La Marca es un proyecto sociocultural liderado por Leo Canosa, que
desde la Habana Vieja (Calle
Obrapía, # 108 C) se erige cono estudio taller donde se desarrolla el
tatuaje como expresión artística.
Canosa es toda una autoridad en el arte del tatoo y con más de dos décadas de
experiencia vela por la calidad de la creación, la higiene y las medidas de
seguridad en materia de salud para artistas y clientes, con lo que ha
contagiado al resto del equipo de trabajo.
Otras
manifestaciones artísticas con base en la expresión corporal son tratadas en
este espacio, siempre vinculando a la comunidad como principal destinatario para
sus acciones de capacitación, exposiciones, talleres, proyecciones de
audiovisuales y otras.
Una de las
formas de intercambiar con el vecindario, pensada desde La Marca, son los encuentros con adolescentes para tratar temas desde
una mirada responsable en cuanto a qué exhibir, cómo hacerlo y porqué esperar
hasta los 18 años para eso, al igual que la responsabilidad ante un elemento
que los acompañará de por vida.
Como parte de
la 12 Bienal de La Habana llegó a La
Marca el mexicano Dr.
Lakra para interactuar con sus homólogos y con interesados durante la primera
semana, además los artistas que integran el proyecto se involucran en otras
acciones comprendidas en el programa: reinterpretando carteles a través del
tatuaje, presentación de performances y otras maneras de mostrar su labor.
Con la
profesionalidad que los caracteriza los jóvenes que conforman ese colectivo artístico
dialogan con los que llegan con una propuesta segura y bien pensada, siempre
desde el principio de la perpetuidad de la obra que decidan llevar en su cuerpo.
Haciendo un poco de historia
Según cuenta la historia en las
proximidades del Puerto de La Habana existió por los años 50 un lugar donde se
hacían tatuajes y hasta donde llegaban hombres de mar.
Durante muchos años el tatuaje fue
exclusivo de “marginales”, al decir de la mayoría de la población de la época
que estigmatizaba a quienes lo poseían como seres de un mundo inferior y que
llevaban en la piel las marcas de una realidad oscura.
Fueron los Ñáñigos los primeros en identificarse
con las marcas en la piel y como sus miembros
por diversos motivos eran detenidos y encarcelados, se asoció el tatuaje a una
forma de expresión baja, de personas con escaso nivel cultural, ladrones y
delincuentes en general
De igual manera faltaba arte a los
trabajos de entonces, carteles con poco valor estético, signos de una vida azarosa
durante años de prisión o el recuerdo de hechos nada agradables caracterizaban
a los hombres tatuados, siendo esta una carta de presentación que abría pocas
puertas.
Con
la elevación del nivel cultural en Cuba quedaron atrás aquellos patrones estéticos
lo que abrió las puertas al tatuaje como elemento decorativo que tiene como
lugar de exhibición el cuerpo humano.
La
modernidad en los medios de comunicación, el mayor vínculo con turistas
extranjeros y la aparición de figuras públicas con estos elementos distintivos
han sido elementos detonantes en el hecho de que muchos cubanos se hayan
decidido a usarlos, a lo que se une la incursión de muchos jóvenes artistas con
lo que la calidad se ha elevado considerablemente.
La
higiene ante todo
Exquisito
cuidado en materia de higiene y protección caracterizan al espacio donde no
falta nada de lo imprescindible para el trabajo: agujas, guantes, pigmentos,
cables, máquinas y privacidad son elementos que saltan a la vista en cada
puesto de trabajo.
Para evitar
complicaciones sanitarias en La Marca se
utilizan materiales desechables que adquieren los propios artistas en el
extranjero, como parte del intercambio que sostienen con homólogos del mundo en
Convenciones sobre el tema, lo que los ayuda a adentrarse en los estándares
necesarios de higiene, esterilización y cuidado de los productos.
En este
sentido allí se establecen vínculos con facultativos de la salud para su
asesoría en materia de cuidados y prevención de enfermedades.
Una mirada al futuro de La Marca
Convertirse en
referencia cuando de tatuaje se hable en Cuba es uno de los principales
propósitos de los integrantes del proyecto, por lo que las acciones que
desarrollan están encaminadas en esa dirección.
Cursos para
futuros tatuadores, acciones de superación en materia de arte, consulta de documentos
y preparación en materia de calidad higiénico-sanitaria y artística están en el
interés de los artistas de este singular lugar.
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