Uno de los filmes
cubanos que llegó el pasado diciembre a las pantallas como parte del Festival
Internacional del Nuevo cine Latinoamericano fue La cosa humana,
cinta dirigida por el cineasta Gerardo Chijona (Boleto al Paraíso y Esther en
alguna parte) y que desde el jueves 21 de enero estará en las salas de
estreno de la capital.
Durante los días de
Festival tuvo buena aceptación de público, a partir de la reacción del mismo en
las salas donde se proyectó (Chaplin y Yara), esto no es sinónimo de que haya
cumplido con el propósito con que fue concebida, sobre el particular su
director comentó: “…si bien para mí fue una gran alegría ver la reacción del
público en las tres oportunidades en que fue proyectada, ahora es cuando
comienza la vida de la película.
Cuando empiece a
recorrer los cines del país es cuando sabré si funciona o no”
A la interrogante de
lo que espera cuando eso sucede el cineasta respondió: “…que el público la
disfrute, que se entretenga, que se ría y que salga del cine complacido…”
El respeto que Chijona
profesa por el público es algo que ha marcado su cinematografía, para él la
película no termina hasta que no es vista por muchos, la sensación de estar en
una sala a oscuras y de incógnito, disfrutando de su propia creación y
compartir con los asistentes de las emociones, es una experiencia calificada
por él como excepcional.
Después de tanta
experiencia en el cine, La cosa humana
fue como matar “un enano”, confesó el creador quien reconoció su interés en
contar una historia a partir de referentes, como el cine y la literatura (en
este caso) y plasmar en una historia las miles de películas que ha visto, con
un humor muy especial, que no es el de la vida, sino el del cine y la
literatura.
Homenajes a
directores, escenas, cintas y actores están contemplados en la película cubana,
donde se imbrican para lograr una reacción del público que complace en gran
medida a su creador.
Los personajes son
atípicos, no encajan en el perfil de ninguna de las personalidades tratadas
(escritor, delincuente, policía y violador) fueron creados a partir de la
imaginación del colectivo.
El Suave es el nombre
de uno de los protagónicos de La cosa
humana, un ser repulsivo que corre en la piel del primer actor Enrique Molina quien confesó
haberle temido al personaje para el que se preparó por la historia de “Tony Soprano”
“…a él me enfrenté
con cierto temor por no haber interpretado nunca antes a alguien con esa
fuerza, con ese nivel de crueldad y autosuficiencia.
El Suave no es más
que un estúpido y yo tenía mucho temor de que saliera esquematizado, por lo que
de alguna manera tenía de humanizarlo y hacerlo coincidir con la concepción del
guión.
El hecho de haber
trabajado anteriormente con Chijona me dio la seguridad en el trabajo, ambos
nos conocemos muy bien y él sabe cómo sacar de mi lo que quiere, porque todos
los actores, en absoluto, tenemos limitaciones y siempre es bueno que te dirija
alguien que te conozca…”
Para el reconocido
actor fue una satisfacción tremenda al ver la reacción del público ante una
película que él califica como “rara”, aunque las personas se involucraron con
ella y la disfrutaron.
Una de las preguntas
respondidas por él estuvo relacionada con el personaje qué le gustaría
interpretar y qué aún no le ha llegado, a lo que contestó con la sencillez que
le caracteriza: “…chica no se todavía lo que me quede por hacer, pero me gusta
cualquier personaje, a ellos me entrego sin reparar en sus características.”
Imposible dialogar
con el versátil histrión y no escudriñar en su trabajo futuro, este se anuncia en
la Tele Visión donde incursionará en una nueva telenovela “En fin el mar” que
se desarrolla en un pueblo de pescadores y cuenta la historia de u
na familia de
ese lugar.
Un homenaje impostergable
Los buenos demonios es el título del último guión
concebido por el cineasta Daniel Díaz Torres
y al que dará vida Chijona junto a un elenco de cinco actores, saldando una
deuda de los amigos y del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico
con el fallecido guionista.
“La última vez que
hablé con Daniel (cinco días antes de morir), él volvió a contarme la película,
yo siento que puedo hacerla con su mirada” comentó el director de cine, quien
adelantó:
“Es una historia de
la Cuba de hoy que se desarrolla en un edificio de Alamar, un drama en el que
convivirían las tres generaciones de cubanos, la fundacional, la intermedia y
los hijos del período
especial
Los actores los
encarnan Héctor Medina, Isabel Santos (mamá), Enrique Molina y Vladimir Cruz
(ambos tiene un restaurante privado “paladar”) y Yadelín Sierra (vecina).
Un cocinero de la “paladar”
es interpretado por Enrique Molina, quien disfruta la idea de darle vida a uno
de los protagonistas del guión.
“Esta será una película
muy fuerte, que se sale del tono de comedia. Creo que sería la primera creación
de Díaz Torres sin tono humorístico, será una irada muy aguda hacia la realidad
cubana”.
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