Fotos: Jorge Luís Sánchez
Rivera
Como una tradición que se renueva cada año sobresale en el Carnaval de La Habana, Los
Componedores de Batea, comparsa que con una uniformidad singular
defiende la cubanía desde su vestuario con los colores de la insignia nacional,
hasta la historia que les dio origen, sus pasos básicos y el tema musical que
los ha identificado por 108 años.
De igual manera en esa
misma categoría mantiene una labor digna de reconocer La Jardinera, comparsa que representa al barrio habanero Jesús
María y que tiene una larga historia que cada noche de fiesta invade el lugar
del paseo con flores y perfume.
Los contemporáneos han
mostrado este año en el Malecón habanero, un trabajo mejor logrado, con
temáticas y diseños coreográficos dignos de admiración, ejemplo de ello es Cubaniando, comparsa del municipio
Guanabacoa que con apenas dos años en el festejo trae un bonito homenaje a Juan
Formell, con el que también le hacen honor a su nombre.
Otros que han mejorado
notablemente su trabajo son los intrépidos Jóvenes
del Este, quienes acuden a la cita con una lograda uniformidad
coreográfica, un diseño de vestuario atractivo y una disciplina de trabajo.
El Lujo llega del centro
del país con disfraces que desde Remedios traen vistoso trajes donde predomina la creatividad,
la fantasía y el buen gusto.
Por otra parte los espectáculos alegóricos de la más antigua y popular de las fiestas habaneras han superado con creces sus presentaciones: Carnavaleando con un homenaje a las Olimpiadas de Río de Janeiro traen zamba, trajes vistosos y especiales tocados.
Eleguá de Villa de San Cristóbal |
El atractivo de Villa de San Cristóbal, los llamados "magos de la noche", invade el área de paseo con un espectáculo diferente cada jornada, música popular cubana, temas musicales de las congas que identifican al Carnaval capitalino desde sus inicios y un lujoso vestuario con sombreros alucinantes deslumbran a quienes se acercan a disfrutar de la fiesta.
En mi opinión este es un
Carnaval superior desde el punto de vista artístico, aunque queda mucho por
hacer sobre todo en materia musical, aspecto en el que los piquetes deben
enfrascarse para lograr el empaste necesario, ya que en la mayoría de los casos
quebrantan la lucidez de los espectáculos al no interpretar claramente los
temas musicales que acompañan a cada formación músico-danzaria.
Aspecto negativo del
Carnaval habanero es la disciplina del público, algo que excede los límites
artísticos, pero que atenta contra la calidad de las protagonizadas por hombres
y mujeres que merecen el respeto de
todos por el hecho de permitir que esa acuarela de la cultura popular
tradicional cubana no pierda sus colores
No hay comentarios:
Publicar un comentario