Entrevista a la actriz Susana Ruiz
La Televisión
cubana tiene en pantalla una atractiva propuesta de dramatizado en el espacio
de la Telenovela: Latidos compartidos
acapara la atención de no pocos cubanos amantes del género.
Dayana
es uno de los personajes más controversiales del citado material, joven
inescrupulosa que no mira límites si de lograr sus propósitos se trata, con lo que se ha ganado el repudio de no
pocos en respuesta a su manera de proceder.
Susana
Lidia Ruiz Ortega es la actriz que la encarna y con quien
dialogamos para los lectores de esta publicación.
Sus inicios
en el mundo del arte fueron como aficionada, culminó los estudios de bachiller
en la enseñanza tecnológica y luego empezó a estudiar actuación en la Universidad de las Artes (ISA) de donde es graduada.
¿Tiene Dayana algo en común con
Susana?
En
cuanto a las maldades que hace no tiene mucho que ver conmigo, soy
completamente diferente en la manera de ser, pero es un personaje que aunque
muchos la ven extremadamente negativa, para mí es muy tierna.
En
mi opinión es una frustrada que descarga sus decepciones con los demás y ese es
su mecanismo de defensa.
Si
en algo se parece a mí es en la ternura, es un personaje muy bonito y la gente
me da muestras del odio que ella despierta, es algo diferente a lo que he hecho
con anterioridad ya en que otras series largas me han tocado
personajes sufridos y positivos.
¿Cómo fue el trabajo para lograr el
personaje?
Nunca
es fácil hacer un personaje largo a partir de lo poco organizado del plan de
rodaje, ya que no se hacen las grabaciones en el orden de los capítulos, sino
que grabamos por locaciones y eso dificulta llevar la línea dramatúrgica.
Pero
no es un personaje muy difícil, fue muy rico de hacerlo porque los matices de
colores es algo que disfruto mucho, para un actor es como si jugaras y eso me
divirtió mucho y propició que las cosas malas salieran como si las hiciera un
niño pequeño.
¿Cuánto te ha aportado en el plano
personal, Dayana?
Mucho
porque mira que una aprende de esas historias: su madre muerta y ella culpando
a su papá, aunque no quiero adelantar nada, después verán qué sucede con eso y
lo que pasó con ella, pero aprendí mucho de ese golpe por el que Dayana tendrá que aprender de la vida.
¿De todos los personajes que has
interpretado, cuáles te han marcado más?
En
el Teatro “La Jabá” de la obra Requiem por Yarini y en
la Televisión “María Berenice” en la telenovela Santa María del Porvenir y “Dayana” en esta telenovela, los tres
han sido fuertes aunque no tienen nada en común, lo que no quiere decir que no
tengan puntos de contacto ya que cada personaje que hago lo tiene.
“La
Jabá” lo tuvo a partir de su sufrimiento y amor, “María Berenice”, también sufrimiento
de amor pero de un punto de vista más pasivo, pero acompañado por las frustraciones
de la vida como joven.
¿Qué le imprimes a cada uno para
lograr el efecto deseado?
Sentimiento.
Son personajes que si los interpretas sin sentir lo que ellos deben en cada
momento, no salen.
¿Has interpretado algún personaje en
el cine?
También
he tenido esa dicha, acabo de terminar dos películas este año: Bailando con Margot, que se
estrenará próximamente en el circuito habanero y en una coproducción con España
sobre las novelas de Leonardo
Padura, ese trabajo se convertirá en una serie televisiva basada en títulos
protagonizados por “Mario Conde” (Pasado perfecto, Vientos de cuaresma y Máscaras).
Has incursionado en el Teatro, el Cine
y la Televisión, cuál de los tres medios te atrae más.
Los
tres me gustan, cada uno tiene su encanto. Si quiero vivir la adrenalina de la
escena prefiero el Teatro, si lo que quiero es ver los personajes en locaciones
reales cercanas a vivencias cotidianas, la Televisión es excepcional para eso,
con su lenguaje especial y el Cine es, a mi entender, el más universal de los
tres su lenguaje es internacional.
¿En qué nuevos trabajos se podrá
volver a disfrutar de tu actuación?
Estoy
grabando una Telenovela con un personaje más tranquilo, se trata de una
muchacha estudiante de Psicología que aparecerá en Hermanos de Sangre y comenzaré a ensayar otra que se titula En fin, el mar y que dirigen Carmelo
Rubio y Martha Recio.
¿Qué técnica aplicas para no
involucrar a los personajes en tu vida privada?
Concentrarme
mucho en lo que debo hacer en el momento del trabajo, o lo que es igual a decir
despojarme de mis vivencias personales, pero a partir de las escenas que tenga
que vivir en el momento de cada personaje.
No lo
hago de una manera superficial porque eso no me permite separarme de mí misma,
por lo que debo tener mucha concentración en el rol, por muy pequeño que sea.
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