miércoles, 13 de noviembre de 2019

Gala danzaria para los reyes de España, en La Habana


Un recorrido danzario por diferentes vertientes y estilos resultó el espectáculo protagonizado por cuatro emblemáticas compañías la tarde del martes doce de noviembre en la Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso", para saludar a sus Majestades los reyes de España, de visita con motivo del quinto centenario.

La apertura estuvo a cargo del Ballet Nacional de Cuba, con escenas del segundo acto de la emblematica Giselle, esta vez proragonizado por Anette Delgado.

La imprescindible formación, liderada ahora por la bailarina Viengsay Valdés, demostró a las claras el legado de su fundadora y defendió, ante las Majestades españolas una de los clásicos eternizados por quien fuera ícono de la danza clásica mundial: Alicia Alonso.



La compañía Acosta Danza fue la segunda en subir a la escena del legendario coliseo en el que han presentado su repertorio en varias oportunidades, desde su fundación.


La agrupación danzaria que encabeza el bailarín Carlos Acosta presentó un fragmento de Alrededor no hay nada, coreografia de Goyo Montero sobre poemas de Juaquín Sabina.

En orden de aparición le siguió el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, institución con 57 años de fundada que ha mantenido sus propósitos de salvaguardar y promover las expresiones músico-danzaria de la cultura popular y tradicional cubana.


El colectivo artístico guiado por el Premio Nacional de Danza Manolo Micler regresó al coliseo de la céntrica calle Prado con Rumberos, creación  coreografía del también director general y  coreógrafo principal de la compañía.


La propuesta escénica propició un momento para acercar a los presentes a uno de los géneros autóctonos cubanos, reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Cultura Universal: la Rumba.


El cierre estuvo a cargo de Lizt Alfonso Dance Cuba, en un pequeño repertorio que una vez más dejó muestras de su virtuosismo.


Un fragmento de De novo en el que lo español y lo africano se funden, fue seguido por otro de  Fuerza y Compás, en el que, cómo dice el título, el flamenco es ejecutado por fuertes taconeos que a un compás estremecieron el escenario.


Para el cierrre la maestra Lizt Alfonso, quien tuvo a su cargo la puesta en escena,  reservó al relevo, una representación de la Escuela Lizt Alfonso Dance Cuba llegó llegó con la elegancia de la compañía para interpretar Apegado a los clásicos.


Antes de que cayera el telón reapareció en la escena la Prima Ballerina Absoluta; Alicia Alonso, en una imagen que simuló un saludo al público, como parte del elenco de lujo formado para la ocasión.


El de la víspera fue un espectáculo de lujo en el que la manera de danzar de los cubanos recorrió sonoridades nacionales y foráneas, demostrando la versatilidad de la cultura de esta Isla y el talento y las capacidades de sus bailarines.

No hay comentarios:

Publicar un comentario