sábado, 18 de noviembre de 2017

Fidel una imagen que no se desvanece


 
(Foto de Archivo) Fidel despide a artistas del Conjunto Folklórico Nacional
Cuando se aproxima el primer aniversario de uno de los días más triste de la historia de este pueblo, sería imperdonable no recordad la presencia de Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución en todas las esferas de la vida nacional, la política, la social y la cultural.

Y precisamente a su incidencia en el sector artístico y literario provocaremos un acercamiento somero, porque no alcanzaría el tiempo para hacer referencia a todas las acciones que trascendieron a la historia con su presencia.

Para comenzar haré referencia a una anécdota contada por alguien muy cercano que desde su condición de fundador del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, recordaba hace muy poco cómo el Comandante en Jefe los despidió, en el lejano 1962, a su primera gira por África y Europa, expresando su convicción de que regresarían con la satisfacción de poner en alto las expresiones de la cultura popular y las tradiciones cubanas.

Ese cometido fue cumplieron con creces erigiéndose, esa compañía que hoy celebra 55 años, en la primera agrupación músico-danzaria que abriera el paso a las futuras relaciones culturales entre Cuba y el mundo.

Otro momento de trascendental significación fue el discurso que pronunciara en el Teatro de la Biblioteca Nacional José Martí el 30 de junio de 1961 y que trascendiera como “Palabras a los Intelectuales”, siendo hasta estos días plataforma programática para el desarrollo presente y futuro del arte revolucionario.

Sus relaciones con las principales compañías danzarias del país, entre las que sobresalen el Ballet Nacional de Cuba y la Compañía Lizt Alfonso Dance Cuba, la directora de esta última aún recuerda el momento en que el Comandante en Jefe les asignara el local que ocupan y en el que han nacido joyas de la danza fusión que han recorrido el mundo y granjeado lauros de los lugares más insospechados para el arte cubano, el más reciente en su gira por Irán, siendo la primera agrupación cubana que se presentara en escenarios de esa nación.

La constitución de la Brigada José Martí de Instructores de Arte, su sonrisa al disfrutar de una presentación de la compañía infantil La Colmenita, la vehemencia con que defendía las conquistas de los creadores y criticaba sus errores en los encuentros con artistas e intelectuales miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), son difíciles de olvidar.

Por estos días muchas son las vivencias que he recibido de artistas y creadores, por ejemplo con la cercanía de la temporada de invierno del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba en el Teatro Mella removió los recuerdos de su director Manolo Micler, Premio Nacional de Danza 2017, quien al seleccionar el repertorio incluyó “Oriki a Obatalá”, obra sobre la que recordó cómo un día después de su estreno en 2003 el Jefe de la Revolución Cubana solicitó su presentación en el Teatro Karl Marx, ante los delegados del evento que allí se celebraba.

En recordación a aquel momento la cincuentenaria compañía volverá a la escena con “Oriki a Obatalá” este diciembre en honor a su memoria.

Y es que ese era Fidel, apasionado y sensible ante el buen arte, cualidades que junto a las muchas otras que conformaban su personalidad lo han eternizado.

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