Foto Jorge Luís Sánchez Rivera |
Luego
de seis noches en las que el colorido, la música y la alegría se adueñaron del
Malecón habanero, concluyó la edición correspondiente a 2017 del Carnaval
capitalino, un evento reconocido como el más antiguo de su tipo en el país y el
más popular en La Habana.
En
reconocimiento a la integralidad y al excelente trabajo coreográfico, el jurado
que estuvo presidido por el Premio Nacional de Danza 2017 y director general
del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, Manolo Micler, ratificó como Gran
Premio a la Comparsa de la FEU (Federación Estudiantil Universitaria),
formato danzarlo que cada noche arrasó a su paso, con difíciles composiciones
ejecutadas con limpieza y profesionalidad.
Por
esos mismos motivos el público reverenció a los chicos que dirigen Orestes
Vasallo y Rosa Morera con el Premio de la Popularidad, condición
que ostentan desde hace más de una década.
Otros
que remontaron, por cuarto año consecutivo, el merecidísimo Primer Lugar en la
categoría de Espectáculos Alegóricos, fueron los seguidores de Rafael Pérez
Gil, quienes agrupados en la
Compañía de Danza-Teatro Villa
de San Cristóbal no dejaron espacios para las dudas y demostraron su
compromiso con la fiesta más esperada y su fidelidad al líder.
Sorteando
no pocos obstáculos y sobreponiéndose a una semana sin el vestuario terminado,
los integrantes de Villa….,
demostraron respeto por la labor que realizan y por el público que los admira y
espera en cada edición del Carnaval.
A
esta excelente formación carnavalesca nadie le pudo arrebatar el Premio a la Mejor Coreografía, cada jornada
llegaban al escenario natural con motivaciones diferentes con las que
homenajearon a géneros y agrupaciones que han hecho historia en la música
popular cubana. Las creaciones danzarias de Yosiel Vega Reyes (Chiqui) fueron ejecutadas con asombroso claridad,
destreza y elegancia.
Desde
la altura de los zancos y con un demostrado dominio y creatividad en sus
manejos, el joven coreógrafo salió al paseo cada noche, maestría que la valió
para una mención especial del Jurado.
Por
si fuera poco el Eleguá de Villa, como se conoce al pequeño Yandiel Hernández
Castro, volvió a hacer de las suyas en las jornadas de fiesta, por lo que
regresó a casa con un reconocimiento especial del tribunal evaluador.
Pero
Villa de San Cristóbal sumó a sus reconocimientos el Premio a la Mejor Música, en
correspondencia con la variedad temática presentada y al protagonismo de los
Tambores de Bejucal, una de las más populares agrupaciones de Carnaval del
país, con una significativa presencia en las festividades habaneras y que desde
hace cuatro años acompaña al excelente espectáculo.
En
esta categoría (Espectáculos Alegóricos al Carnaval de La Habana) obtuvo el segundo
lugar Willy y sus Voluminosas, un
singular formato integrado por mujeres excedidas en el peso corporal, que sin
complejos hacen uso de sus apariencias para brindar al público un show de lujo
y mostrar las posibilidades que les brinda la naturaleza, dejando por sentado
una frase popular en la que reza que “…todo tiene su encanto”.
El
tercer lugar en este escaño fue para los integrantes del Cabildo de La Habana,
espectáculo liderado por el experimentado Domingo Pao, que recrea
personajes y vestuario se las diferentes etnias africanas que incidieron en la
conformación de la identidad nacional.
De
entre las Comparsas Contemporáneas el principal lauro fue para los Caballeros del Ritmo, quienes en representación de
San Miguel del Padrón homenajean con sus presentaciones a Benny Moré, el
segundo premio lo obtuvieron los intrépidos Jóvenes
del Este, y la legendaria Giraldilla
se alzó con el tercer lugar.
La
sorpresa de la noche fue para los premios a las Comparsas Tradicionales, para
asombro de muchos el excelente Componedor
de Bateas fue reconocido por la mayoría del jurado, con el Segundo Lugar, a
pesar de un trabajo digno de reverenciar por la manera en que sus integrantes
defendieron su ancestral temática.
En este grupo se alzó con el
lugar cimero La Jardinera, comparsa que además se llevó el
reconocimiento al Mejor Diseño de Vestuario y al Mejor Quinto (instrumento de
percusión) ejecutado por Freddy Rafael Casanova, conocido con el sobrenombre de
“Bejuco”, el tercer lugar fue para Marqueses
de Atarés.
Otros premios colaterales
entregados durante la noche de premiación en el Carnaval de La Habana fueron para
la carroza El guarachero soy yo, por
un diseño coherente y atractivo, mientras que Adalberto Santana fue distinguido
como Mejor Personaje por la manera en que le dio vida a una de las muñecas que
acompaña a la comparsa La Giraldilla.
Reconocimientos especiales
recibieron Los Guaracheros de Regla
por sus 58 años de permanente presencia en las festividades cubanas, y especial en el Carnaval de la capital
cubana, agrupación que aunque fuera de concurso se presentó cada jornada con un
bello espectáculo caracterizado por la elegancia de sus vestuarios y diseño
coreográfico.
Otro reconocimiento especial
fue para Las Bolleras, en sus 80
años, al tiempo que los representantes de la Escuela
Cubana de Wu Shu fue agasajada por los espectáculos presentados
en alegoría a los 170 años de la presencia china en Cuba.
Por otra parte los
integrantes del piquete de música que acompañó a Rayitos de Sol recibió mención del Jurado.
En sentido general la recién
finalizada edición del Carnaval de La
Habana superó a las de los últimos años, como indicio
favorable de una recuperación del sentido de estas fiestas, con la mirada
puesta en los cinco siglos que cumplirá la capital de la Isla dentro de dos años.
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