martes, 16 de agosto de 2016

Carnaval, acuarela de cultura popular



Fotos: Jorge Luís Sánchez Rivera
 
Como una  tradición que se renueva cada año  sobresale en el Carnaval de La Habana, Los Componedores de Batea, comparsa que con una uniformidad singular defiende la cubanía desde su vestuario con los colores de la insignia nacional, hasta la historia que les dio origen, sus pasos básicos y el tema musical que los ha identificado por 108 años.

De igual manera en esa misma categoría mantiene una labor digna de reconocer La Jardinera, comparsa que representa al barrio habanero Jesús María y que tiene una larga historia que cada noche de fiesta invade el lugar del paseo con flores y perfume.

Los contemporáneos han mostrado este año en el Malecón habanero, un trabajo mejor logrado, con temáticas y diseños coreográficos dignos de admiración, ejemplo de ello es Cubaniando, comparsa del municipio Guanabacoa que con apenas dos años en el festejo trae un bonito homenaje a Juan  Formell, con el que también le hacen honor a su nombre.

Otros que han mejorado notablemente su trabajo son los intrépidos Jóvenes del Este, quienes acuden a la cita con una lograda uniformidad coreográfica, un diseño de vestuario atractivo y una disciplina de trabajo.

El Lujo llega del centro del país con disfraces que desde Remedios traen  vistoso trajes donde predomina la creatividad, la fantasía y el buen gusto.

Por otra parte los espectáculos alegóricos de la más antigua y popular de las fiestas habaneras han superado con creces sus presentaciones: Carnavaleando con un homenaje a las Olimpiadas de Río de Janeiro traen zamba, trajes vistosos y especiales tocados.

Eleguá de Villa de San Cristóbal
El atractivo de Villa de San Cristóbal, los llamados "magos de la noche", invade el área de paseo con un espectáculo diferente cada jornada, música popular cubana, temas musicales de las congas que identifican al Carnaval capitalino  desde sus inicios y un lujoso vestuario con  sombreros alucinantes deslumbran a quienes se acercan a disfrutar de la fiesta.

En mi opinión este es un Carnaval superior desde el punto de vista artístico, aunque queda mucho por hacer sobre todo en materia musical, aspecto en el que los piquetes deben enfrascarse para lograr el empaste necesario, ya que en la mayoría de los casos quebrantan la lucidez de los espectáculos al no interpretar claramente los temas musicales que acompañan a cada formación músico-danzaria.

Aspecto negativo del Carnaval habanero es la disciplina del público, algo que excede los límites artísticos, pero que atenta contra la calidad de las protagonizadas por hombres y mujeres  que merecen el respeto de todos por el hecho de permitir que esa acuarela de la cultura popular tradicional cubana no pierda sus colores

No hay comentarios:

Publicar un comentario