Entrevista a Norberto Codina,
director de la publicación
El 15 de abril de 1962 salió
al aire el primer número de una publicación de perfil cultural, dirigida a un
público conocedor de las artes y con el propósito de ser plataforma de diálogo
e intercambio sobre temas de interés para creadores, e intelectuales: La Gaceta de Cuba.
Norberto Codina es el actual director de la
publicación, y gustoso accedió a dialogar con los lectores de esta publicación.
¿Cuál
fue el principal propósito de esta publicación, en sus inicios?
La
Gaceta de Cuba apareció unos meses después del surgimiento de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), a iniciativa de Nicolás Guillén, como espacio
para debatir ideas y promover el arte y la literatura cubana.
Toma su nombre de “Gaceta
del Caribe”, publicación de los años 40,
de la cual Guillén también fue un elemento importante. Posteriormente aparecen
la Revista Unión y el Sello Editorial del mismo nombre.
¿Cómo
valora usted las etapas que ha vivido La
Gaceta de Cuba?
Como toda obra humana esta
publicación ha tenido varias etapas, algunas de esplendor y otras no tan
buenas, o más criticables.
En los años 60 fue un
indiscutible espacio de debate, al punto que muchos de sus artículos formaron
parte de un libro en el que la Dra. Graciela Pogolotti compila los debates de
la década de aquellos años.
Las dos décadas siguientes
fue otro tipo de revista, a partir de la realidad cultural que vivía el
país: los 70 caracterizados por un
período llamado por muchos “Quinquenio Gris” y por otros “Decenio Negro”, y a
principio de los 80 se fue a una publicación más dirigida al gran público, pero
haciendo concesiones que negaban su espíritu original.
La segunda década de los 80,
luego del IV Congreso de la UNEAC se rediseñó la Revista y hubo mayores
acercamientos a sus esencias iniciales, a la vez que debía mantenerse a tono
con las nuevas circunstancias de los tiempos.
A pesar de la dura realidad
que vivió Cuba durante los años 90, la Revista mantuvo su presencia, y a partir
de ahí se ha mantenido de manera sistemática hasta la actualidad.
Vale destacar que en los inicios
la Revista comenzó con un carácter quincenal, después vino un período más
intermitente en el que apareció todos los meses y en la actualidad se publica
cada dos meses, pero con mayor cantidad de páginas
¿En
su opinión cuál ha sido el desafío más importante que ha tenido que afrontar La Gaceta de Cuba?
Estamos hablando de una
publicación cultural cubana y latinoamericana que ha mantenido su salida en
fecha de manera sistemática, ese es más importante desafío que hemos logrado
cumplir.
¿Cuáles
de las personalidades del arte han estado mayormente cerca de La Gaceta de Cuba?
Son muchos, pero muy
importantes han sido los aportes de reconocidas personalidades que han obtenido
el Premio Nacional de Literatura como son Nicolás Guillén, Lisandro Otero
(primer Jefe de Redacción), Jaime Saruzki, Luís Marré, Leonardo Padura y Arturo
Arango, uno de los escritores más importantes de su generación, quien desde
hace dos décadas se desempeña como Subdirector Editorial de la Revista.
Otras figuras prominentes de
la cultura cubanas han colaborado también con La Gaceta de Cuba a lo largo de estos años: Fayad Jamiz, Eliseo
Diego, Lezama Lima, Juan Blanco y muchos otros.
¿Actualmente
cuáles son los principales derroteros de la Revista, en un panorama cultural en
el que confluyen varias manifestaciones y maneras de hacer arte?
La Gaceta… desde hace años se ha propuesto retomar lo mejor de la
tradición original y a tono con la realidad del momento, en correspondencia con
su principio dialéctico.
Por un lado hemos tratado de
preservar el periodismo cultural más elaborado (Entrevistas, Crónicas), sin
dejar de incluir textos de corte académico tiene que ver más relación con un
perfil de arte y literatura en general.
También la Revista ha sido
reflejo de determinados debates y ha dado visibilidad a las figuras de la
cultura cubana, reconocidas o no, y darle presencia a las promociones más
jóvenes, para lo que hace más de dos décadas tenemos concursos de poesía,
cuento y ensayo.
También tenemos un marcado
interés en mantener la presencia de creadores cubanos del interior del país y
los que residen fuera de la Isla, sobre la base de que la cultura cubana es una
sola. El llamado discurso de la diáspora tiene una presencia muy fuerte y
sostenida en La Gaceta…, sobre todo
durante los últimos 25 años.
A todo lo antes mencionado
podemos agregar que nos hemos convertido un referente en el mundo de la
academia cubana por el tratamiento que le damos a temas álgidos de la realidad
cubana de hoy como son los relacionados con la sexualidad, la racialidad, el
género y otros.
¿A
qué público está dirigida esta Revista y cómo se puede acceder a ella?
La Revista está dirigida a
un público interesado en los temas culturas, no exclusivamente para los
especializados, el que se acerca a La
Gaceta de Cuba por lo general tiene conocimientos elementales del arte y la
literatura, no importa su procedencia o estrato social.
Esta no es una revista para
“alfabetizar al lector”, ya el que llega viene con sus herramientas.
En cuanto al acceso, es
lamentable que en los últimos tiempos no tengamos una distribución masiva como
sucedía en años anteriores, pero por motivos desconocidos esta y otras
publicaciones culturales han desaparecido de los puntos de venta, como sucede
en cualquier lugar del mundo, donde coexisten varias publicaciones de
diferentes tipos.
Esa es una realidad que va
en contra de los propósitos de promover y jerarquizar la lectura, diversificar
las opciones de aprendizaje y brindarle al público una variedad de
posibilidades para escoger, en un espacio donde junto a nuestros órganos
principales puedan circular un grupo de revistas culturales que complementen su
instrucción y satisfagan sus expectativas.
En estos momentos la vía por
la que circula es a través de los Comités provinciales de la UNEAC, aunque es
insuficiente, porque no llega a todos los que queremos.
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