El
cantante español Santiago Auserón, conocido en el mundo artístico como
Juan Perro está de visita en Cuba con su banda, cumpliendo con un programa de
conciertos en los que por primera vez se unen.
Dos
presentaciones están incluidas en su periplo habanero, una en Fábrica de Arte
Cubano, en la que, según sus palabras, “…será un concierto bien movido, en el
que pretendemos que el público baile y disfrute de nuestro trabajo…”
La
otra presentación será el 2 de diciembre a las siete de la noche en la Sala
Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, sobre ese y otros temas dialogamos
con el también investigador y ferviente admirador de la música cubana.
En
relación con su apego a la música de esta Isla comentó: “Los viajes a Cuba que
inicié en 1984, y a partir de ahí se prolongaron por más de una década, fueron
muy importantes para el aprendizaje de la manera de integrar la poli rítmica que
proviene de África con nuestra lengua.
En
busca de eso salí de mi tierra y encontré que aquí ese era un trabajo de más de
cuatro siglos.
Aunque
provenía del rock hecho en Inglés, siempre tuve la intensión de cultivar la
poética en mi lengua natal, y Cuba me permitió fusionar la herencia
afronorteamericana (de donde provienen el jazz, el blues y las músicas que yo
conocía) con la herencia de mi propia lengua”.
Su
opinión sobre el concierto de Bellas Artes fue la siguiente: “…como estaremos
ante un público sentado, haremos algunas baladas, tal vez alguna versión
comparando cosas del jazz norteño con el bolero cubano, con sonoridades del
jazz contemporáneo.
Esperamos
la complicidad del público cubano, como nos sucedió en la presentación que
tuvimos en Matanzas. El cubano siempre ha sido mi aliado en todas mis visitas a
Cuba.
Hace
mucho tiempo que vengo a esta tierra como investigador y no quiero perder esa
actitud de aprendiz, por lo que vengo siempre a capturar vibraciones, no he
venido a hacer turismo, y lo que quiero es que los de mi banda también se
alimenten de esa energía positiva que tienen los cubanos”.
A
la interrogante de lo que ha aportado la música cubana a su vida profesional,
el líder del antiguo Radio Futura respondió:
“Más de un 50%, yo me eduqué en el rock y en el jazz y el blues, pero todo eso
está hecho en un idioma que no es el mío, cuándo descubrí Cuba descubrí que esa
música norteamericana también estaba aquí dentro.
Eso
lo aprendí con Compay Segundo, con quien traté mucho, también con Faustino Oramas
(El Guayabero), con quien hablaba de todo un poco, y con el maestro Pancho
Amat, alguien que
durante cuatro años tocó en mi banda y del que aprendí los temas de la Trova
cubana, el repertorio de Miguel Matamoros y de otros grandes de esta Isla.
Todo
eso que aprendí está presente de algún modo en la música que hago en la
actualidad, en un mix que sirve para unir los diferentes lenguajes musicales.
Lo
que me interesa muchísimo es ver ahora, como los rockeros cubanos están
haciendo el trabajo inverso, ellos se han alimentado de lo de acá, y luego han
comenzado a integrar lo de fuera, estamos haciendo lo mismo, pero en
direcciones inversas, esa es una de las ventajas que da la música, al final
todo va a parar a un punto común: la unión de los sonidos de todas las
latitudes…”
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