Adiós Pupy, gracias por tu música

 

Luego de "digerir" la triste noticia del fallecimiento del maestro César Pupy Pedroso y como es poco usual en mí, me decido a escribir unas líneas en agradecimiento por todo lo que aportó a la música cubana y por el respeto,  el cariño y el afecto personal que existía entre nosotros.

Su carisma y talento lo ubicaron en lugares cimeros dentro del pentagrama nacional y en especial en la pianística, la dirección de orquesta y la composición, dones que no lo envarecieron ni nublaron su sencillez y alegría.

Imposible no recordarlo al lado de otro grande de nuestra música: Juan Formell, en un binomio que como un tren guió a la orquestra Los Van Van, por los senderos del éxito hasta convertirla en emblema internacional y símbolo de identidad.

Cuando el nueve de mayo de 2018 las redes sociales amanecieron con la falsa noticia de su fallecimiento, la noticia me sobrecogió y provocó una llamada telefónica a su casa.

En aquel entonces entre bromas y sustos dialogamos para los oyentes del popular espacio Disco Fiesta 98 de la emisora Radio Ciudad de La Habana.

“Esas son cosas que suceden y que desconozco con qué idea surgieron, pero lo importante es que lo tengan a uno en cuenta…”, me dijo entonces.

Esta vez es cierto que dejó de estar físicamente el Premio Nacional de Música, el jaranero Pupy, el creador del Songo junto a Changuito y Formell.

Su música nos acompañará siempre, temas como El negro está cocinando, La bomba soy yo, Temba, tumba y timba, El buena gente, Eso está bueno y Ni bombones ni caramelos, son solo ejemplos de la extensa lista de composiciones que han puesto y pondrán a bailar a cubanos y extranjeros.

Ahora, desde otra dimensión, seguirá velando por la música cubana, uno de los empeños que lo guió durante décadas, seguirá exigiendo a sus discípulos de Los que Son Son para que no pierdan el rumbo, al tiempo que en alianza con Adalberto Álvarez, Juan Formell y José Luís Cortés (El Tosco) iluminará el camino de quienes tienen la responsabilidad de continuar preservando las sonoridades que nos definen como nación.

Largos días de enfermedad precedieron su deceso, tal vez preparándonos a quienes lo quisimos, pero como me comentó un joven músico al saber la noticia "...hay cosas que por mucho que se esperen no pueden dejar de doler...".

Hoy sólo me queda agradecerle mucho a Pupy Pedroso por su historia, por sus aportes y por su cubanía.