jueves, 24 de julio de 2014

Bailando cerró el Curso de Verano de la Compañía Lizt Alfonso




El tema musical Bailando, fue el que descorrió el telón de la primera etapa del  XXI Curso de Verano del Ballet Lizt Alfonso en una Gala que tuvo lugar  en el habanero Teatro Mella como colofón de dos semanas de intenso trabajo.       
 
La contagiosa alegría de los niños y jóvenes estuvo presente en quince coreografías montadas por los maestros del curso, quienes son los propios bailarines de la compañía.

Los alumnos de esta etapa recibieron clases intensivas de flamenco, ballet, folclore y fusión, un estilo que caracteriza el quehacer de esta excelente agrupación y atrae cada año a mayor número de interesados  en pasar la etapa veraniega en sus salones.

En años anteriores se interpretaron géneros como el Mozambique y la Conga pero en esta  ocasión el público asistente pudo disfrutar del  Pilón,  bajo la tutela de la prestigiosa maestra Silvina Fabars, Premio Nacional de danza 2014.   

En los salones del Ballet ya se imparten las clases correspondientes a la segunda etapa del presente Curso de Verano y en solo quince días el Mella volverá abrir  cortinas para presentar la Gala de Clausura que resume este período.
 
De vuelta a casa

Bajo el influjo de los  fuertes aplausos y las innumerables muestras de admiración y cariño que le tributó el público alemán, regresó  el Ballet Infantil Lizt Alfonso a La Habana. 

Niños de Cuba fue el título del espectáculo  que se llegó al  Teatro Smichdt de Hamburgo, en  quince exitosas presentaciones caracterizadas por  la entrega y disciplina en el escenario.

Además los integrantes del Ballet Infantil conocieron lugares de interés y la vida cultural de esta ciudad alemana, siempre llenos  la alegría y la espontaneidad, que fascinaba a quienes los identificaron en sus recorridos.         
       
Las emociones vividas se pudieron escucharen voz de la propia directora, en declaraciones telefónicas puntualizó: “…los niños y jóvenes transmitieron sentimientos y limpieza espiritual lo cual hace más fácil la comunicación con el público, cuando se une la danza es más diáfano y la gente termina de pie, aplaudiendo. No escapa a la emoción  un momento muy especial,   lo mejor de todo, cuando terminaba la función, el público gritaba ¡Viva Cuba! , eso es lo más importante…”
         
    
     

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