porque supe que ese joven llegaría a ser alguien muy grande…”, acotó.

La orquesta de Enrique Jorrín, Afro Cuba All Star y la Charanga Típica de Concierto fueron formatos por los que pasó como pianista, esta última convertida en Charanga Rubalcaba desde el año 1973, agrupación que ha trascendido hasta nuestros días liderada actualmente por el pianista activo más longevo del país (88 años).

Alemania, México, Estados Unidos, España, África y muchos otros lares han reconocido la labor de este cubano sencillo y alegre.

De tal palo tal astilla

Reverenciando el refrán “lo que se hereda no se hurta”, del tronco de Rubalcaba nacieron tres músicos, y sobre eso el maestro comentó a esta publicación:

“…tuve tres hijos, dos de ellos fallecidos Williams y Jesús el primero bajista y el segundo pianista.

El más chiquito es Gonzalito, él siempre fue muy intranquilo, creó varios grupos y su manera de ser le ayudó a conocer más de un instrumento, el primero fue la percusión y aunque en contra de su voluntad y teniendo excelentes condiciones se hizo pianista llegando a lo que es hoy.

Recuerdo cuando una de sus maestras de piano le sugirió dedicarse a este instrumento y él se negó alegando que ese era un instrumento de hembras….y mírelo ahora es un haz en el piano y es muy varón…”

Pero la historia no queda ahí los nietos también siguieron la ruta y el joven Michel González ahora es un percusionista cubano que está haciendo de las suyas en Chile y su hermana Elizabeth actualmente integra la Orquesta Rubalcaba.


Soy un hombre sencillo

A la interrogante  de quién es Guillermo Rubalcaba lejos de los pentagramas, las teclas y los compases, obtuvimos por respuesta la siguiente:

“Soy un hombre sencillo. Este viejito que usted ve aquí toda la vida fue un poco activo, tengo mis momentos porque cuando las cosas no están bien me enfurezco y peleo pero siempre tratando de que salgan las cosas lo mejor posible. Me gusta reír y llevarme bien con las personas.

Adoro comer quimbombó que resbala, ese es mi plato preferido y mi esposa los hace exquisitos, además toda la música me gusta, aunque te confieso que disfruto mucho la música clásica, tal vez porque nací en ese ambiente, además de que adoro mi música cubana.

Era buen bailador, mi hermana era mi pareja y con ella bailaba en las fiestas del pueblo”

También tengo creencias religiosas, hay quien no cree pero yo si tengo fe en Dios por pruebas que he tenido, pero sin fanatismo. Pienso que en realidad todos tenemos una creencia, mira muchos creemos en Fidel por todo lo bueno que ha hecho.”

Antes de despedirnos quise conocer su opinión sobre los caminos que ha tomado la música cubana que se hace hoy y ante  la interrogante no tuvo que pensar mucho, me dijo: “Te voy a decir una cosa, yo nunca he criticado a nadie, digo que cada cual es y hace lo que debe hacer.

Pero pienso que nuestro patrimonio musical se debe respetar, cuando se está ejecutando hay que tener mucho cuidado con los textos, el modo de difundir y la manera irrespetuosa que en ocasiones se manifiesta.

Aunque la música sea de hoy el respeto es de siempre”

Más de una veintena de discos, el respeto de grandes del mundo y una larga lista de premios y reconocimientos completan el aval del maestro Guillermo Rubalcaba, una leyenda de la música cubana

No hay comentarios:

Publicar un comentario