Exhiben en el Museo Casa de África instrumentos musicales de exqusita factura

Una muestra singular de instrumentos de percusión afrocubana ocupa durante todo el mes de enero una de las salas transitorias del habanero Museo Casa de África, ubicado en la calle Mercaderes en la parte más antigua de la capital cubana. 

En diálogo con el matancero Rogelio Mesa Leo artista de la plástica y creador de la muestra, conocimos detalles de su trabajo. 

"...desde 1993 comencé a trabajar la artesanía, y motivado por el percusionista matancero Julio Marcos Suárez (Fantoma) me acerqué a trabajar los instrumentos musicales, fundamentalmente los que se utilizan para ejecutar los ritmos afrocubanos. 

Entre mis creaciones de mayor significación está la única réplica del tambor de Olokun (deidad del panteón yoruba) que existe en Cuba y que se exhibe en el Museo de la Ruta del Esclavo...". 

La exposición que ocupa el espacio en la prestigiosa institución habanera pertenece a una colección de instrumentos folclóricos, entre los que se pueden apreciar los que se utilizan en las diferentes corrientes de la cultura popular-tradicional cubana de matriz africana (tambores batá, yuka, abakuá, yembé). 

A la interrogante de por qué estos instrumentos el artista, contestó lo siguiente:
"...estudié algo de música y siempre me ha gustado la percusión, pero traté de buscar en la artesanía cubana lo más puro de nuestras raíces y tropecé con el rico mundo del folclor, lo que me fascinó, al tiempo que me permite trabajar la piel y la madera..." 

Como particularidad sobresale que los instrumentos creados por este artista no solo tiene un valor decorativo, ellos cumplen con los requisitos de afinación y sonoridad para ser ejecutados. 

"...además del valor estético estos instrumentos pueden ser utilizados, tienen la afinación idónea y están creados con la madera adecuada, incluso se pueden utilizar en ceremonias religiosas como instrumentos de "fundamento". 

Las agrupaciones rumberas matanceras Afrocuba y Muéquitos de Matanzas  son las que más trabaja con mis instrumentos..". 

Dedicado a la investigación desde que despertó en él el interés por los instrumentos que se utilizan en los ritos de las diferentes asociaciones religiosas llegadas a Cuba desde África, Rogelio confiesa que en más de una entidad religiosa, en su Matanzas natal,  realizan sus ceremonias con los instrumentos musicales que él construye. 

"...lograr que me reconozcan como un auténtico constructor de sus tambores ha sido el resultado de años de investigación y estudio, no puedo cometer errores en cuanto a sonoridad, tamaños o configuración y para eso tuve que entregarme al conocimiento. 

A eso también aportó mucho mis estudios musicales y de sastrería, los de diseños, los de religión y todos los conocimientos que he adquirido a lo largo de mi vida están presentes en mi obra". 

Con el interés de compartir sus conocimientos y contribuir a mantener viva las expresiones de la cultura popular y tradicional cubana Rogelio Mesa Leo ha presentado un proyecto sociocultural comunitario a las autoridades del habanero municipio Guanabacoa, donde reside actualmente. 

"...estoy al frente del proyecto Memoria, que pretende enseñar el arte de la lutería, la construcción de instrumentos musicales, enseñar los elementos básicos de la percusión cubana y guiar a algunos muchachos que andan "sin rumbo".
Me interesa mucho encaminar a esa parte de la juventud que aún no tiene su camino definido, me gustaría ayudarlos a crecer y a partir de sus intereses personales darles algo de lo que creo les puede ser útil, una herramienta para que lleven una vida honrada. 

Pretendemos impartir algunos cursos sobre las diferentes religiones y hermandades que están activas en el país, sin revelar secretos, pero acompañado de la enseñanza sobre cómo construir un tambor, cómo afinarlo y otras cosas que pueden ser su oficio mañana. 

Actualmente estamos en conversaciones con las autoridades del municipio para crear todas las condiciones imprescindibles para el buen funcionamiento de este proyecto.." 

Aunque no está consagrado en ninguna religión, éste artista se ha apropiado de mucho conocimiento adquirido desde la confianza que le han depositado importantes líderes religiosos como Esteban Domingo Bacallao (Chachá), Julio Marcos Suárez (Fantoma) y otros practicantes matanceros.