(Foto de Archivo) Fidel despide a artistas del Conjunto Folklórico Nacional |
Y precisamente
a su incidencia en el sector artístico y literario provocaremos un acercamiento
somero, porque no alcanzaría el tiempo para hacer referencia a todas las
acciones que trascendieron a la historia con su presencia.
Para comenzar
haré referencia a una anécdota contada por alguien muy cercano que desde su
condición de fundador del Conjunto Folklórico
Nacional de Cuba, recordaba hace muy poco cómo el Comandante en Jefe los
despidió, en el lejano 1962,
a su primera gira por África y Europa, expresando su
convicción de que regresarían con la satisfacción de poner en alto las
expresiones de la cultura popular y las tradiciones cubanas.
Ese cometido fue
cumplieron con creces erigiéndose, esa compañía que hoy celebra 55 años, en la
primera agrupación músico-danzaria que abriera el paso a las futuras relaciones
culturales entre Cuba y el mundo.
Otro momento
de trascendental significación fue el discurso que pronunciara en el Teatro de
la Biblioteca Nacional José Martí el 30 de junio de 1961 y que trascendiera
como “Palabras a los Intelectuales”, siendo hasta estos días plataforma
programática para el desarrollo presente y futuro del arte revolucionario.
Sus relaciones
con las principales compañías danzarias del país, entre las que sobresalen el
Ballet Nacional de Cuba y la
Compañía Lizt Alfonso Dance Cuba, la directora de esta última
aún recuerda el momento en que el Comandante en Jefe les asignara el local que
ocupan y en el que han nacido joyas de la danza fusión que han recorrido el
mundo y granjeado lauros de los lugares más insospechados para el arte cubano,
el más reciente en su gira por Irán, siendo la primera agrupación cubana que se
presentara en escenarios de esa nación.
La
constitución de la Brigada José
Martí de Instructores de Arte, su sonrisa al disfrutar de una presentación de
la compañía infantil La
Colmenita, la vehemencia con que defendía las conquistas de
los creadores y criticaba sus errores en los encuentros con artistas e
intelectuales miembros de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), son difíciles de olvidar.
Por estos días
muchas son las vivencias que he recibido de artistas y creadores, por ejemplo
con la cercanía de la temporada de invierno del Conjunto Folklórico Nacional de
Cuba en el Teatro Mella removió los recuerdos de su director Manolo Micler,
Premio Nacional de Danza 2017, quien al seleccionar el repertorio incluyó
“Oriki a Obatalá”, obra sobre la que recordó cómo un día después de su estreno
en 2003 el Jefe de la Revolución Cubana solicitó su presentación en el Teatro
Karl Marx, ante los delegados del evento que allí se celebraba.
En recordación
a aquel momento la cincuentenaria compañía volverá a la escena con “Oriki a
Obatalá” este diciembre en honor a su memoria.
Y es que ese
era Fidel, apasionado y sensible ante el buen arte, cualidades que junto a las
muchas otras que conformaban su personalidad lo han eternizado.
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