jueves, 1 de junio de 2017

Grupo Iyerosun, un cofre que protege el Patrimonio



Iyerosun es el vocablo yoruba con el que se identifican los polvos con los que los sacerdotes de Ifá realizan las adivinaciones en esa religión, práctica que llegó a Cuba como parte de la trata de esclavos y que ha trascendido en el tiempo.
 
Ese es el apelativo con que se conoce en el panorama musical cubano a una de las agrupaciones rumberas que por estos tiempos prestigia el pentagrama nacional por el tratamiento que da a un género que ha identificado a la nación: El Millo e Iyerosun.

De esta agrupación que dirige Esmidio Merencio Blanco (Millo) llegó a la edición XXI de la Feria Internacional Cubadisco el CD Patrimonio, volumen concebido en los estudios de la casa discográfica EGREM y que constituye un recorrido sonoro por la historia del controversial género reconocido en 2016 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Sonoridades ancestrales del complejo de la Rumba (Yambú, Columbia y Güagüancó) aparecen expresadas en el fonograma que en trece temas compendia el quehacer de  la joven agrupación que ha logrado un espacio de reconocimiento por cultores y bailadores de rumba. 

Invitados especiales a este CD, ópera prima, son los reconocidos cantantes Emilio Frías (el Niño) y Rubén Bulnes (voz líder del grupo de rumba Ozain del Monte), quienes agradecieron la invitación por ser este un grupo que protege los elementos esenciales en la  identidad sonora de la Isla.

Patrimonio es un excelente material fonográfico que recoge la presencia de elementos de matriz africana con significativa influencia en un género estrechamente vinculado a la religiosidad popular, propiciando un acercamiento a la Karabalí, a la Regla de Osha y al Palo Monte como expresiones del sistema mágico-religioso cubano.

Devenido homenaje a la rumba más antológica y referente para las actuales y futuras generaciones de rumberos cubanos, Patrimonio será un referente obligado para quienes se acerquen a la manera más longeva de hacer la rumba, desde la creación o la investigación.

En él  Egmidio Merencio Blanco (Millo), director y productor del CD materializa el propósito de mantener vivo el género y registrar la obra de icónicos autores e inolvidables cultores de un género que vio la luz en el puerto habanero, para encontrar domicilio en los solares de la capital y que han hecho trascender en la historia hombres y mujeres de pueblo, entre los que sobresalen nombres como Saldiguera, Andrea Baró, Tata Güines, y otros grandes.

Patrimonio es también un homenaje a Guillermo Amores, consagrado productor musical fallecido recientemente, quien en los últimos tiempos dio todo de sí en pos de que la Rumba cubana se erigiera en bandera para la defensa de la identidad musical del país.

Títulos como “Cuba que linda es Cuba”, “Suenan los Cueros”, “Rumberos Caídos”, y “Cimarrón” (dedicado al aniversario 50 de la novela homónima de Miguel Barnet), “Rumbero Soy” aparecen en el volumen que culmina con  “Rumba para el Comandante Invicto”, un homenaje a  Fidel Castro Ruz en el que se recoge el sentir de un gremio que desde los cueros de los tambores también hace la historia de Cuba.

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