sábado, 18 de febrero de 2017

“Relojes con miedo al agua” toca temas sensibles


Entrevista a la escritora Sheyla Valladares

Cada edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana es una oportunidad única para descubrir e intercambiar con interesantes escritores que llegan a la cita con novedades literarias que atrapan la atención de los más exigentes públicos.
Ese es el caso de la joven Sheyla Valladares, quien llegó a la sede de La Cabaña con el título “Relojes con miedo al agua”, volumen contentivo de ocho cuentos que le valió a su autora el Premio Luís Rogelio Nogueras (Wichy) 2015..
¿Por qué ese título?
Es el que da nombre a uno de los cuentos contenidos en el volumen, con él establezco una relación entre las personas cuando tienen problemas, cuando enfrentan miedos y los relojes cuando caen al agua.
El símil lo construyo desde la mirada de una niña que enfrenta el desamor, el abandono y la manera en que los miembros de su familia lo hacen. Esa pequeña es la que hace la relación entre los relojes ante el agua  y los humanos en situaciones límites.
¿Todos los cuentos del libro están relacionados con temas sociales?
La totalidad de los cuentos tratan temas medulares y neurálgicos de la realidad, vistos desde la perspectiva adolescente y femenina.
Temas como las migraciones, el racismo, la discriminación en sentido general, las relaciones entre los miembros de las familias, el crecimiento, el amor  y otros son tocados en este volumen.
La convivencia intergeneracional, las diferencias que se suscitan y la manera en que cada miembro de la familia las afronta, son todas realidades que se dan en este país.
El libro tiene mucho de la música, de los libros que leo y de mis preferencias, en sentido general, todo hilvanado a partir de historias que atraen la atención de los lectores.
¿Es este un libro autobiográfico?
En gran medida lo es, son historias que he vivido, o que conozco muy de cerca y del país, por ejemplo aparece la Campaña de Alfabetización, la lectura en la juventud en la actualidad o cuáles son algunos de los mecanismos que los adultos pueden poner a funcionar para que los jóvenes se acerquen a los libros.
¿Cómo repercutió en ti el Premio Wichy que ganaste con este volumen en 2015?
Llegué al certamen con mucha incertidumbre, no estaba muy convencida de presentarme a la convocatoria y a última hora me decidí a presentar el libro, cuando llegué y supe los otros cuadernos aspirantes me sentí en desventaja.
Al conocer el resultado me puse muy contenta porque es uno de los autores que más respeto y admiro en la literatura cubana por su manera de defenderla, por los temas tratados y la manera en que lo hizo.
¿Es este tu primer volumen?
Aunque es el tercero que publico, sí es el primero que escribí. Anteriormente tengo publicado dos libros de poesía La intensidad de las cosas cotidianas, con la editorial Sed de Belleza, de Villa Clara y Lo que se me olvida, Premio Pinos Nuevos, publicado por la Editorial Gente Nueva.
En estos dos volúmenes, reflejo también temas sociales de gran complejidad, el primero es de poesía para adultos y el segundo para jóvenes. El  primero trata temas relacionados con los intereses de las mujeres, la manera en que debemos ser tratadas y el respeto que debemos sentir por nosotras mismas.
En el segundo me acerco más a la fantasía de esa edad a través de temáticas relacionadas con el crecimiento, los juegos de roles y la familia.



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