Luego de arduos años de trabajo, el ser
reconocido con un Premio por la obra de la vida es, sin dudas, una gratificante
motivación para continuar la obra, y ese es el caso del habanero escultor
orfebre Jorge Luís Gil Rodríguez, quien recibió el agasajo de sus colegas al
ser reconocido en la edición 21 de la Feria Internacional
de Artesanía que hasta el venidero 17 de diciembre se desarrolla en el recinto
ferial Pabexpo.
¿Qué significa para usted este Premio?
Cuando se da un premio de esta categoría, se han
tenido muchas cosas en cuenta, de la misma manera que considero que hay muchos
otros colegas que debieron recibirlo primero que yo, pero hay alguien muy cerca
del cielo quiso que yo fuera el elegido.
Agradezco mucho a todos los que me acompañaron en
esta travesía desde Cuba hacia otros lugares, pero siempre regresando a este
puerto carenas de San Cristóbal de La
Habana donde he echado raíces profesionales y donde
decidieron reconocerme con tal alta distinción.
¿En qué consiste su trabajo?
Soy escultor orfebre desde hace más de tres años,
comencé con metales preciosos, como se hace tradicionalmente, pero desde hace
27 años aproximadamente, comencé a trabajar con el Titanio, un metal que no
tiene antecedentes en este arte.
Pienso que he logrado algunas cosas, no lo
suficiente porque cada mañana es un desafío, y a eso he entregado mi vida.
¿Qué aceptación ha tenido en el público s propuesta artesanal con el
Titanio?
No creo ser el más indicado para valorar ese
tema, pero pienso que ha sido bien recibida sobre todo en los tiempos actuales,
en que hay cierta confusión entre el arte y la artesanía, y lo que llega del
primer mundo que no siempre n tiene la novedad y la calidad con que se vende,
creo que un grupo de artistas, entre los que me cuento, hemos tomada lo
iniciativa de demostrar cuánto de auténtico se puede hacer desde el tercer
mundo al que pertenecemos.
¿Desempeña usted alguna labor comunitaria para formar nuevos artistas?
Aún no, ahora tengo un Estudio-Galería en La Habana Vieja, ubicado en la
Calle Cuba e/ Amargura y Teniente Rey, que
todavía no funciona de manera comunitaria, pero que de seguro disfrutaría mucho
que los interesados lleguen con sus expectativas.
¿Qué nuevos desafíos trae este Premio para usted?
Te confieso que no trabajo para un premio, mi
mayor reconocimiento está en ver mi obra caminando por las calles junto a
alguien que las exhiba.
Continuaré trabajando como hasta ahora, en una
entrega total al arte, hasta que alguien decida que ya no soy útil, y confieso
que ojalá eso se demore muchísimo.
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